Aznar hace de pegamento entre Casado y Díaz Ayuso
El expresidente comparte una charla con la baronesa popular en la que defiende su agresiva estrategia
Huérfano de su famoso bigote, José María Aznar habla sobre Isabel Díaz Ayuso como quien habla de una estrella del rock. “Ha demostrado el valor y la fuerza de la libertad”, dice entusiasmado este viernes, con la presidenta de Madrid a su lado, los alumnos del aula de liderazgo del Instituto Atlántico de Gobierno como testigos, y Pablo Casado como telonero invitado y a la vez ausente de la charla. Porque los dos líderes conservadores, pasado y presente del ala dura del PP, dedican el corazón de su conversación a defender que Díaz Ayuso y Casado son compatibles. Una demostración, por contraste, de que en el PP hay quien ve el auge de la baronesa como una amenaza al liderazgo nacional de su jefe.
“Si pretenden dividirme con el presidente de mi partido, generarme supuestas disensiones con él, para que me quede callada, se equivocan”, lanza Díaz Ayuso, que antes llega a la universidad Francisco de Vitoria rodeada por los estudiantes y algún grito de apoyo (“¡Presidenta, baja los impuestos!”). “Hay interés por ensombrecerle a él de manera deliberada”, opina, lanzando un dardo a los medios de comunicación. Y remata: “Quien lidera la oposición y va a gobernar España en el futuro es él. Él no es un hombre de complejos”.
No es una frase inocente. El triunfo de Díaz Ayuso en la campaña del 4-M desató emociones contradictorias en el PP. Por un lado, la euforia: tras los batacazos de las elecciones generales, vascas y catalanas, apenas aliviados por el triunfo en Galicia, el partido por fin vivió una noche electoral triunfal. Por otro, la tensión: si Díaz Ayuso había logrado esa victoria, y Casado acumulaba ya dos derrotas en las generales… ¿Cuántas oportunidades más habría que concederle?
Con esa pregunta en el aire, Díaz Ayuso atribuyó los rumores a compañeros de partido con complejos en una entrevista radiofónica. Pese a que los equipos de los dos líderes han tenido sus más y sus menos, por ejemplo por el fichaje de Toni Cantó para la lista electoral de Madrid, ambos han defendido siempre que mantienen una buena relación. Nunca, sin embargo, se expresó Díaz Ayuso con tanta contundencia como este viernes, animada por Aznar, empeñado en defender que es posible combinar liderazgos fuertes en el mismo partido, y voces como la de Díaz Ayuso, sin por ello opacar a Casado.
“Las elecciones de Madrid han marcado un camino, ese es el camino que esencialmente hay que seguir. Y para Pablo Casado eso es una gran ventaja”, arranca Aznar, que así viene a convertir a Díaz Ayuso en el oráculo del PP, la única con vista entre varios ciegos. “Isabel es una de las personas, como Pablo Casado, con todas las condiciones para un liderazgo brillante”, insiste. “Porque todo liderazgo inteligente se rodea de los mejores, y Pablo lo es”, añade, animando a la combinación de los dos políticos. Y remata: “Isabel hace lo que tiene que hacer. Cuando yo era presidente de Castilla y León, yo lo hice. Y de ahí nació una alternativa nacional. Es la realidad. A un presidente de una Comunidad no se le puede pedir que esté en silencio. Lo que denota un nivel muy bajo son todos aquellos que hay por ahí que no dicen una palabra más alta que otra. ¡Hay que decirlo! ¡Eso es la política!”.
A Aznar, queda claro, no le gustan los tibios. Su intervención revela muchas coincidencias con Díaz Ayuso. Separados por varias décadas, los dos políticos comparten partido, convicciones, y colaboradores: ahí está el jefe de gabinete de la presidenta de la Comunidad de Madrid, Miguel Ángel Rodríguez, que fue secretario de Estado de Comunicación en el primer Ejecutivo nacional del PP. No es la única conexión: aquel joven Casado que trabajaba en el gabinete de Aznar ya era conocido de Díaz Ayuso en las nuevas generaciones populares. Y por eso, quizás animado por la complicidad que evidencia la charla, el expresidente deja un consejo que también suena a advertencia.
“Convertirte en un punto de referencia tampoco es fácil”, dice Aznar a Díaz Ayuso. “Cuando no lo eres, normalmente vas por ahí y preguntas qué tienes que hacer”, ejemplifica. “Cuando lo eres, son los demás los que te lo preguntan a ti. Es una diferencia esencial”.
En eso está Díaz Ayuso. En 2019, Casado la eligió como candidata a la presidencia de la Comunidad de Madrid sin importarle que fuera una desconocida. Entonces era ella quien hacía las preguntas. Pasado el tiempo, Díaz Ayuso ha revalidado la presidencia de la Comunidad de Madrid, duplicando su resultado previo. Ahora las preguntas se las hacen a ella. También Casado, en búsqueda de una fórmula electoral que le permita soñar con llegar a La Moncloa.
Él aún no tiene el tirón popular de Díaz Ayuso. Acaba el acto. Aznar descuenta sin problemas los escalones que separan el escenario de la salida. La presidenta de Madrid tiene que detenerse a cada paso. Un dirigente universitario se acerca a Aznar. Mira a Díaz Ayuso. Y le dice al expresidente: “Parece David Bisbal”.
Suscríbete aquí a nuestra nueva newsletter sobre Madrid.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.