Cuatro formas de hacer las pechugas para que queden jugosas
Las pechugas de pollo son perfectas para los perezosos, pero suelen quedar más secas que la mojama. Aquí tienes cuatro técnicas para cocinarlas sin que pierdan sus jugos.
"¿Qué puedo hacer para que las pechugas no me queden secas?". Después de comerte alguna suela de zapato que alguna vez fue parte de un pollo, es posible que te hayas hecho esta pregunta. La respuesta no es difícil: para enfrentarte a este drama, existen algunas técnicas culinarias que evitan la pérdida de jugos y permiten que este corte se convierta en un festín.
En el vídeo de hoy te enseñamos cuatro: el marinado, la plancha (con truco incluido), el confitado y la salmuera. Todo con recetas concretas, claro, que desde luego quedarán mejor si las preparas con un pollo de buena calidad. Si quieres conocerlas, no tardes ni un segundo más en dar al play en el vídeo de arriba.
MARINADO
Ingredientes
- 250 ml de leche entera
- 1 cucharada de zumo de limón
- 1 pechuga de pollo
- Aceite de oliva
- Sal
Preparación
- Preparar buttermilk con la leche entera y una cucharada de zumo de limón.
- Poner la pechuga en una bolsa zip junto con la buttermilk, cerrarla y dejarla marinar en la nevera un mínimo de tres horas. Es aconsejable hacerlo de un día para otro.
- Retirar la pechuga de la bolsa, limpiar el exceso de buttermilk, hacer unos cortes en rombo en ambas caras, echarle un poco de sal y cocinar la pechuga en una sartén a fuego medio con un poco de aceite. Puedes servirla con arroz.
PLANCHA
Ingredientes
- 1 pechuga de pollo
- 60 ml de agua
- 1 cucharada de mantequilla
- El zumo de medio limón
- 1 cucharada de alcaparras
Preparación
- Salpimentar las pechugas.
- En una sartén con un poco de aceite, marcar las pechugas a fuego fuerte por ambas caras hasta que se doren y sazonarlas.
- Añadir el agua y cocinar tapado durante 7 minutos a fuego medio.
- Mientras tanto, preparar una salsa derritiendo una cucharada de mantequilla, el zumo de medio limón y una cucharada de alcaparras.
- Servir la pechuga con la salsa por encima y unas patatas asadas.
SALMUERA
Ingredientes
- 75 g de sal
- 1 litro de agua
- 1 pechuga de pollo
- Aceite de oliva
- Pimienta negra
- 1 cucharada de miel
- 1 cucharada de mostaza
- 1 cucharada de ajo
- El zumo de medio limón
- Alguna hierba verde (cilantro, perejil, albahaca picada...)
Preparación
- Calentar el horno a 200 grados.
- Disolver 75 gramos de sal en un litro de agua.
- Limpiar y secar la pechuga y dejarla 30 minutos en la salmuera.
- Secar bien la pechuga, ponerla en una fuente de horno y embadurnarla con aceite, pimienta negra molida, una cucharada de miel, otra de mostaza, el zumo de medio limón y una cucharada de ajo.
- Cocinar la pechuga durante 20 - 25 minutos, retirar del horno y refrescarla con alguna hierba verde. Puedes servirla con arroz o añadirla a una ensalada.
CONFITADO
Ingredientes
- 1 pechuga de pollo
- Aceite de oliva
- 1 hoja de laurel
- Granos de pimiento
- 1 rama de romero
- 1 rama de tomillo
Preparación
- Limpiar y secar la pechuga.
- Llenar un cazo con aceite y añadir una hoja de laurel, granos de pimienta, una rama de romero y otra de tomillo.
- Sumergir la pechuga y confitarla 35 minutos a 65 grados centígrados. Necesitarás un termómetro de cocina.
- Retirar la pechuga, salar y marcarla a la plancha hasta dorarlas.
- Puedes servirla acompañada de verduras salteadas o lo que te apetezca y puedes volver a usar el aceite para confitar o freír.