El mensaje de un hombre tras la muerte de su padre, atropellado cuando circulaba en bici: “Elijo no guardar rencor”

“El martes mataron a mi padre. Había vuelto de vacaciones el día anterior, y lo primero que hizo fue llamar a sus compañeros jubilados de la peña ciclista para rodar al día siguiente. La bicicleta era su pasión. Salieron tres. Solo volvió uno. Una furgoneta de reparto les atropelló mientras subían a almorzar al pueblo de uno de ellos en Valencia. El conductor se dio a la fuga”.

Es el principio del emocionado y reflexionado mensaje que Simón Muñoz ha dedicado a su padre, Federico Muñoz, de 73 años, uno de los dos ciclistas (Perico Garfella, de 74 años, fue el otro) que murieron el martes en la carretera CV-405, a la altura del término municipal de Torrent. Una furgoneta arrolló a los ciclistas en la maniobra de adelantamiento. Uno falleció allí mismo, en la carretera, y el otro, unas horas después en el hospital La Fe.

El ciclista que resultó ileso describió la furgoneta y cómo se paró un momento tras la colisión para arrancar en seguida. La Guardia Civil localizó la empresa de paquetería y reparto de un pueblo cercano a la que pertenece en vehículo. Ese mismo martes, el conductor fue identificado, si bien huyó de su domicilio habitual en el área metropolitana de Valencia. Finalmente, los agentes lo detuvieron este jueves en Madrid. Ha ingresado en prisión y se le atribuyen dos delitos de homicidio por imprudencia y abandono del lugar del siniestro.

La Guardia Civil informó de que se trata de un joven de 25 años que se encuentra en situación irregular en España, motivo por el que, presumiblemente, huyó. “Sería fácil centrar mi ira en el conductor y desearle la mayor de las condenas, pero he elegido no guardar rencor. Ha roto tres familias, las dos de las víctimas y la suya propia. Que la justicia dicte sentencia y ojalá pueda levantar la cabeza algún día. Pero como he dicho, esa es la opción fácil”, comenta al respecto el mensaje de Simón Muñoz, que lleva en apenas una horas más de 100.000 reproducciones y múltiples comentarios de solidaridad en X, red social antes llamada Twitter.

El hijo se pregunta por qué supuestamente estaba trabajando para una empresa de paquetería —que no se ha puesto en contacto con su familia, se lamenta— una persona en situación irregular, cuál es el nivel de exigencia y de presión al que se ven sometidas esas firmas y si controlan “la seguridad del mismo modo que controlan la eficiencia en el reparto”.

También alude a las décadas en que los alcaldes de la zona y colectivos ciclistas “llevan reclamando que se mejore la seguridad vial en el tramo de carretera” donde murió su padre y su compañero e incide en que la Diputación de Valencia anunció en 2019 un proyecto para hacerlo, sin que se haya ejecutado. Además, entra de lleno en un debate abierto en España desde hace tiempo sobre la seguridad, la difícil convivencia de los vehículos a motor y las bicicletas en las carreteras españolas y sobre la falta de educación vial de los conductores. En España, hay cerca de ocho millones de personas que montan en bicicleta con frecuencia, según un estudio elaborado hace un par de años por 2playbook, comunidad de profesionales de esta industria del deporte, con la colaboración de la Real Federación Español de Ciclismo (RFEC) y de Telefónica.

“¿Cuántos ciclistas más tienen que morir para que los conductores de otros vehículos seamos conscientes de su fragilidad en la carretera? ‘Los ciclistas vamos sin chasis’, me decían sus compañeros de la peña estos días en el tanatorio. Es importante que lo recordemos cuando los veamos pedalear por los arcenes en nuestros desplazamientos. Respetar la distancia de seguridad no es un capricho. A algunos les va la vida en ello. Como decía, nada me devolverá a mi padre. Nada devolverá a mi hijo su abuelo. El único consuelo que me queda es que su muerte pueda servir para hacer de la carretera, aunque solo sea un trocito entre Montserrat y Montroy, un lugar más seguro para los ciclistas. Y eso pasa por responder a algunas preguntas. Buscaré las respuestas”, concluye el mensaje.

A principios de este año, el Ministerio del Interior señaló que en 2022 hubo un aumento del número de ciclistas fallecidos en las carreteras españolas, con un total de 44 fallecidos, cuatro muertes más que el año anterior. Entre 2018 y 2020 murieron 205 ciclistas en los 30 días posteriores al accidente. Por comunidades autónomas, Cataluña es la que registra más siniestralidad de ciclistas: 39 fallecidos entre 2018 y 2020. Le siguen Andalucía (34) y Comunidad Valenciana (31).