Más motos, bicis y patinetes
Las motocicletas ganan posiciones en el alquiler a largo plazo y el de vehículos de movilidad individual eléctricos comienza a ganar espacio
Las motocicletas y ciclomotores van ganando posiciones en el renting, aunque se mantienen por detrás de sus hermanos de cuatro ruedas. Este avance se apoya, entre otros factores, en el cliente profesional, en la transformación de la movilidad urbana y en nuevos negocios. Además, las bicicletas y patinetes, con fórmulas similares pero más flexibles, empiezan a buscar su hueco en el alquiler a largo plazo.
En los últimos dos o tres años, señala el presidente de la Asociación Española de Renting (AER), José-Martín Castro, las motocicletas se están acercando más a este modelo, integrándose, principalmente, en flotas profesionales. No disponen de datos concretos sobre cuántos de los 760.000 vehículos que componen el parque son motocicletas, pero sí constatan que su demanda ha dejado de ser anecdótica. “Recurrentemente están llegando operaciones con empresas públicas y privadas”, cuenta por teléfono.
Más empresas que privados
Cooltra y Alphabet, dos de los principales actores, coinciden en el mayor peso de los clientes corporativos frente a los particulares. “Es mucho más reducido que el de empresas porque tampoco es que haya en España una gran cultura de renting, tampoco de coches, entre particulares, pero sí tenemos”, dice Damián Martín, director general de B2B de Cooltra. “El crecimiento y la demanda que hemos experimentado es más a nivel profesional”, apunta Daniel Ruiz, supervisor de desarrollo de negocio de Alphabet.
Alphabet, perteneciente al Grupo BMW, comenzó a ofrecer motocicletas en renting en 2014 y en 2021 registran un crecimiento del 6% respecto al año anterior. Las de Cooltra aterrizaron en el mercado en 2012 y ahora conforman una flota de 6.000. “Todas las empresas apuestan por el renting de motos por la casuística del vehículo. La comida a domicilio y la última milla se hacen mucho con moto”, señala Martín, “pero tenemos clientes de más de 100 industrias”. En el caso de Alphabet, señala Ruiz, son las Administraciones públicas y las pymes las que protagonizan el aumento de demanda.
La reformulación de la movilidad en las ciudades ha contribuido a que se mire el renting de motos con otros ojos. Tradicionalmente estaban ligadas más al ocio, pero los problemas y restricciones de tráfico para los turismos —atascos, falta de aparcamientos, zonas de bajas emisiones, etcétera— han hecho que la moto se presente como alternativa para desplazamientos. Algo ligado también a la aparición de energías más limpias. “El hecho de que la moto sea eléctrica encaja muy bien con lo que buscan las empresas hoy en día”, dice el presidente de AER.
“Dentro de las motos, en 2012, era casi todo gasolina”, señala Martín. “Y es verdad que desde 2017 y 2018, después de evangelizar y predicar mucho, vimos que había una sensibilidad mayor que se ha ido acentuando hasta hoy”. En la actualidad, casi todos los clientes de Cooltra solicitan eléctricas. “Sin duda la llegada de la propulsión eléctrica ha tenido un impacto importante y ha hecho que esté cambiando”, apunta Ruiz por parte de Alphabet. El modelo estrella de la compañía es 100% eléctrico.
Las previsiones del sector hablan de margen para seguir creciendo. “Hay un interés creciente del mercado, tanto de clientes profesionales como particulares, por este tipo de fórmulas de precio cerrado”, señala José María Riaño, secretario general de la Asociación Nacional de Empresas del Sector de Dos Ruedas (ANESDOR).
Uno de los factores que, en opinión de Riaño, ha ralentizado el renting en este segmento no se encuentra tanto en el lado del cliente, sino en el del flotista. “No olvidemos que para que este tipo de fórmulas funcionen, el que las concede tiene que ser capaz de hacer sus números y no perder dinero”, comenta. “Lamentablemente, en el ámbito profesional faltan algunos instrumentos básicos como la generalización de herramientas de tasación [en el mercado de las motocicletas] del valor de vehículos a futuro”.
La micromovilidad se abre paso
La micromovilidad ha ido ganando terreno en la ciudad y ahora empieza a hacer lo mismo en el alquiler a largo plazo, aunque el uso de patinetes y bicicletas eléctricos bajo esta modalidad, que incluye el renting y fórmulas similares, es aún muy incipiente.
Los servicios y actividades económicas que han tomado las urbes en los últimos años sirven de terreno fértil. “Hay un bum extraordinario de todo lo que es la logística de última milla, entregas de comida, de productos… Y eso a nosotros nos ha permitido en estos últimos cuatro o cinco meses crecer exponencialmente”, dice Carlos Aguado, jefe de marketing de Wifly. Esta compañía de alquiler por suscripción de bicicletas eléctricas opera en nueve ciudades españolas y está presente en Portugal e Italia.
El modelo de suscripción es una variante en auge que ofrece al usuario el vehículo y ciertas coberturas a cambio de una cuota fija al mes, sin un mínimo de permanencia. En el caso de Wifly, cuenta Aguado, incluye mantenimientos trimestrales, baterías, seguro antirrobo y bicicleta de sustitución. También ofrece la opción de compra desde el momento de la suscripción y la posibilidad de cambio.
“Lo de las bicis ha sido una cosa más de los últimos 18 o 12 meses. Ahora todo el mundo quiere bicis”, señala Damián Martín, de Cooltra. La firma comenzó con el servicio de renting de bicicletas a finales de 2017, cuando se lo solicitó un cliente en Austria, y,tras dos años de poca actividad comenzaron a incorporarlas “de manera muy importante”. Ahora, cuenta, suponen el 10% de la flota total que tienen en Europa.
Gomeep, fundada en 2019, ofrece tanto patinetes como bicicletas eléctricos bajo modelo de suscripción en Barcelona, que incluye el vehículo, el mantenimiento y seguro. “La gente permanece mucho más tiempo del que pensamos al inicio”, dice George Parker, fundador. Los usuarios mayoritarios de sus bicicletas son repartidores, y de los patinetes, profesionales que los usan para desplazarse al lugar de trabajo.
“Estamos viendo mucha demanda, tanto para patinetes como para bicicletas”, comenta Parker, que se muestra positivo respecto al futuro. “En general, el segmento del producto como servicio está creciendo. Y servicios como el nuestro ayudan a crear centros de ciudades más habitables y contribuyen a un mundo más verde”.
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