57 gallos de pelea, un ring y 13 kilos de cocaína: el golpe contra una banda de Valencia termina con 40 detenidos

31 hombres y 9 mujeres, han sido detenidos por la Policía Nacional en las provincias de Valencia y Madrid por narcotráfico, tenencia ilícita de armas y delitos contra los animales. Los detenidos tienen entre 19 y 73 años y 6 de ellos han ingresado en prisión provisional tras pasar ante el juez, según ha informado la Policía Nacional en un comunicado.

La Policía ha realizado 18 registros en los que se ha intervenido más de 13 kilos de cocaína, 105 gramos de hachís, 560 gramos de marihuana, 57 gallos de pelea, alrededor de 118.000 euros en efectivo, cinco armas de fuego, tres armas blancas y 16 vehículos.

La investigación se inició en septiembre cuando los agentes sospecharon que un clan familiar del barrio valenciano de Nazaret traficaba con drogas. Los detenidos usaron varios inmuebles y vehículos para menudear y establecer contactos para la adquisición de droga a mediana escala, según la Policía Nacional. La mitad de los arrestados, aproximadamente, son españoles y la otra, colombianos.

Los detenidos contactaban con unos hombres residentes en la Comunidad de Madrid que tenían la logística y ramificaciones suficientes para suministrar y proveer a esta organización familiar de la droga necesaria para distribuirla posteriormente en Valencia, según las primeras indagaciones. Los arrestados movían la droga en un vehículo “caleteado”, es decir, con escondites dentro para ocultar los estupefacientes.

Cuando se identificaron a todos los integrantes de la organización y se ubicaron los lugares desde los que presuntamente delinquían, se diseñó un operativo en tres fases que permitió llevar a cabo un total de 18 registros domiciliarios en los que se intervino más de 13 kilogramos de cocaína.

En uno de los domicilios de los principales investigados se disponía de una instalación perfectamente establecida para la crianza de gallos de pelea, 57 en concreto que han sido puestos bajo protección. Los animales tenían los espolones afilados y zonas del cuerpo desplumadas. En la vivienda donde se encontraron los gallos había también una especie de ring y otros elementos destinados al entrenamiento clandestino de estas aves de pelea.