El Gobierno local de Valencia suprimirá el túnel de Pérez Galdós y dejará dos carriles al tráfico privado por sentido
El concejal de Movilidad, Jesús Carbonell, sostiene que la propuesta del anterior ejecutivo colapsaría el tráfico, según informes técnicos
El nuevo gobierno local de Valencia, de PP y Vox, ha modificado el plan de reordenación de la avenida de Pérez Galdós y Giorgeta, una de las rondas con más tráfico de la capital y que todavía conserva un túnel subterráneo para el paso de vehículos. El ejecutivo de María José Catalá paralizó el proyecto aprobado por el anterior gobierno y, a la vista de los informes, eliminará el paso inferior, reservará carriles segregados para bus, taxi y bicicletas, pero dejará dos carriles para el tráfico privado por sentido, en lugar de un solo carril por el que optó el anterior equipo de gobierno. “Con el proyecto del Rialto, la ciudad colapsaría”, ha asegurado el concejal de Movilidad, Jesús Carbonell.
“Nuestro planteamiento supone el mismo número de carriles de vehículo privado que hay en la actualidad, sin olvidar que eso ya quita un vial al coche respecto de la situación inicial. También suprime el túnel, una de las reivindicaciones más importantes de los vecinos, y todo ello sin perjudicar el tráfico privado en el conjunto de la ciudad”, ha defendido este jueves el concejal.
El anterior gobierno, de Compromís y PSPV, lanzó en 2021 un concurso de ideas para la redacción de un proyecto para este entorno, que eliminaba el paso inferior o túnel, implantaban un carril bici, un vial de bus y taxi segmentado en cada sentido de la circulación, y el espacio restante se tenía que redistribuir entre dos carriles de circulación y una mediana central.
En 2022 se presentó la actuación a los fondos europeos y al anterior diseño se incorporaron nuevas condiciones: una plataforma con dos importantes cajas peatonales, arbolado, carriles para bicicletas y transporte público y una reducción de espacio para el vehículo privado, además de favorecer recorridos peatonales. En definitiva, se quitó un carril para el tráfico privado. En julio de 2023 se adjudicó al proyecto de remodelación una subvención de 9,9 millones de euros con cargo a los fondos Next Generation con un calendario de adjudicación en marzo de 2024 y un final de obras en junio de 2025. El paso inferior se reconvertirá en un tanque de tormentas.
El nuevo gobierno, entonces del PP en minoría, paralizó el proyecto para revisarlo y solicitó el pasado agosto un estudio de simulación de tráfico al Servicio de Movilidad, cumpliendo las bases del concurso de ideas para evitar la redacción de un nuevo diseño. También se cumplía con la memoria enviada a la UE y se tenía en cuenta que la avenida de Pérez Galdós y Giorgeta es una ronda que forma parte del eje prioritario que canaliza y distribuye el tráfico por el conjunto de la ciudad. La solución escogida no debía de perder el carácter de ronda de la avenida.
A la vista de los informes, diseñaron dos propuestas de escenario: uno con dos carriles para el tráfico privado y otro para el transporte público segregado y el carril bici, eliminando el túnel; y un segundo escenario, con solo un carril para el coche privado, otro para el bus, un vial para la bici y la eliminación del paso inferior. Con el segundo escenario, la vía funcionaría congestionada durante prácticamente todo el día, según la directora de Movilidad del Ayuntamiento de Valencia, Elena Ayllón.
El escenario primero, el escogido por el gobierno local, permite que la avenida funcione con un nivel de servicio similar al actual y es compatible con la memoria enviada a la UE. Elimina además el túnel, genera permeabilidad y la conexión entre barrios, segrega el carril bus y mejora la velocidad comercial del transporte público y da continuidad a la red de carriles bici del resto de la capital. Permitirá también introducir tres líneas de arbolado, ampliar las aceras y sería una ronda coherente con las del resto de la ciudad, ha añadido Ayllón.
Según Cruz López, la jefa del Servicio de Movilidad, quitar el túnel supone prohibir el giro a la izquierda desde Pérez Galdós hacia la calle Linares. Ese giro se suprime y se habilita toda la avenida en doble sentido de circulación como son ahora Peris y Valero o Cardenal Benlloch.
“Nuestro objetivo era no perder los fondos europeos y con este planteamiento no se pierden”, ha subrayado Carbonell. “También queríamos mejorar y naturalizar la avenida y no perjudicar el tráfico en el conjunto de la ciudad. Tener en cuenta, no solo los derechos de los vecinos de la avenida sino también que el resto de usuarios de la ciudad no se vieran afectados”, explica el concejal.
“Con el proyecto del Rialto, la ciudad colapsaría”, ha reiterado Carbonell. Porque, si bien el tráfico en la vía disminuiría un 26%, esa circulación se redistribuiría por otras vías y abocaría a un colapso circulatorio no solo en esa avenida sino también en las colindantes, sostiene el actual gobierno. La avenida de Fernando El Católico se convertiría en un itinerario alternativo con un incremento del 14% del tráfico y los dos kilómetros de recorrido de la avenida se haría en un tiempo de 10 minutos en un sentido y de siete en el contrario, “lo que duplica los minutos de nuestra propuesta, sin olvidar el consumo de combustible”, ha incidido.
Una “autopista” urbana
Compromís ha denunciado, tras conocer el proyecto del PP, que mantiene exactamente la misma estructura de carriles que existe en la actualidad, cuatro para tráfico privado, dos segregados para EMT/taxi, y dos carriles bici unidireccionales (uno por sentido), con la única concesión del cierre del túnel, cuyo tráfico y humos, como han explicado los técnicos de movilidad municipales, se trasladará integralmente a la superficie.
“Nos encontramos ante una nueva estafa a la ciudadanía perpetrada por el Maria José Català. Frente a la posibilidad única de reducir notablemente el tráfico de paso en el centro de la ciudad y realizar una actuación ejemplar como la que estaba prevista que naturalizaría Pérez Galdós, el PP anuncia que va a utilizar la reforma para subir todo el tráfico, toda la contaminación ambiental y acústica, y todas las molestias, a la superficie”, apunta el concejal Giuseppe Grezzi. “Es tremendo que, con todas las ciudades transformándose para adaptarse a las nuevas circunstancias del cambio climático, este gobierno negacionista, quiera seguir manteniendo estas autopistas urbanas propias de una ciudad tercermundista”, ha añadido el edil.
Para la concejal socialista María Pérez el proyecto por el que apuesta el gobierno de Catalá “es insuficiente” porque se pierde una oportunidad de seguir reduciendo la contaminación en la ciudad. “Las políticas de la Unión Europea buscan ganar espacio para los peatones y aquí en Valencia vamos ahora en sentido contrario: recortar el espacio peatonal y no limitar el tráfico privado, que era una de las prioridades de los vecinos”, ha denunciado Pérez.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.