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Desarticulada una banda que llevaba droga del puerto de Valencia a Vallecas oculta en tractores y cosechadoras

La policía detiene a 24 integrantes de la organización que distribuían el producto final en sofisticados escondites en coches por toda la ciudad y provincias limítrofes

Registros policiales para desarticular la banda de narcotraficantes.
Patricia Peiró

Los fardos llegaban al puerto de Valencia y acababan en pisos humildes en Villa de Vallecas fuertemente vigilados por un sistema de cámaras de seguridad. La policía ha desarticulado una red de narcotráfico de 24 personas que se dedicaba a distribuir esta droga por toda la Comunidad de Madrid y provincias limítrofes. El producto se escondía primero en maquinaria agrícola pesada como cosechadoras o tractores y después se almacenaba en ingeniosos escondites en una decena de coches que llevaban la droga a los camellos. El juez ha dictado prisión para siete de ellos.

Con mandos, resortes, piezas que no son lo que parecen... El elenco de modos de ocultar fardos y fardos de cocaína y marihuana en los vehículos con los que se movían por todo Madrid y alrededores no tiene fin. En el momento de los registros en las viviendas y coches que utilizaban para su fin criminal, los agentes del Grupo 18 hallaron casi 20 kilos de cocaína, alrededor de 13 de hachís y algo de cocaína rosa. La organización era un mosaico de nacionalidades: españoles, colombianos, ecuatorianos y brasileños. Una pyme multicultural del narco.

La droga llegaba a Valencia y desde ahí la trasladaban a una nave industrial en Cuenca, donde permanecía oculta en la maquinaria industrial. Lo que los delincuentes llama guardería, el sitio en el que el producto aguarda a que no haya peligro para ser transportado. De allí, viajaba hasta diferentes pisos en Vallecas, desde donde las metían en los agujeros ocultos de los turismos, las llamadas caletas. Cada miembro tenía su función. En su recorrido por diferentes puntos de Madrid, los coches con la droga estaban escoltados por otros miembros de la organización, que avisaban de posibles controles policiales u otro tipo de sobresaltos.

Las pesquisas comenzaron en mayo y después de horas y horas de vigilancia, a finales de junio los investigadores observaron cómo algunos de los detenidos escondían la droga en los huecos de los coches. Así fue cómo les dieron el alto, descubrieron un kilo de cocaína y se desencadenó el resto de la operación, que se ha saldado con 24 arrestados, la mayoría de ellos con diversos antecedentes.

Además de los estupefacientes, en las 16 entradas y registros en diferentes domicilios, los agentes intervinieron 111.000 euros en efectivo, seis armas de fuego simuladas y ocho vehículos. También hallaron diferentes útiles para cortar y pesar la droga, móviles y ordenadores y herramientas.

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Sobre la firma

Patricia Peiró
Redactora de la sección de Madrid, con el foco en los sucesos y los tribunales. Colabora en La Ventana de la Cadena Ser en una sección sobre crónica negra. Realizó el podcast ‘Igor el ruso: la huida de un asesino’ con Podium Podcast.

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