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Almeida culpa de las inundaciones a Aemet por no alertar, pero admite una posible falta de desagües

La agencia afirma que el miércoles cayeron en Madrid 25 litros por metro cuadrado, 15 por debajo del umbral de aviso más bajo, el amarillo

Un coche circula por una balsa de agua en la avenida de la Ciudad de Barcelona, el miércoles 14 de diciembre. Foto: EDUARDO PARRA (EUROPA PRESS) | Vídeo: EPV
Victoria Torres Benayas

“¿Para cuándo un dispositivo de movilidad? Caen cuatro gotas y Madrid queda colapsado”. Este comentario podría ser de cualquier madrileño el miércoles, pero es un tuit de José Luis Martínez-Almeida de 2018, cuando el ahora alcalde estaba en la oposición a Manuela Carmena. Cuatro años después, una vez más, llueve en Madrid y se repiten las imágenes de bocas de metro convertidas en cascadas y vestíbulos en piscinas, túneles anegados y numerosas calles y vías de acceso inundadas. ¿Fue una “tromba de agua fortísima”, como defiende Almeida frente a las críticas?

Al igual que con Filomena, el regidor ha echado balones fuera y ha culpado a la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) de no alertar de lo que iba a suceder. “Estamos dispuestos a estudiar medidas que mejoren la movilidad, pero tenemos que ajustarnos a parámetros técnicos y Aemet no dio aviso”, ha criticado este jueves tras la Junta de Gobierno. Según ha dicho Almeida blandiendo los mapas en verde de Aemet, el problema estuvo en que “no había previsión meteorológica de inclemencia alguna”, por lo que el Ayuntamiento desactivó el protocolo de emergencias. Sin embargo, “cayó una cantidad de agua extraordinaria en un periodo muy corto”.

En la rueda de prensa, el alcalde ha asegurado que en diciembre se recogen en Madrid “140 litros de media y ayer cayeron la mitad en hora y media”. Después, el Ayuntamiento ha corregido la cifra, pero ha asegurado que la correlación es correcta. “Llovió más de la mitad de la media de diciembre, según la Dirección General del Agua y Zonas Verdes. La media del mes es de 47 litros por metro cuadrado y en la estación de Retiro se recogieron 26, el grueso en hora y media″, subraya un portavoz de Emergencias.

Sin embargo, los datos de Aemet desmienten al alcalde. La agencia no activó ningún aviso porque “no se alcanzaron los umbrales”, defiende el meteorólogo Darío Cano, de la delegación de Madrid. Para que en la capital se decrete alerta amarilla por lluvia, la más baja de los tres existentes, se requiere una persistencia de 40 litros en 12 horas o de una intensidad de 15 en una hora y ni las previsiones apuntaban a esa cifra ni el agua caída finalmente llegó a ese nivel.

En Retiro se recogieron 24,9 litros en todo el día, 15 por debajo del umbral. Tampoco cayeron en hora y media sino “en cinco horas y 20 minutos”. La intensidad máxima fue de 10,3 litros en una hora, de 14.00 a 15.00 y, a las 19.00, hubo un momento de “intensidad un poco alta”, 5 litros en 10 minutos, “pero no es motivo de aviso”. Para que una lluvia sea torrencial, deben caer más de 60 en una hora o más de 10 en 10 minutos. Para Aemet no fue un día “extraordinariamente lluvioso”, ni la lluvia fue torrencial, ni se trató de una tromba de agua, sino de un mero chaparrón. “La máxima precipitación en un día de diciembre en Retiro fueron 41 litros en 1971″, puntualiza Cano.

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El martes, la agencia sí activó el aviso amarillo en el sur, Vegas y el oeste, que al día siguiente amplió al área metropolitana y del Henares. Cayeron en total 33 litros en Retiro, con lo que “ni siquiera ese día se alcanzaron los umbrales”, destaca Aemet. En consecuencia, la Comunidad decretó la situación de pre-emergencia del Plan Especial de Protección Civil ante Inundaciones, el nivel más bajo, lo que implica que el Gobierno regional alerta a los ayuntamientos, quienes tienen que activar medidas de prevención, seguimiento, información a los ciudadanos y activación de los servicios para afrontar la situación. El Consistorio activó su plan, que desactivó a mediodía de miércoles al no haber ya aviso de Aemet, a pesar de que el Gobierno regional ha mantenido la pre-emergencia hasta las tres de la tarde de este jueves. “Se desactivó porque va en función de las alertas”, alega el portavoz municipal.

