Así se han adaptado dos joyas del teatro musical como ‘Wicked’ y ‘Cabaret’ al público español: “Buscábamos algo más carnal”
Los responsables de traer a Madrid ambos montajes, que son versiones propias y no réplicas de los que pueden verse en Londres, explican cómo han versionado estos libretos

Iñaki Fernández y David Serrano han impulsado, cada uno a su manera, la condición de Madrid como ciudad de musicales. El primero es empresario, director de la productora LetsGo, que llena la comunidad de espectáculos de todo tipo. Serrano, en cambio, es autor y director todoterreno (Días de fútbol, Voy a pasármelo bien en cine, Vota Juan en tele y Los asquerosos en teatro) que lleva más de una década centrado en adaptar grandes producciones musicales para el público español. El más reciente es Wicked, en el que lleva meses trabajando mano a mano con Stephen Schwartz, el hombre que creó el montaje original que lleva más de 20 años triunfando en Broadway y más de 15 años en el West End. [Este texto es un extracto del boletín cultural de los viernes de EL PAÍS Madrid.Para recibir la newsletter, puedes apuntarte aquí]
Cuando Iñaki Fernández vio en Londres la nueva versión inmersiva de un clásico todavía más longevo como es Cabaret, supo que debía adaptarlo, aunque a su manera. El Playhouse Theatre de la capital británica se ha transformado por completo para convertirse en un club nocturno, el mítico KitKat. Cuenta con un escenario circular en torno al que se colocan las mesas de los que parece un club de hace casi un siglo.
“Pensé en darle una vuelta más y que el escenario incluso que desapareciera, que el público de verdad se sintiera parte del club. Queríamos destruir la sensación de estar en un teatro”, explica el productor. El antiguo teatro Albéniz, reconvertido en el Umusic Hotel ha alojado este experimento, que de jueves a domingo consiste también en quedarse a tomar una copa en un local que recuerda al Berlín de la época interactuando con algunos de los personajes del montaje.
Las diferencias estéticas entre la producción londinense y la madrileña son muchas. El primer punto de ruptura llega con uno de los dos intérpretes que adopta el rol del célebre maestro de ceremonias Emcee, que han encarnado actores como Alan Cumming, Adam Lambert y Jake Shears. En la adaptación española el perfil es completamente distinto. Abril Zamora es la maestra de ceremonias, alternándose con José Pastor. La barcelonesa Amanda Digón hereda el papel de Sally Bowles. “No queríamos ir a la versión de Sam Mendes, que era muy sórdida y muy oscura y melancólica. Ni tampoco la estética de clown de la versión londinense. Buscábamos algo más realista, que fuera algo más carnal. En cuanto a la escenografía, queríamos inspirarnos en la época del Bauhaus, que tanto molestó al régimen nazi", cuenta Fernández.
El Wicked del Teatro Nuevo Alcalá, aunque es una creación propia, no una réplica del musical de Broadway, ha contado con la colaboración de su autor original, Stephen Schwartz, quien ha revisado la traducción de las canciones. “Han sido muchos meses de trabajo con él, cada verso está aprobado y autorizado por él”, cuenta David Serrano. “Él entiende bien el español y pedía ayuda a Lin Manuel Miranda [el responsable de Hamilton], pero tuvimos que convencerle de que, en español, la rima asonante es incluso más oportuna”, revela.
Aunque ha sido un lujo para el español contar con la ayuda de quien mejor conoce este espectáculo, ha sido el propio Schwartz el primero que ha animado al equipo español a que cambie todo lo necesario “siempre y cuando se respete el espíritu del texto original”. Toda la escenografía, iluminación, la coreografía, el vestuario, los trucos de magia son cosecha propia, explica el director, que ya se ha encargado de traer a España del divertidísimo El libro del mormón (todavía en cartel), Matilda y Billy Elliot.
Además de tener de referencia al musical anglosajón, Wicked cuenta fue primero una novela, y recientemente una exitosa película, pero Serrano prefiere ignorar todos esos referentes para crear algo propio. Cristina Picos (Elphaba), Cristina Llorente (Glinda) encabezan un gran elenco que da vida a los personajes inspirados en el universo de El mago de Oz.
La única forma de ver este montaje de Wicked será acercándose al Teatro Nuevo Alcalá, donde aspira a estar varias temporadas. Una gira de un montaje de estas características es inviable, explica Serrano.
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