El palacio de Buckingham crea un emoji para la coronación de Carlos III

A poco menos de un mes de la coronación, el palacio de Buckingham ha anunciado una noticia que deja claro que a pesar de las tradiciones que mantiene la monarquía británica esta vive también en el siglo XXI: han creado un emoji especial para celebrar el gran día de Carlos III. Además, han informado también sobre el recorrido que realizarán por las calles de Londres el rey y la reina Camila antes y después de la ceremonia, que se celebrará el 6 de mayo en la abadía de Westminster. Los detalles de ese itinerario han sorprendido por dos motivos: durante uno de los tramos van a usar la carroza Diamond Jubilee State (rompiendo con la tradición de desfilar en la ostentosa carroza dorada del siglo XVIII que se ha utilizado en las coronaciones de los monarcas británicos), y, además, los miles de británicos que se espera que ese día salgan a la calle tendrán menos oportunidades para verles, pues el trayecto será mucho más corto que el que realizó Isabel II el 2 de junio de 1953.

El emoji revelado este domingo 9 de abril se inspira en la corona dorada y enjoyada del siglo XVII de San Eduardo, una pieza con gorro de terciopelo morado y 444 piedras preciosas y semipreciosas, la misma que llevó la reina Isabel II en su acto de coronación en 1953 y la misma que lucirá Carlos III en su día. Esta es una manera de poner en valor la más antigua de las coronas que posee la monarquía británica, considerada como pieza principal de las joyas del reinado. El nuevo emoticono ya aparece por primera vez este lunes las publicaciones oficiales en Twitter relacionados con la gran ocasión, que durará tres días, y va acompañado de hashtags como #Coronation #CoronationConcert #CoronationWeekend #CoronationBigLunch o #TheBigHelpOut.

Es el primer emoticono que se ha creado expresamente para una coronación, pero no es la primera vez que la casa real británica ha creado un emoji para celebrar sus actos, pues también se creó uno para el Jubileo de Platino de la reina Isabel II, en junio de 2022. En esa ocasión, apareció en Twitter la imagen de un corgi, raza de perro preferida de la difunta monarca, que lucía una versión de la misma corona.

Por otra parte, los últimos detalles que han dado a conocer desde Buckingham sobre la ceremonia de coronación apuntan a que será más breve y menos compleja que el acto de coronación de Isabel II. Además, habrá menos oportunidades para que los británicos que salgan a las calles de la capital británica vean a los monarcas, pues el recorrido que se ha trazado serás más corto que el que realizó la reina Isabel hace 70 años. En el evento, que empezará el 6 de mayo a las 10.00 hora local (una hora más en la España peninsular), también será coronada la reina Camila. Antes y después, ambos desfilarán en una corta procesión durante la cual romperán con la tradición, pues han decidido personalmente hacer el viaje de ida desde el palacio de Buckingham hasta Westminster en la carroza Diamond Jubilee. Esta se construyó para conmemorar los 60 años en el trono de la reina Isabel II (que la utilizó por primera vez en 2014), y es más moderna al contar con calefacción y aire acondicionado que la famosa carroza dorada que usó Isabel II en numerosas ocasiones.

Tras el oficio, la pareja regresará a Buckingham siguiendo exactamente el mismo camino recorrido, eso sí, acompañados por una procesión de gente más grande (cientos de miembros de las fuerzas armadas británicas compondrán el desfile). Ese trayecto sí lo realizarán con la carroza dorada. Usada por primera vez por el rey Jorge III en 1762, mide siete metros de largo y pesa cuatro toneladas y ha desfilado en cada coronación desde 1831. Según comentó la propia reina Isabel, viajar en ella durante toda la procesión de su coronación en 1953 fue bastante “incómodo”.

En su ruta, Carlos III y Camila pasarán por la avenida The Mall de Londres, que une el palacio con la céntrica plaza de Trafalgar, para pasar también por Whitehall, sede de los principales ministerios británicos, hasta llegar a la plaza del Parlamento, donde está la abadía. Y la vuelta, igual pero a la inversa. El itinerario será aproximadamente de dos kilómetros, mucho menos que los 7,2 kilómetros recorridos en unas dos horas en su momento por Isabel II, cuando millones atestaban las calles de Londres para verla. Por lo que son varios los medios británicos que están apuntando ya a la posibilidad de que desde varios días antes de la coronación ya haya gente acampada en las calles para reservarse un lugar.