Crímenes contra los postres que no deberías cometer
La repostería tiene sus normas, y son más estrictas que las de la cocina salada. Si te las saltas a la torera, tendrás el desastre a la vuelta de la esquina.
Lo reconozco: nada me gusta más que una catástrofe repostera. Siempre que le pase a otra persona y no a mí, claro. Disfruto como un lechoncillo revolcándose en su pocilga cada vez que me topo en Internet con imágenes de desastres pasteleros, que me confirman la existencia de gente tan manazas o más que yo con las masas, las cremas y las coberturas de chocolate. Es un caso claro de "mal de muchos, consuelo de tontos", y en esto a tonto no me gana nadie.
Sin embargo, a veces también soy buena persona, como en el vídeo de hoy. Si lo miras te encontrarás unos cuántos consejos prácticos para evitar fracasos cuando te pongas a hacer un postre. Y no son de un pelele como yo, sino de un señor como Lluís Costa, maestro de la pastelería Vallflorida, ganador del premio a la mejor pasta de té de España en 2018 y al mejor cruasán en 2015. Si quieres ver cómo él lo hace todo bien, yo todo mal y al final acabo recibiendo mi merecido castigo, dale al play.