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‘Nigiris’, ostras, pastrami… Estos son los vinos ‘gastroblancos’ que van bien con los bocados de moda

Son los reyes de la mesa cuando sube la temperatura: los verdejos de Marqués de Riscal se disfrutan fresquitos pero son (muy) complejos. Basta con emparentarlos con los platos más delicados… o contundentes

Una sugerencia de cena veraniega. Sandwich de pastrami, con Marqués de Riscal Verdejo 100% Organic.
Una sugerencia de cena veraniega. Sandwich de pastrami, con Marqués de Riscal Verdejo 100% Organic.

Entre las frases más desafortunadas del mundo del vino hay una que se ha quedado especialmente pasada de moda. Esa que proclamaba, hace ya algunos años, que “el mejor vino blanco es un tinto”. Los blancos españoles se han convertido no solo en excelentes compañeros de aperitivo y de fresqueo, sino también en perfectos aliados cuando toca sentarse a la mesa y descorchar una botella. Los blancos gastronómicos pisan con fuerza. Y en verano, aún más.

Atrás quedaron también (como la dichosa frasecita) las épocas estivales en las que la alta gastronomía quedaba aparcada hasta que tocaba echarse una rebeca por encima de los hombros. Julio y agosto son meses en los que ahora seguimos pidiendo un tartar, el sándwich gourmet del momento, una ración de ostras, una ensalada ilustrada o un poquito de marisco. El ritmo no para.

Los sabores potentes siguen entrando bien en esta época del año, y necesitan vinos a su altura para componer un maridaje fresco, pero con enjundia. Aquí entran en escena los vinos blancos de carácter gastronómico, capaces de sacar a bailar a cualquier receta de moda gracias a su mayor complejidad de aromas y sabores, una estructura más armada y un carácter más untuoso, que mantienen las sensaciones mucho más en la boca. Su temperatura de servicio, que oscila entre los 8 y los 12 grados según el tipo de vino, hace que la armonía sea aún más placentera cuando el termómetro no da respiro.

Verdejos que pisan fuerte

Entre los vinos con ese perfil todoterreno, capaces de armonizar con un amplio abanico de delicatessen, están los blancos de la bodega Marqués de Riscal elaborados con la uva verdejo que, además, pueden presumir de haber recibido distintos premios internacionales. Un ejemplo es Marqués de Riscal Limousin, que forma parte de la categoría Gran Vino de Rueda, creada en 2021 por la Denominación de Origen castellana para distinguir a aquellos vinos que sacan el máximo partido a la verdejo, demostrando su versatilidad, su potencia gastronómica y su potencial de envejecimiento. Su añada 2022 ha recibido 95 puntos por parte de los críticos Tim Atkin y Beth Willard.

El origen de Marqués de Riscal Limousin es privilegiado: se elabora a partir de viñedos viejos en vaso, cultivados en los mejores suelos pedregosos de las terrazas más elevadas de la zona. Tras una crianza sobre lías y pasar por barrica, el resultado es un blanco atractivo, complejo y elegante, con una boca untuosa, donde aparecen notas de frutos secos y madera tostada. Verduras a la plancha, carnes blancas y pescados van de cine con este vino que es perfecto para disfrutar de un tartar de atún, uno de los platillos más deseados (e instagrameados) en la actualidad.

Ensalada de suprema de ave, naranja y aceituna Kalamata. Se armoniza con Finca Montico Gran Vino de Rueda.
Ensalada de suprema de ave, naranja y aceituna Kalamata. Se armoniza con Finca Montico Gran Vino de Rueda.

Otro de los vinos de Marqués de Riscal que demuestra ese carácter de blanco de mantel es Finca Montico, otro Gran Vino de Rueda por su capacidad de vestir de largo a la verdejo. También es un vino totalmente ecológico, creado bajo la mínima intervención posible, para poner el foco en el terruño y expresar a lo grande el carácter de la uva. Sale al mercado listo para ser bebido, pero su crianza sobre lías amplifica su capacidad de mejorar con el tiempo.

Los vinos blancos de carácter gastronómico son capaces de ‘sacar a bailar’ a cualquier receta de moda gracias a su mayor complejidad de aromas y sabores, una estructura más armada y un carácter más untuoso, que mantienen más las sensaciones en la boca. Su temperatura de servicio, entre los 8 y los 12 grados, hace aún más placentera la armonía cuando el termómetro no da respiro

Finca Montico, cuya añada 2022 ha sido merecedora de 94 puntos según la dupla Atkin-Willard, es rico en aromas. Al acercar la copa a la nariz aparecen hinojo, finas hierbas, flores blancas, pera o melocotón. En boca es graso, pero también fresco, muy untuoso y tiene un final largo y redondo. Buen acompañante de mariscos, jamón o aves, es una excelente opción para beber entre mordisco y mordisco a una ensalada sofisticada pero cien por cien veraniega como la que se puede elaborar con suprema de ave, naranja y aceituna kalamata: un maridaje de lo más cool.

Marqués de Riscal Limousin Gran Vino de Rueda y tartar de atún con miel trufa y caviar.
Marqués de Riscal Limousin Gran Vino de Rueda y tartar de atún con miel trufa y caviar.

También ecológico es el vino que completa esta trilogía de blancos ilustres. Marqués de Riscal Verdejo 2023 se ha llevado un oro en los Premios Ecovino 2024 que precisamente reconoce el compromiso medioambiental. La uva verdejo se muestra aquí en toda su plenitud, con aromas a flores blancas y notas anisadas y a hierba fresca. El trago del vino resulta untuoso pero fresco con un final largo, que permanece en el paladar. Un blanco vivaz y alegre que es perfecto para llevar en la mochila junto a tápers de pasta o bocatas a partir de carnes frías camino de un picnic campestre. No hay otro mejor para brindar antes de hincarle el diente al sándwich más de moda, el de pastrami. Otra demostración (y podrían citarse muchas más) de que los blancos frescos y complejos son los reyes del verano gastronómico…


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