James Corden, vetado de un restaurante de Nueva York por ser “el cliente más tirano en 25 años” y aceptado de nuevo tras pedir perdón
El dueño del famoso Balthazar ha hecho públicos dos desagradables incidentes en los que el actor y presentador de ‘Carpool Karaoke’ gritó e insultó a los camareros del local de Manhattan
James Corden puede ser malo como cantante, pero es peor como cliente. Es lo que asegura Keith McNally, mediático comunicador gastronómico y dueño del archifamoso restaurante neoyorkino Balthazar. McNally, de 77 años, confirmó el lunes en su perfil de Instagram (con 78.000 seguidores) que el presentador, mundialmente popular por cantar junto a famosos en un coche en el programa Carpool Karaoke, no era bienvenido en su local. “James Corden es un comediante enormemente dotado, pero como persona es un cretino. Y el cliente más tirano que ha tenido el equipo de Balthazar desde que el restaurante abrió hace 25 años”, escribió. El chef acusaba en su post al presentador de haber tenido un comportamiento inaceptable con sus empleados, en un largo texto que acompañaba una foto de Corden, de 44 años.
“No suelo ponerle 86 a un cliente, pero hoy le he puesto 86 a Corden. No me hizo reír”, continuaba el chef. Un 86, en el argot gastronómico inglés, es una forma de decir que un plato no está disponible o que un cliente tiene vetada la entrada en un local. Las palabras de McNally eran duras, pero el veto duró pocas horas. A la mañana siguiente, en su misma red social, el restaurador se retractaba: “Corden acaba de llamarme y se ha disculpado profusamente (...) Cualquier persona lo suficientemente magnánima como para disculparse con un vago como yo (y mi personal) no merece ser expulsada de ningún sitio”.
El autor, sin embargo, no ha borrado la primera publicación, que acumula 27.000 Me Gusta, en la que se narra con detalle los dos incidentes que provocaron el veto temporal de Corden en este local del Soho neoyorkino. “En junio, James Corden estuvo aquí en la mesa 61 (...). Después de comerse el plato principal, le enseñó un pelo al gerente, que estaba mortificado. Corden fue extremadamente desagradable y le dijo: ‘Tráenos otra ronda de bebidas ahora mismo. Y también nos vas a invitar a todas las que hemos pedido hasta ahora. Si no lo haces, escribiré una mala crítica en Yelp o algo parecido”.
El segundo incidente tuvo lugar pocos días atrás. Concretamente, el 9 de octubre, cuando el presentador estaba tomando un brunch en ese mismo local junto a su mujer, la productora de televisión Julia Carey. “La esposa de Corden pidió una tortilla de yemas de huevo con queso gruyère y ensalada. Unos minutos después de recibir la comida, James llamó a su camarera, M. K., y le dijo que había un poco de clara de huevo mezclada con la yema”, narra el chef. Se le trajo un nuevo plato, con una nueva tortilla y patatas en lugar de ensalada, un segundo error que el presentador no habría pasado por alto. “Fue entonces cuando James Corden empezó a gritar como un loco al camarero: ‘¡No puedes hacer tu trabajo! ¡No puedes hacer tu trabajo! Tal vez debería ir a la cocina y cocinar la tortilla yo mismo!”.
James Corden (Londres, 1978) es famoso en Estados Unidos por su programa The late show with James Corden y en el resto del mundo por los segmentos de Carpool Karaoke en los que canta subido a un coche con superestrellas del pop. Estos fragmentos son particularmente populares en Youtube. En esa plataforma, las visitas de Michelle Obama, Bruno Mars o Sia superan los 70 millones de visualizaciones. La de Adele, los 200. Puede que este incidente sea una pequeña mácula —una más— en una carrera cimentada a base de humor blando y canciones pop.
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