Julio José Iglesias habla sobre su divorcio y asegura que su exmujer sigue siendo su “mejor amiga”
El hijo de Julio Iglesias e Isabel Preysler explica que la distancia fue la que dinamitó sus ocho años de matrimonio con Charisse Verhaert y que nunca hubo terceras personas
En febrero de 2021 saltaba una inesperada noticia: Julio José Iglesias, el segundo hijo de Julio Iglesias e Isabel Preysler, se divorciaba de su esposa, la modelo Charisse Verhaert, después de 16 años juntos, ocho de ellos casados. Lo cierto es que la pareja había iniciado los trámites de la separación más de seis meses antes, en agosto de 2020, pero la noticia tardó más de medio año en salir a la luz.
Desde Miami, donde vive desde hace más de dos décadas, Iglesias resolvió su divorcio unas semanas después. Un pleito donde, según se supo, Verhaert exigió la mitad de su casa (valorada en unos 700.000 euros, según fuentes conocedoras), así como una pensión de 7.500 euros mensuales. Nueve meses después de aquello, Iglesias asegura que las exigencias no fueron tales. “Eso fue una cosa de los abogados, que suelen hacer este tipo de peticiones en los procesos de divorcio”, ha afirmado en la revista ¡Hola! “Te aseguro que Charisse y yo somos amigos y jamás ha existido problema alguno en cuanto al reparto de bienes. Cuando se publicó, no me gustó porque no se correspondía con nuestra realidad. Era mentira, pero optamos por no decir nada”.
Aunque Julio José y Charisse resolvieron un divorcio hace algo más de medio año, en abril de 2021, poco se sabe de los términos a los que llegaron en ese juzgado de Miami Dade. Esta ha sido la primera entrevista que ha dado el cantante para hablar de su ruptura y de todo lo que la rodea.
La ya expareja se conoció hace casi 20 años. Empezaron a salir en 2004 y se casaron en Madrid en 2012, en una gran boda en la finca de Carlos Falcó en Aldea del Fresno y con exclusiva de por medio, unas fotos por las que se manejó que se habían pagado 500.000 euros. Iglesias afirma que su unión sigue siendo fuerte, que siguen manteniendo “mucha unión”. “No éramos solo una pareja, había amistad, complicidad. Entonces, obviamente, cuesta volver a empezar”, asegura, explicando que se llevan “muy bien” y que “cada día” hablan por teléfono. “Si queríamos ser felices, no podíamos seguir juntos. Se había acabado el amor de pareja. Quedaba el cariño, la amistad... y eso lo mantenemos. Charisse es mi mejor amiga”, afirma rotundo, asegurando que el divorcio fue “un puro trámite”
Cuenta el cantante —que asegura estar a punto de sacar a la luz un nuevo trabajo discográfico y que da más de 30 conciertos al año— que su relación se ha roto por la falta de pasión y por la distancia. “La pareja ideal no existe”, ríe en la entrevista publicada por la conocida revista. “A nosotros lo que nos separó fue la distancia. En realidad, no hemos tenido mucha convivencia. Los últimos cinco años, Charisse ha estado mucho en Bélgica, con su madre, y yo viajando por mi trabajo. La separación física ha perjudicado nuestra relación. Y el amor, en vez de ir para arriba, ha ido para abajo. Llegó un punto en que nos dimos cuenta de que éramos más amigos que pareja. Cuando eso ocurre, puedes hacer dos cosas: seguir como estás o dar un paso adelante. Y eso es lo que hemos hecho, divorciarnos”. También afirma que nunca ha habido terceras personas: “Para nada. Se acabó el amor de pareja. Ya no había pasión. La distancia acabó con eso”.
Para superar la ruptura, Iglesias, de 48 años, se ha apoyado en su familia: “Enrique, Chábeli y mis padres”. “Todos han incidido en que no pasa nada, que no se acaba el mundo y que lo importante es que sigamos manteniendo el cariño y el respeto. Mi padre me dijo: ‘La gente se divorcia, forma parte de la vida”. De hecho, afirma que en pandemia ha tenido “mucho contacto” con su padre, que está viviendo en Bahamas dedicándose “a sus negocios y a llevar una vida tranquila en Bahamas”.
Según ha contado el propio Julio José —probablemente el hijo más accesible de Julio Iglesias—, la relación con su padre es excelente y se consolidó de manera especial hace cinco años, cuando hicieron una gira juntos. “Mis hermanos y yo nos criamos con mi madre, no crecimos con mi padre. Entonces poder viajar con él, pasar tiempo con él, comer con él, fue maravilloso”, contó una vez.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.