Los estudiantes de Lengua de Signos se enfrentan a la seguridad de la Rey Juan Carlos en la manifestación por la falta de profesores

Al grito de “vergüenza, mucho rectorado, poca educación”, casi un centenar de estudiantes del grado de Lengua de Signos en la Universidad Rey Juan Carlos,se han manifestado este martes fuera del edificio de Rectorado debido a la falta de profesores en ciertas asignaturas. Los estudiantes ingresaron al campus, pero no se les permitió la entrada al edificio. Los guardias hicieron una barrera. En ese momento iniciaron los gritos, los empujones, los golpes y hasta las lágrimas, entre los estudiantes y el personal de seguridad.

Los jóvenes intentaron entrar en el edificio para interrumpir el acto de inauguración del curso, que estaba programado para las 12.00. Y, tras el enfrentamiento que duró unos cinco minutos, los oficiales cerraron las puertas. Minutos después, se hicieron presentes al menos 18 oficiales de la Policía Nacional.

Este miércoles los estudiantes de este grado, el único de su tipo, encargado de suplir la demanda de intérpretes al castellano para toda España, cumplen ya un mes, desde el inicio del curso, estar recibiendo clases en 11 de las 37 materias: cinco en la sede de Moncloa - Quintana y seis en la de Alcorcón. Patricia Martín (Madrid, 24 años) es estudiante de cuarto año de Lengua de Signos y asegura que están exigiendo respuestas para “que la profesión no se extinga”. “Sin una formación de calidad se van a vulnerar derechos, se va a terminar extinguiendo nuestra profesión y estamos para que se nos dé el derecho que tenemos a formarnos y contribuir a la sociedad”, ha dicho a este diario.

Martín asegura que en todo el mes no recibieron ninguna explicación del rectorado, y que apenas tres minutos antes de empezar la huelga, les indicaron que “mañana se solucionaría”. “Hemos recibido un mensaje del coordinador del grado diciendo que mañana se incorporan los profesores otra vez, pero solo de cuatro asignaturas. Cosa que nos parece curiosa que sea justo mañana, después de la manifestación”, ha dicho.

Luis Santos (Segovia, 30 años) también es estudiante de este grado. Es sordo y afirma que este problema vulnera sus derechos y los de toda la comunidad. “Necesitamos intérpretes porque necesitamos que se cubran nuestras necesidades, ir al médico, al teatro, o lo que sea. Estamos luchando desde siempre por el poder comunicarnos”, explica.

Desde la URJC sostienen que la base del problema ha sido la aplicación de la Ley Orgánica 2/2023 del Sistema Universitario (LOSU), con respecto a la contratación de profesorado. Esta eliminó los contratos de algunas figuras como los ayudantes y los profesores visitantes [de otras universidades que llegan para desarrollar tareas docentes e investigadoras durante estancias cortas] que no tenían ese perfil. Por lo que a partir de este curso, algunos contratos se cancelaron y se abrieron para oposición. “Los procesos de contratación sí se han llevado a cabo, lo único es que no han terminado muchos de esos concursos públicos”, aseguran desde el centro universitario. Reconocen que incluso algunos docentes están trabajando horas extra para hacerse cargo de otros cursos de manera momentánea. EL PAÍS consultó al centro de estudiantes por una reacción de la manifestación y de los enfrentamientos, pero indicaron que “no hay ninguna por ahora”.