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ELECCIONES CATALANAS
Análisis
Exposición didáctica de ideas, conjeturas o hipótesis, a partir de unos hechos de actualidad comprobados —no necesariamente del día— que se reflejan en el propio texto. Excluye los juicios de valor y se aproxima más al género de opinión, pero se diferencia de él en que no juzga ni pronostica, sino que sólo formula hipótesis, ofrece explicaciones argumentadas y pone en relación datos dispersos

Sánchez confía en desvincular sus necesidades en Madrid de las del PSC

La respuesta electoral de los catalanes puede reafirmar al presidente del Gobierno en que su dedicación a “pasar página” del ‘procés’ le ha merecido la pena

El candidato a la presidencia de la Generalitat por El PSC, Salvador Illa (derecha), este domingo en Barcelona.Foto: MASSIMILIANO MINOCRI | Vídeo: EPV
Anabel Díez

Las cábalas sobre si para Pedro Sánchez eran más importantes las elecciones europeas del próximo 9 de junio que las autonómicas catalanas de este 12 de mayo dan la razón a los que se situaban en esta segunda opción. Su política en relación a Cataluña ha consumido muchas energías de su Gobierno y de su partido, toda vez que el PP ―y siempre VOX― ha hecho de ella el ingrediente fundamental de su estrategia de oposición.

La respuesta electoral de los catalanes puede reafirmarle en que su dedicación a “pasar página” del procés le ha merecido la pena. Hizo “de la necesidad virtud”, comprometiéndose a esa medida de gracia (la amnistía), en la que no pensó en absoluto hasta que comprobó que sin los siete votos de Junts en el Congreso no sería investido presidente del Gobierno tras las elecciones del pasado 23 de julio. A partir de ponerla en marcha, con negociaciones agónicas con Junts y ERC, y con intervenciones del Poder Judicial que le obligaban a revisar el texto una y otra vez, el líder socialista convenció a su partido, y a él mismo, que con su aprobación, Cataluña dejaba atrás el procés. El resultado de estas elecciones puede certificar que así ha sido, con la ruptura de una mayoría independentista. Este sería el primer objetivo que Pedro Sánchez se propuso y ha conseguido. El segundo será que un socialista sea presidente de la Generalitat, Salvador Illa. Esa fase empieza a trabajarse desde hoy mismo.

La traducción del resultado catalán en el Gobierno de España tendrá distintas fases y, las iniciales, no estarán exentas de tensión y zozobra, una vez que Puigdemont proclame, como prevén en el PSC, que “Madrid” no tendrá facilidades para que Sánchez pueda sacar adelante sus proyectos. No solo será Puigdemont el que avise de que él está muy lejos de ser un colaborador del Gobierno, sino que también ERC tiene por delante un proceso de reflexión sobre sus próximos pasos en Cataluña y en relación al Ejecutivo en Madrid. Primero tendrá que hacer el duelo por el intenso varapalo sufrido en Cataluña, después de haber sufrido cárcel para sus líderes y desgaste en la gestión del Gobierno de Cataluña, del que Junts se desentendió muy pronto.

Todos estos elementos se tienen en cuenta en el PSOE y en Moncloa para prever que no recibirán declaraciones entusiastas de apoyo. ¿Le harán la vida imposible en las Cortes, hasta que se vea obligado a convocar elecciones generales el próximo otoño? No lo creen. Todos, ellos también, constatan el avance de la derecha y la extrema derecha. Paso a paso; ahora quieren regodearse en que la política de Sánchez ha roto la mayoría independentista, y que los independentistas no tienen por qué vincular el devenir del Gobierno catalán con el día a día de Madrid. Anoche se apuntaba, a modo de pregunta retórica, qué incentivos pueden tener los independentistas para propiciar unas elecciones generales a corto plazo. No los tienen, o eso quieren creer.


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Sobre la firma

Anabel Díez
Es informadora política y parlamentaria en EL PAÍS desde hace tres décadas, con un paso previo en Radio El País. Es premio Carandell y Josefina Carabias a la cronista parlamentaria que otorgan el Senado y el Congreso, respectivamente. Es presidenta de Asociación de Periodistas Parlamentarios (APP).
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