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Diez recetas fáciles de temporada para estrenar el otoño

Despedirse del verano tiene su parte buena: hoy empieza la estación de las setas, la calabaza, las mandarinas y otras muchas delicias. Esta es una selección de platos para aprovecharlas

Hace menos calor y dejas de sudar a todas horas. Descansas bien por la noche y hasta te puedes tapar con una sábana o una mantita para dormir. Los malditos mosquitos empiezan a desaparecer. ¿Quién dijo que el verano era mejor que el otoño? Por si esta estación tuviera pocos atractivos, aquí estamos para recordar que a partir de hoy empieza la mejor época de algunas de nuestras frutas y verduras favoritas. Setas, calabazas, boniatos, remolachas, coles, coliflores, brócolis, mandarinas, manzanas, granadas, caquis y uvas vuelven a lo grande como cada año: aquí tienes una selección de recetas para lucirte con ellos.

Ensalada de remolacha, manzana y zanahoria

Puede que no sea la ensalada más bonita que harás en tu vida, pero probablemente sí una de las más frescas y jugosas que puedes preparar con las hortalizas de otoño. El trío de la remolacha, la zanahoria y la manzana logran una combinación de texturas y sabores perfecta para acompañar cortes de carne tanto magros como grasos, un pescado, pollo asado e incluso tartas saladas como una quiche. También puedes convertirla en un plato más completo añadiéndole garbanzos, alubias, halloumi a la plancha o huevo duro.

Ensalada de uvas con aliño tailandés

Entramos en la temporada de la uvas y, por suerte las encontramos sin pepitas casi en cualquier parte. Partiendo de esta base dulce, construimos una ensalada con inspiración tailandesa similar al laab. Nos gusta que esta ensalada sea muy picante y se sirva muy fría, de modo que ponemos las uvas en el congelador unos 30-45 minutos antes de manipularlas. Las acompañaremos de una gran cantidad de menta y cilantro para que sea muy aromática.

Crema de champiñones sin patata

La crema de champiñones suele llevar patata “para dar cuerpo”, pero aquí la desterramos sin piedad, ya que su almidón deja una textura particular que no gusta a todo el mundo (y se lleva mal con el congelador). En su lugar entra el nabo, más ligero y amable, y las verduras se doran bien para sacarles todo el partido. Resultado: una crema sedosa, sabrosa y que puede prepararse con bebida vegetal sin endulzar en versión vegana o para intolerantes a la lactosa.

Una crema para reconciliarte (o seguir disfrutando) con el brócoli

Esta crema está pensada tanto para los haters como para los fans del brócoli, porque resalta sus mayores cualidades al mismo tiempo que elimina sus aromas más agresivos. ¿Cómo? Con un cocinado relativamente largo en el que el brécol suelta todo ese olorcillo azufrado, y luego refrescándolo con la adición de espinacas muy poco cocidas. El queso acaba de rematar la faena, y la crema resultante es un platazo.

Trinxat

El plato de patata, col y panceta típico de la Cerdanya (Girona) se puede tomar a la hora de comer o incluso para cenar. Pero este clásico formaba parte de los esmorzars de forquilla (desayunos de tenedor) que se metían entre pecho y espalda en el interior rural de Cataluña, y uno de nuestros lugares favoritos para tomarlo en Barcelona lo sigue ofreciendo por las mañanas: Can Vilaró. Esta es su receta.

Coliflor especiada con yogur y granada

Si la coliflor de la infancia aún aparece en tus pesadillas, es tiempo de pasar página: aquí la marinamos, asamos para que quede crujiente por fuera y tierna por dentro, y acompañamos con una salsa fresca de yogur y limón, un chorrito de tahini y granada. También la puedes preparar en satisfryer, sin sacar las sartenes y moldes de tarta del horno.

Lasaña de verduras y setas

Esta lasaña tiene la virtud de la sencillez. Por un lado lleva una simple salsa de tomate con setas, y por otro, una mezcla de ricota, espinacas y parmesano. No hace falta cocer previamente las láminas de pasta, y también pasamos de la bechamel, una salsa habitual en la lasaña que nos rechifla pero que nos complicaría la existencia y haría el plato más pesadote. Vamos, que son todo facilidades.

Garbanzos salteados con acelgas, boniato y huevo escalfado

Acompañamos unos garbanzos con acelgas y boniato aprovechando que el otoño es su temporada. Optamos por hacer primero el boniato cortado en dados pequeños para que quede dorado y algo crujiente, y lo añadimos nuevamente al final, para evitar así que quede hecho puré. La acelga la cocinamos en dos partes: primero las pencas cortadas en juliana junto a la cebolla y el ajo porque son más duras y fibrosas y requieren más tiempo de cocción, y luego la parte verde, que apenas necesita unos minutos para ablandarse.

Natillas de caqui y cacao

Si preparas estas natillas por primera vez, es importante empezar con una cantidad pequeña de cacao para poder ir probando y ajustando, ya que el cacao puro es bastante potente y si nos pasamos puede amargar. Por lo demás, no tienen absolutamente ningún secreto: puedes rematarlas con frutos secos picados, fruta fresca -con plátano o mango está realmente bueno- o un poco de chocolate y coco seco rallado.

Bizcocho glaseado de mandarina

Las naranjas, limones y mandarinas empiezan a aparecer en los mercados y fruterías en otoño. Una alegría para aquellos a los que nos gusta la repostería ya que con sus pieles y jugos se pueden aromatizar galletas, bizcochos, cremas y un sinfín de manjares. Si eres del bando contrario, de los que no quiere ni ver la receta de un dulce porque crees para cocinar eso hay que ser casi un alquimista, estás en el lugar adecuado. Este bizcocho de mandarina es muy fácil de hacer, de verdad de la buena.

BONUS TRACK: 12 Recetas con setas para aprovechar la temporada

El otoño es la estación de las setas por excelencia. Esta recopilación la sacamos el año pasado a final de temporada, pero vale igual para el inicio: recetas para champiñones, boletus y otras delicias para refrescarte la memoria y alegrarte comidas y cenas.

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