Una millonaria libanesa se gasta 23 millones en un cumpleaños a distancia celebrado en Mijas
La acaudalada anónima festejó sus 40 años en tiempos de pandemia en un chalet de lujo con grupos de amigos repartidos por medio mundo y regalos de diamantes
Para los multimillonarios las restricciones impuestas por la pandemia les han obligado a hacer uso de la imaginación para no prescindir de sus lujosas fiestas, pero no tienen problemas para tirar de recursos financieros a la hora de que continúen siendo dignas de un cuento de las mil y una noches. Este ha sido el caso de la celebración del cumpleaños de una multimillonaria mujer libanesa que ha tirado la casa por la ventana por su 40 cumpleaños. Como sede del festejo eligió su mansión situada en la localidad malagueña de Mijas y desde allí organizó a principios de octubre una velada en la que estuvo acompañada por 10 amigos y familiares, como permitían las normas de la Comunidad de Andalucía a causa de la covid-19.
Lo sorprendente es que la cumpleañera se gastó 23 millones de euros, porque en una fecha de aniversario tan redonda decidió que cualquier dispendio era poco. A sus 10 invitados presenciales se sumaron, conectados por videoconferencia, hasta un total de 150 personas distribuidas en 20 mini fiestas que se organizaron simultáneamente en distintas ciudades del mundo como Londres, Los Ángeles, Hong Kong, Kuwait, Qatar, Dubái, París, Tokio y Moscú. La precaución por el coronavirus estuvo presente pero la anfitriona no reparó en detalles para sus amigos repartidos por distintos rincones del planeta. Cada uno de los grupos recibió un exclusivo catering de parte de la anfitriona en los domicilios elegidos para reunirse y después ella también pagó una limpieza en profundidad de las estancias para que todo quedará libre de virus y sus invitados se pudieran marchar a casa sintiéndose seguros.
Se desconoce los regalos que pudo recibir, pero de entrada sus invitados pudieron verla ataviada con una capa cuajada de brillantes de distintos colores y que estaba valorada en 20 millones de euros. El diseño, confeccionado expresamente para la ocasión se inspiró en un manto de abya moderno de Oriente Medio creado por la diseñadora y artista británica Debbie Winghan, de 38 años, que también fue la encargada de organizar esta peculiar y suntuosa fiestas. La capa tenía 15 diamantes rojos raros que oscilaban entre uno y medio y cuatro quilates, 20 diamantes negros de tres quilates, 10 diamantes blancos de tres quilates, uno azul y seis amarillos, y 1.000 perlas de agua dulce. Un diseño en el que también participó el artista digital Gary McQueen, sobrino del difunto diseñador de moda con sede en Londres Alexander McQueen. Y en estos tiempos no podía faltar la mascarilla, que en este caso consistió en un protector facial transparente que iba adornado por un collar personalizado de Bulgari valorado en 250.000 euros.
Los agraciados con una invitación a la que de momento es la fiesta más cara conocida del confinamiento, no solo disfrutaron del menú que su anfitriona eligió para ellos sino de regalos tan generosos como parece ser su multimillonaria amiga. Cada uno de ellos recibió un paquete valorado en alrededor de 3.000 euros que contenía un rollo de lápices de Louis Vuitton, una mascarilla de cuero de la misma firma de lujo, cremas de caviar y oro y una botella de champán Armand De Brignac Ace of Spades, valorada en 450 euros, entre otros detallitos.
Más suerte aún tuvieron los familiares que la acompañaron en su casa de Mijas durante el encuentro, ya que cada uno de ellos recibió una mascarilla decorada con un brazalete de diamantes que cuesta 65.000 euros y que sirvió para protegerles durante la fiesta y después para tener un imperecedero recuerdo de ella y de su organizadora.
Una extravagante fiesta más que sumar a la moda de rizar al rizo a la que se han apuntado muchos famosos y millonarios que no se conforman con cualquier cosa a la hora de sorprender a sus amigos.
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