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El autobús turístico atascado en Chueca se enfrenta a una multa por circular sin permiso

El Ayuntamiento de Madrid ha abierto un expediente contra la empresa turística BigBus, responsable del vehículo varado por una maniobra entre dos calles angostas

Juan José Martínez

El Ayuntamiento de Madrid ha informado de la apertura de un expediente en contra de la empresa BigBus, operador del autobús turístico que quedó atorado en la tarde de este domingo en el barrio Chueca, tras intentar un giro entre dos calles estrechas. Borja Carabante, delegado de Urbanismo, Medio Ambiente y Movilidad del consistorio, ha dicho este lunes en una rueda de prensa que el vehículo “no tenía autorización para prestar el servicio en esa calle y en esa zona”. En consecuencia, precisa el delegado: “Lo que hemos abierto es un expediente informativo para conocer por qué circulaba por ahí, bajo qué condiciones y, a partir de ahí, veremos cuáles son las medidas a adoptar”. La Asociación de Vecinos de Chueca y Salesas denuncia “una mala gestión del turismo” por parte de la Administración.

Fuentes del Ayuntamiento han precisado que las sanciones dirigidas a la empresa turística “corresponderán a la Policía Municipal, previa denuncia de las partes implicadas en los desperfectos”. Sobre los golpes recibidos por el mobiliario urbano y los comercios afectados, el Consistorio ha aclarado que “será la empresa la responsable de costear dichos daños”. De momento, se desconoce el inventario y la cuantía de los daños. Una panadería que hace esquina en el lugar del incidente sufrió daños en su aviso publicitario y una farola.

En la tarde de este domingo, un autobús vino tinto de la marca BigBus quedó varado al intentar unirse a la calle de Augusto Figueroa, cuando conducía por la calle de San Bartolomé. Un vídeo de la Asociación de Vecinos de Chueca y Salesas publicado y viralizado en X ―antes Twitter― evidencia las maniobras del conductor en busca de una salida. En las imágenes, tomadas desde una planta alta de la calle de San Bartolomé, se aprecia al autobús de dos plantas totalmente atascado en diagonal entre las dos calles angostas, que además están contorneadas por una fila de bolardos. En la segunda planta, de techo corredizo, se observan algunos turistas, que hacen pensar que el bus estaba en plena ruta.

Algunos peatones intentaron pasar detrás del vehículo, hasta que el pito estridente de la reversa disuadió a una mujer de cruzar. En ese momento el conductor retrocede unos centímetros antes de frenar en seco. Al repetir la maniobra, se escucha el estruendo del chasis estampado contra el mobiliario. “Flipante”, es lo único que alcanza a opinar una mujer detrás de la cámara.

La ruta trazada por la empresa BigBus contempla paradas en la Plaza de Cibeles y la Plaza España, ambas conectadas por la Gran Vía, que transcurre paralela al barrio Chueca. Este domingo la procesión por el Domingo de Ramos obligó a un corte en esa avenida, a partir de las 17.30 aproximadamente, minutos antes de que el bus quedara varado. Una de las tesis que han surgido tras la publicación del vídeo es que el autobús buscaba esquivar el corte de vía. Esteban Benito, presidente de la asociación vecinal de Chueca y Salesas afirma que de ser esta la razón del incidente “lo único que pone en evidencia es la falta de profesionalidad del conductor y su empresa”. En cualquier caso, comenta Benito, “si hubiese habido más medios municipales, como agentes de movilidad, hubieran sido capaces de evitar que el bus entrara”.

Benito ha insistido en que “los servicios turísticos son una presión horrible para la gente que reside en el barrio”, donde la movilidad es uno de los problemas de mayor calado. “Los patinetes son un problema de primer nivel: están tirados por la calle y los invidentes tienen problemas porque se chocan con estos elementos”, asegura el portavoz. También llama la atención sobre los “25.000 hospedajes ilegales metidos entre edificios residenciales” para ilustrar que, en conjunto, “Madrid no tiene un plan que tenga en cuenta todos los efectos negativos que genera el turismo”. Este vecino de Chueca, uno de los barrios más golpeados por la gentrificación del turismo, augura que este barrio “terminará muriendo de éxito”.

Algunos de los ciudadanos que no estaban grabando con el móvil, comenzaron a lanzar indicaciones al conductor que salió en reversa del perímetro. Al final, el incidente no ha dejado más estragos que la barra de un balcón torcida, unos cables por arreglar y una postal para el recuerdo.

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