La impresión de la agencia es que lo ocurrido el miércoles no se debió ni a la cantidad ni a la intensidad, sino a la acumulación. “En lo que va de mes, en Retiro se han recogido 132 litros, cuando el promedio es de 51, con una desviación de 87, hasta 138, porque hay diciembres en los que no llueve nada y en otros que sí. Este está siendo un mes muy húmedo, a seis litros de extraordinariamente húmedo, pero es una lluvia constante y mansa”, explica Darío Cano. La tierra está muy mojada y los sistemas de recogida y conducción, a tope.

Al margen de cuánto o cómo llovió, el alcalde ha señalado que los problemas no se produjeron solo en la capital y en infraestructuras de competencia municipal o regional sino en municipios de toda la región y en medios de transporte y carreteras estatales como la M-40, la A-42 y Cercanías. Y que, a pesar de no haber protocolo, no se registraron “incidencias significativas que pusieran en riesgo la vida o la salud”, los servicios municipales “funcionaron“ y los bomberos acudieron “sin demoras”. Hasta las ocho de la tarde, según Emergencias Madrid, los bomberos realizaron 141 intervenciones, de las que 61 estuvieron relacionadas directamente con la lluvia, la gran mayoría por balsas y pequeñas inundaciones. Ninguna grave y sin heridos. Fue un nivel alto: la media diaria está entre 70 y 80 intervenciones. Por su parte, desde las 14.30 a las 19.30, Emergencias 112 gestionó 323 incidentes y los bomberos de la Comunidad 70 intervenciones, ninguna de gravedad, en Móstoles, Getafe, Leganés, Arroyomolinos, Parla, Coslada o Majadahonda, entre otros.

El tormentón tuvo especial incidencia en el metro, con cortes en seis de las 12 líneas ―2, 4, 5, 6, 7 y 11― de las zonas sur, centro y norte de 19.00 a 21.00. Llegaron a cerrarse por inundación las estaciones de Banco de España, donde se produjeron las imágenes más llamativas al estar la estación en cuesta, y Quevedo. Para Francisco Olaya, portavoz de Metro Madrid, fue una situación “excepcional”, pero no inédita. “Todas las instalaciones, tanto los pozos de bombeo como los sistemas de drenaje, estaban operativos y funcionaron correctamente. En dos horas se desalojó el agua y se restableció el servicio con el trabajo de más de 500 personas”, destaca Olaya. No se produjo ninguna filtración o avería, sino que el agua “entraba desde la calle”. Además, no hubo Cercanías entre Atocha y Chamartín y la línea C5 estuvo dos horas cortada entre Villaverde Alto y Atocha. Varios túneles como el de la calle Bailén quedaron anegados y numerosas calles por todo Madrid se vieron encharcadas, como Alcalá, Atocha o la avenida de los Poblados. Vehículos averiados y algunos accidentes complicaron la hora punta de la tarde en las calles y en las vías de acceso.

Si no llovió tanto, ¿cuál fue el problema, estaban atascadas las alcantarillas? El Ayuntamiento lo niega y asegura haber reforzado la recogida de hojas y la limpieza viaria estos días de lluvia. En todo caso, defiende que, “de la rejilla para abajo”, la red de alcantarillado depende del Canal de Isabel II y este, a su vez, que es competencia municipal. Sea de quien sea la red, “no se registraron incidencias”, según una portavoz del Canal. Ante este panorama, la conclusión del alcalde es encargar “un estudio para determinar las causas de por qué se inunda Madrid, pero no ayer sino siempre que llueve”. A su juicio, “probablemente” haya menos imbornales ―desagües de las calzadas― de los que debería en algunas zonas. De ser así, se acometerán obras para aumentarlos y mejorar las conducciones de agua.

La oposición no ha ahorrado críticas. “Almeida dio en el clavo”, ha tuiteado la portavoz de Más Madrid, Rita Maestre, citando el mensaje de desactivación del protocolo. El candidato de Unidas Podemos, Roberto Sotomayor, ha opinado que “la lluvia es inevitable”, pero “lo que no lo es es la falta de mantenimiento y la lamentable gestión del Gobierno municipal y autonómico”, mientras que la portavoz socialista, Mar Espinar, ha instado al alcalde “a que no busque soluciones en Aemet” sino en “mantener el alcantarillado y los túneles, reordenar el tráfico, reforzar el transporte público y limpiar las hojas”. “Madrid no está preparada ni para el calor, ni la nieve, ni la lluvia”, sentencia Espinar.

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Victoria Torres Benayas
Redactora de la sección de Madrid, también cubre la información meteorológica. Licenciada en Periodismo por la Universidad de Navarra, cursó el máster Relaciones Internacionales y los países del Sur en la UCM. En EL PAÍS desde el año 2000, donde ha pasado por portada web, última hora y redes, además de ser profesora de su escuela entre 2007 y 2014.

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