El fuego devora las fallas del año de la catástrofe en Valencia
Los falleros utilizan más acelerante que otros años por la humedad pues ha sido una de las ediciones más lluviosas y frías desde que hay registros


El fuego tiene algo tribal. Fascina. Miles de ojos entre la masa brillan de cara a este rito ancestral. Las cientos de personas congregadas han visto un año más como las llamas devoraban pasadas las once de la noche de este miércoles la falla municipal en la plaza del Ayuntamiento de Valencia. La catarsis, el final y vuelta a empezar. El arte convertido en cenizas y el cambio de ciclo. Los valencianos recordarán 2025 como el de la riada que devastó buena parte de la provincia de Valencia y se cobró la vida de 228 personas. Han sido unas fiestas agridulces por el recuerdo de la dana y también por la lluvia y el frío. El president de la Generalitat, Carlos Mazón, ausente durante todas las fiestas ha asistido al colofón final de la cremà de la falla municipal.
Esta falla municipal, de 20 metros de altura, diseñada por los artistas Alejandro Santaeulalia y Vicente Llácer, llevaba el lema de Fauna fallera y ha costado 239.000 euros. El tema de este montaje es el de “la propia fiesta fallera”, según explicaron los artistas en el proyecto. Las escenas se referían a animales humanizados a modo de sátira de “los variados pelajes que la fiesta nos ofrece”. Es la última de la ciudad en prenderse, según el calendario oficial. El monumento se ha consumido frente a los ojos llorosos de la Fallera Mayor Berta Peiró.
Con la cremà de la falla municipal termina otra edición de una de las fiestas más internacionales de España. Antes han ardido 770 de estos monumentos que los artistas han plantado en la ciudad. La falla municipal está fuera de concurso. Sin embargo, muchas de estas obras, levantadas la mayoría con corcho blanco que adopta formas imposibles, son escenarios para la sátira, la protesta y los problemas que aquejan a la sociedad.
Las críticas por la gestión de la dana se han plasmado en diferentes fallas con ninots del president de la Generalitat, Carlos Mazón, y escenas como la puerta de El Ventorro con el cartel de “no molestar”. Así como referencias a las víctimas y a los voluntarios. Otros personajes que han ardido en esta edición han sido las figuras emulando a Donald Trump, Elon Musk, Carles Puigdemont, Íñigo Errejón o Pedro Sánchez.
La llegada del president ha tenido lugar poco antes de las diez y media de la noche, media hora antes de que comenzara la cremà de la falla municipal grande, según han publicado en redes sociales miembros del grupo municipal socialista y de Compromís, presentes en el acto protocolario previo a ese espectáculo pirotécnico con el que finalizan las Fallas.
Las fallas de 2025 han sido de las más frías y lluviosas de la historia, al coincidir con las borrascas Konrad y Laurence. A las nueve de la noche los pirotécnicos han quemado la falla infantil municipal y se ha confirmado que los monumentos iban a arder más lento de lo habitual a consecuencia de la humedad. Las comisiones falleras han necesitado este año más gasoil para la combustión. Los ninots por lo general son bastante resistentes al agua gracias a la pintura y al corcho blanco de que están hechos, pero la humedad superficial de una lluvia persistente ha ralentizado la capacidad de arder. Justo este miércoles, día de la cremà la lluvia ha dado una tregua.
Jordi Rodrigo, de 48 años, es el presidente de la comisión Portal de Valldigna-Salinas. Esta es una falla pequeña y no hay un técnico que la encienda, sino que lo hacen ellos bajo la supervisión de los bomberos. “La falla es de madera y corcho. Acumula mucha agua. Hay que meter más gasolina con cuidado”, explica. Rodrigo explica con emoción que “la cremà es muy sentimental. Todos los falleros recuerdan cosas que han pasado durante el año, ríen y lloran. Lo vivimos con mucha emoción”. Sobre la lluvia de los días pasados asegura que “el que es fallero no piensa si va o no, lo hace por devoción”.
La Agencia Estatal de Meteorología, la Aemet, asegura que estas fallas han sido las más frías del siglo junto con las de 2015 y 2010. El 17 de marzo, por ejemplo, fue el día más frío desde 1989. La entidad avisó hace unos días de que el día 18 de marzo podría ser el día fallero más lluvioso desde que hay registros de 1938.
Este ritual ígneo ha requerido todo un despliegue de más de 350 bomberos. Un total de 106 fallas se consideran de riesgo por su cercanía a edificios, mobiliario urbano o árboles. Al dispositivo de bomberos se han sumado efectivos del la provincia de Castellón y de los ayuntamientos de Castellón y de Madrid. También ha participado un centenar de voluntarios de Protección Civil.
Previamente y durante cuatro días, el Consorcio Provincial de Bomberos de Valencia ha revisado centenares de fallas, no solo de la ciudad, sino también las que se plantan en otros municipios de la provincia. La información sobre la peligrosidad de los monumentos se recoge en un sistema informatizado.
De la cremà se ha salvado el ninot Forn Pa i Porta de la falla Convento Jerusalén, la vencedora este año en la categoría de fallas de especial, que representa a una pareja de ancianos que celebra sus bodas de oro en un horno de pan y que hace un juego de palabras en homenaje al municipio de Paiporta, uno de los más afectados por la dana.
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