Ayuso: “La situación del PP es insostenible, nos desangramos y el perjuicio no puede salir gratis”
La presidenta de la Comunidad de Madrid anuncia que enviará la documentación del contrato que afecta a su hermano a la Fiscalía, donde ha sido denunciado por Más Madrid, el PSOE y Podemos
Por la calle de Los Mártires de Boadilla del Monte (Madrid) baja Isabel Díaz Ayuso perseguida por los gritos de apoyo de los vecinos que se agolpan a su paso: ”¡Presidenta!”. Cuando acaban los aplausos, la dirigente conservadora advierte de que la guerra que la enfrenta con el presidente del PP, Pablo Casado, no está resuelta. Todo lo contrario. Primero, anuncia que enviará a la Fiscalía toda la documentación sobre el contrato de la Comunidad de Madrid por el que cobró su hermano, y que ha motivado la guerra civil del PP y una denuncia de Más Madrid, el PSOE y Podemos. Luego, evita cualquier acercamiento a la dirección nacional, sabedora de que el secretario general, Teodoro García Egea, es la diana de todas las críticas por el conflicto interno, y de que Casado está en una situación de máxima debilidad. Finalmente, pide que la polémica tenga consecuencias. Nada de firmar la paz. Ayuso se descarta para suceder a Casado, pero exige el inicio de una nueva etapa en el PP.
“La situación es insostenible. Cada día que pasa, vamos a peor. Hace falta un giro absoluto por el bien de España”, afirma, alentando las dudas sobre el futuro de Casado al frente del partido. “Ahora se abre un escenario incierto que se va a tener que dirimir estos días, y espero que se haga pronto. Nos estamos desangrando, nos hundimos en las encuestas”, añade, en referencia a la presión interna para que el líder nacional dimita y se convoque un congreso extraordinario para elegir un sucesor. “Si tiene que haber dimisiones o no en el PP se verá estos días, pero no puede ser gratis causar este perjuicio, haberme robado mi presunción de inocencia tras 18 años en la casa y que mi familia reciba este trato; que se los persiga con cámaras, que se haya llegado a vincular a mi madre”, sigue. “Esto es gravísimo”, insiste. “No puedo mirar hacia otro lado y pretender que todo sigue igual. Alguien tendrá que asumir responsabilidades”.
Han pasado cuatro días desde que estalló el enfrentamiento de la presidenta de la Comunidad de Madrid con el líder del PP y unas horas desde que se concentraron miles de personas ante la sede de Génova para pedir la dimisión de Casado. El partido está roto en mil pedazos. Los cargos públicos e institucionales se miran de reojo, jugándose su futuro en función de a quién apoya cada uno de ellos. Y, en ese contexto, Casado aceptó las explicaciones de Ayuso sobre el contrato que benefició a su hermano de manera opuesta a como lo denunció: el líder ofreció una entrevista durísima en contra de la presidenta de Madrid, y luego dio el visto bueno a sus argumentos en privado.
“Es suficiente”, concede una fuente de la confianza de la presidenta regional. “Queremos recuperar la normalidad en la Comunidad de Madrid”, dice Ayuso para aceptar, sin ningún entusiasmo, la tregua ofrecida por Casado. Uno de sus colaboradores más cercanos reclama: “No necesitamos más. Ahora, lo del congreso del PP de Madrid”.
Pulso por el PP de Madrid
Así, la guerra civil del PP queda enquistada, y envenenando una herida por ahora imposible de cerrar en la formación conservadora. Porque lo que se está intentando dejar atrás es una batalla dentro de una guerra. En el horizonte, las presiones para convocar un congreso extraordinario que ponga punto final a la etapa de Casado al frente del partido. Luego, el pulso por la presidencia del PP de Madrid, origen del enfrentamiento: si Ayuso consigue ocuparla, acumulará un inmenso poder institucional y orgánico. Y, después, si no se adelanta la resolución, el congreso que decidirá el liderazgo nacional este verano, renovando a Casado en la presidencia o dándole la alternativa a otro líder.
“Mi compromiso está y estará en Madrid”, ha asegurado Ayuso durante la rueda de prensa en Boadilla del Monte, donde descarta una vez más su salto a la política nacional. “Nunca he pretendido sustituirle [a Casado], ni quiero estar en su lugar. Mi sitio es Madrid. No me voy a mover de mi responsabilidad”, ha añadido, contundente, mientras ha citado lo reciente de las elecciones de Madrid (mayo de 2021), y el compromiso consecuente que adquirió con los votantes de la región.
“No está previsto”, amplía un interlocutor de su confianza sobre la posibilidad de que la presidenta de la Comunidad de Madrid se presente a ese cónclave como candidata a presidir la formación. Una respuesta que se circunscribe al presente y deja abiertas todas las opciones para el futuro: Ayuso ha roto con Casado y se ha descartado este lunes para sucederlo al frente del partido, pero en el PP ya están todos pendientes de que el líder dimita o se vea obligado a convocar un congreso extraordinario para decidir el futuro de la formación conservadora.
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