Seis duros años de malos tratos y acoso
Una policía municipal escribe una novela con uno de los casos más dramáticos y largos de violencia machista de la capital en los que una mujer estuvo a punto de ingresar en prisión
Aníbal es superdotado, egocéntrico y manipulador. Pero ante todo, Aníbal es un maltratador y un acosador, que casi siempre consigue que los que le rodean hagan lo que quiere. Aníbal centra todos sus esfuerzos en lograr sus planes maquiavélicos y para ello se ayuda de su familia y hasta de delincuentes. Aníbal es el protagonista de la novela Un currículum perfecto, que ha escrito la policía municipal de la capital Noelia Colmenarejo y en la que se reflejan los seis años de agresiones y de persecuciones que vivió la pareja de este narcisista de 31 años. Este largo proceso, en el que la agente llegó incluso a temer por la vida de la mujer, se ha plasmado en este libro que muestra las enormes dificultades que tienen muchas víctimas para que las crean y salir de la violencia machista.
Un currículum perfecto (Libros Indie, 271 páginas, 18 euros) es el trabajo de tres años, en el que se van mezclando las visiones de Aníbal y de Natalia, la policía que se enfrenta a las agresiones que sufre Macarena, la pareja del protagonista. El libro alterna las vivencias y recuerdos de ambos, con un estilo directo, repleto de diálogos, en los que se trasluce el carácter de Aníbal y las dificultades de la agente y sus compañeros para enfrentarse a este. Esta dualidad de narradores permite descubrir al lector la complejidad del caso, el carácter malvado de Aníbal y la sumisión y el grado de anulación que sufre Macarena. Todo ello, con un final sorprendente.
El libro, al que se han cambiado los nombres y algunas circunstancias para evitar que se conozca a las personas que las sufrieron, refleja una historia real. Muestra el calvario de Macarena desde que denunció a su pareja en febrero de 2012 al intentar agredirla en su casa hasta que el caso se resolvió por parte de un juez de lo Penal.
“Tardé tres años en escribirlo porque la historia no terminaba. Según avanzaba el tiempo, tenía que cambiar algunas cosas por los acontecimientos que iban ocurriendo. Además, hubo una época que lo dejé porque no tenía muy claro cómo iba a acabar todo esto”, reconoce Noelia Colmenarejo. Nacida en Madrid hace 37 años, lleva 12 en la Policía Municipal. Compagina su trabajo de patrullera con el grupo de Violencia de Género en el distrito de Chamberí. “El esqueleto, la historia en sí, es real en un 80%. Para hacerlo aún más explicativo o didáctico, le he añadido circunstancias de otros casos. A partir de ahí, lo he novelado, como cuando me meto en la mente de Aníbal y cuento todos sus pensamientos. En buena lógica, yo no sé lo que se le pasa por la cabeza de un maltratador”, afirma la agente.
La historia comienza la tarde de un lluvioso sábado de febrero, cuando los agentes reciben la llamada de que un hombre estaba amenazando a una mujer en un piso. Eran Aníbal y Macarena. El primero es detenido, pese a sus mentiras e intentos de forjarse una coartada. Tras otro incidente, ingresa en prisión y desde ahí utiliza todo su ingenio para vengarse de su expareja. Eso sí, gracias a la ayuda de su madre y de sus enormes conocimientos informáticos. “Aníbal siempre demostró que tenía que ser el jefe, que se tenía que hacer lo que él decía. Siempre presumía que era un superdotado y que tenía un gran don de gentes”, recuerda Noelia Colmenarejo.
Investigada y procesada
La situación cambia tanto que Macarena pasa de ser víctima a ser investigada y procesada. “En todo este tiempo sentí mucha frustración. Siempre pensaba en cómo poder ayudarla y sacar a Macarena de todo el lío en el que estaba metida. Hubo gente que sí dudó de su palabra y llegó a pensar que nos había mentido, que se había inventado todo para acabar con Aníbal”, añade la agente.
Colmenarejo ha bautizado este caso como “un claro ejemplo de violencia de género por poderes”, cuando el agresor, ese hombre machista que quiere anular a la mujer, la convierte en presa del sistema y de las instituciones. Para ello, Aníbal utiliza todos los resortes jurídicos para denunciar a Macarena. “La mujer no debe tener miedo a denunciar. Pero no solo la víctima. Tampoco sus familiares, sus amigos, sus conocidos. Hay que acabar ya con la idea de que la mujer miente o busca algo cuando denuncia. Al revés, es la única forma de poder ayudarla”, repite la policía. De hecho, en el libro se deja claro el mensaje. Es la propia mujer la que debe denunciar antes de que otros lo hagan por ella cuando ya sea demasiado tarde, cuando su pareja ya la haya asesinado.
“En estos 12 años que llevo en el cuerpo, algo está cambiando. Ahora ya empiezan a denunciar los allegados porque muchas veces la mujer tiene la mente bloqueada. Eso sí, aun falta mucho por conseguir. No lo hacemos lo suficiente y mucho menos los hombres”, añade. “Hay miles de situaciones y algunas son muy duras. A veces es muy difícil de solucionarlas, sobre todo si hay niños de por medio”.
Colmenarejo también cree que es mucho más grave la violencia psicológica que la física: “Un golpe duele pero se cura, pero el anular a una mujer, el pasar seis años como los que sufrió Maca es mucho peor que cualquier golpe”. También quiere dejar claro que la violencia machista se da en todas las edades y en todos los estratos de la sociedad. “Lo que ocurre es que en la clase que se podría llamar alta se busca mantener el estatus y evitar el qué dirán”.
En la historia, también se mezclan los momentos duros sobre todo cuando el trío de agentes del grupo de Violencia de Género se rompe. “De Maca sabemos que está bien, que está intentando rehacer su vida y que lucha para salir adelante. Hablamos de vez en cuando. Es una mujer muy, muy fuerte y muy capaz”, explica Colmenarejo. “Fue víctima en doble sentido. Primero, por parte de Aníbal. Después por ese largo tiempo que tuvo que pasar hasta que se terminó su caso”, resume.
60 asesinadas en una década
Un total de 60 mujeres han muerto asesinadas en la región en la última década (2011-2020) por sus maridos o parejas, según los datos de la Delegación del Gobierno contra la Violencia de Género. En ese periodo, se pusieron más de 217.000 denuncias en la Comunidad de Madrid por violencia machista -con datos hasta tercer trimestre de 2020-, según datos del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ). El primer y hasta el momento único caso mortal registrado en lo que va de este año en toda España ocurrió el pasado 17 de enero, cuando un hombre de 84 años asesinó a su mujer, de 82, en el número 4 de la calle de Benadalid (Puente de Vallecas). Después, intentó suicidarse. La Policía Nacional lo detuvo acusado de un delito de homicidio.
Desde que existen registros (2003), han sido asesinadas 1.079 mujeres, según datos de la Delegación del Gobierno. “Todo este problema se soluciona con educación, pero es un proceso a largo plazo. Por eso, que sea tan importante que se denuncien todos los casos”, concluye la policía municipal Noelia Colmenarejo.
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