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Día del Orgullo
Opinión
Texto en el que el autor aboga por ideas y saca conclusiones basadas en su interpretación de hechos y datos

Orgullo para todos

Dada la proximidad del PP al credo cristiano, voy a usar ese precepto para pedirles que, antes de celebrar el Orgullo LGTBI, hagan examen de conciencia y recuerden todas las decisiones que infligieron dolor a tantas personas

Celebración del día del Orgullo LGTBI en Valencia, en 2021.
Celebración del día del Orgullo LGTBI en Valencia, en 2021.Jorge Gil - Europa Press (Europa Press)
Ximo Cádiz Ródenas

El catecismo de la Iglesia Católica define la contrición como “un dolor del alma y una detestación del pecado cometido con la resolución de no volver a pecar”. Y dada la proximidad del Partido Popular al credo cristiano, voy a usar ese precepto para pedirles que, antes de celebrar el Orgullo LGTBI hagan examen de conciencia y recuerden todas las decisiones que infligieron dolor a tantas personas. De sus compinches de Vox no espero arrepentimiento: siguen empeñados en que no hay nada que conmemorar, que tener una orientación sexual o identidad de género distinta de la mayoritaria no implica ninguna discriminación.

Es un gran logro que las instituciones quieran sumarse al Orgullo LGTBI, pero cuando sus actos son contrarios a lo que se reivindica en estas fechas resulta hipócrita e incoherente. El PP es el partido que votó, durante los gobiernos de Aznar, hasta cinco veces contra la legalización de las parejas homosexuales, en 2005 se opuso a la reforma del Código Civil que reconoció el matrimonio para parejas del mismo sexo, en 2007 votó no a la Ley reguladora de la rectificación registral de la mención relativa al sexo de las personas (que permitía a las personas trans ajustar su documentación a su identidad de género), es el partido que presentó un recurso ante el Tribunal Constitucional contra el matrimonio igualitario (que no se resolvió hasta 2012). Es el partido cuyo líder, Alberto Núñez Feijóo prometió derogar la Ley trans estatal si ganaba las últimas elecciones generales. Son sus gobiernos los que han cerrado servicios de información sexual para jóvenes, censuran y esconden libros y películas de temática LGTBI o feminista, anuncian una revisión de las leyes valencianas LGTBI y trans (en Madrid, el PP ya ha recortado derechos: ya no se prohíben las terapias aversivas para “reconvertir” la orientación sexual o la identidad de género).

Ahora, la alcaldesa, María José Català, pide que se despolitice el Orgullo LGTBI. Le faltó decir “usted haga como yo, no se meta en política” (eso defendía Franco). Va a ser que no: el Orgullo es y será una fiesta política ciudadana; seria, pero no aburrida; donde con visibilidad se reivindica la diversidad, la dignidad y los derechos, se denuncia la discriminación y el odio. Ya lo afirmaba el feminismo de los años 70, “lo personal es político”.

Sin hacer acto de contrición, quieren apropiarse del Orgullo LGTBI (para atrapar votos) como si nada hubiera pasado. Deben pensar que no tenemos memoria o somos imbéciles. Y lo hacen hostigando a Lambda, la asociación que lo organiza desde 1986, contraprogramando actos festivos vacíos de contenido reivindicativo, aplicando el principio caciquil de “qui paga, mana” y lanzando infundios sobre la gestión económica de esa entidad. ¿Se imaginan que la Generalitat suplantara a los sindicatos en el 1º de mayo o al movimiento feminista el 8 de marzo? Pues esto es lo que ha pasado en València. Inaudito. Temen la capacidad movilizadora del Orgullo y maniobran para controlarlo. Para que tengamos un Orgullo para todos, el PP debe reconocer sus errores y demostrar, con hechos, que hay propósito de enmienda.

Mi primera participación en un Orgullo fue en 1994. Éramos unas decenas de personas en la plaza de la Mare de Déu. Aquel acto de afirmación, visibilidad y reivindicación creció a medida que Lambda y el activismo en toda España conseguía situar en el debate público y en la agenda política el respeto a la diversidad y la lucha contra la discriminación. Siempre fuimos conscientes de que hacíamos política y así hemos impulsado una “maravillosa revolución por las libertades sexuales” como dice Toni Poveda, ex coordinador de Lambda, en el recién estrenado documental de Carlos Giménez, València, t’estime.

Antonio Machado escribía “haced política, porque si no la hacéis, alguien la hará por vosotros y probablemente contra vosotros”. Ahí tenemos a Meloni, Orban, Milei, Ayuso… que discriminan, suprimen y violentan nuestros derechos. No se lo vamos a permitir.

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