Una película que te lleva dentro de una orquesta y un violín
‘Symphony’ es una experiencia de realidad virtual que permite conocer de otra forma la música clásica
¿Qué se siente al estar en una orquesta dirigida por Gustavo Dudamel? ¿Cómo se ve un violín desde dentro? Symphony pretende responder estos interrogantes dándole la oportunidad al espectador de verlo en primera persona. Desde ayer y hasta el 19 de enero, esta experiencia de realidad virtual estará en Madrid, tras ser inaugurada en septiembre en Barcelona.
Dentro de un par de camiones diseñados especialmente para los visionados y que están aparcados en la Plaza de Oriente, en el centro de la capital, se presentan las dos películas que componen el proyecto, una producción de la Fundación “la Caixa”. Por medio de unas gafas de realidad virtual que ofrecen una vista de 360 grados, el espectador pasa a formar parte de la Mahler Chamber Orchestra bajo el mando del afamado director venezolano Gustavo Dudamel. El director de la producción, Igor Cortadellas, resume la ambición del proyecto: “No es una película que hay que ver, es una película que hay que vivir”.
El proyecto comenzó a gestarse hace cuatro años con la idea de lograr acercar el mundo de la música clásica a nuevos públicos. La Fundación “la Caixa” se acercó a Dudamel para proponerle el proyecto y el director de la Filarmónica de los Ángeles no dudó en sumarse. “Debemos hacer uso de todos los recursos que podamos tener para poder acercar la música clásica a una nueva generación para que la entienda y vea que 300 años después sigue siendo vigente”, apuntó ayer en la presentación. Para Dudamel no es cuestión de convertir la música clásica en un espectáculo de masas y comercial; se trata de intentar presentarla de una forma más cercana al público, que, según señaló, la considera como algo “superior a ellos”.
El espectáculo comienza con la proyección de una primera película que también dura 12 minutos, pero es más tradicional. En ella se narra el viaje de tres jóvenes músicos —desde una playa mediterránea, Nueva York y las montañas de Colombia— hasta el escenario del Gran Teatro del Liceo de Barcelona. En esta parte no hay diálogos, todo está guiado por los sonidos de cada lugar, que se van ordenando para crear música. El bullicio de la ciudad y los rieles del metro dan paso al comienzo de Take Five. “Mostramos de cierta forma lo que hace un compositor: ordenar sonidos para crear música”, explica Cortadellas.
La segunda película es la que se ve con gafas de realidad virtual, sentado en sillas que permiten moverse 360 grados, facilitando el disfrute de la experiencia inmersiva. Con la narración de Dudamel y la música de Beethoven, Mahler y Bernstein de fondo, esta propuesta combina la imagen real filmada en 360 grados en el escenario con la orquesta y el taller de un lutier con la imagen generada por ordenador (CGI) y otros efectos visuales animados. Con esta técnica se recrean universos oníricos que encuentran inspiración en la naturaleza para acompañar los compases musicales, pero también para ubicar al espectador dentro de un violín o una trompeta.
Tras su paso por Madrid, la propuesta viajará por la península durante los próximos años. En una década se pretende llevar a 100 localidades españolas. “Pretendemos estar en el centro de todas las ciudades para estar al alcance de todos”, dijo la directora de la fundación “la Caixa”, Elisa Durán. Hasta el momento 17.000 personas han disfrutado de la experiencia en Barcelona, Santander y Valladolid, pero esperan que después de la pandemia hasta 200.000 personas puedan vivir Symphony cada año.
Las entradas para Symphony son gratuitas y se pueden reservar en la web o en taquilla. Los pases se realizan de 10.15 a 14.00 y de 15.00 a 21.00, de lunes a domingo.
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