El futuro de Oltra condiciona las elecciones valencianas

La situación en la que quede Mónica Oltra, tras su paso por los juzgados, no solo afectará a su partido, Compromís, que tendrá en ella a una candidata liberada de sospechas judiciales si se archiva el caso por la gestión de los abusos de su exmarido a una menor. En mayor o menor medida, los partidos del llamado Govern del Botànic (PSPV-PSOE, Compromís y Podem) arrastrarán las consecuencias tanto de una Oltra “libre” como de una dirigente que siga imputada. Entre las filas socialistas son conscientes de que la vuelta de la dirigente de Compromís a la política reportará, muy posiblemente, un mejor resultado para sumar escaños y revalidar el gobierno progresista en las próximas elecciones autonómicas de la primavera de 2023. Lo más probable es que coincidan con las municipales del 28 de mayo.

Una encuesta realizada por el PSPV al final del curso político otorga al bloque de las izquierdas una ligera ventaja que permitiría gobernar otra vez la Generalitat. En las elecciones de 2019, la izquierda ganó por solo 40.000 votos al bloque de la derecha. Este sondeo de parte concede a los socialistas un resultado incluso mejor que el obtenido en los anteriores comicios y, por tanto, no pronostica que se produzca un desgaste por sí mismo o por la gestión de su jefe de filas, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, durante la pandemia y la crisis económica derivada de la inflación. Los socialistas trabajan en una campaña más presidencialista, más personalista, más Ximo Puig y menos PSOE. Las encuestas posteriores a la pandemia le otorgaban una buena valoración ciudadana. El líder de los socialistas valencianos busca también atraer algunos votos de la esperada sangría de Ciudadanos, que en 2019 fue el tercer partido más votado con 18 escaños (por 27, el PSPV; 19, el PP; 17, Compromís; 10, Vox; y ocho, Podem).

El hecho de que la citada encuesta sitúe a Podem con posibilidad de quedarse fuera del arco parlamentario no cayó nada bien en el partido que, en cualquier caso, tiene una crisis abierta actualmente con Esquerra Unida. Algunos de sus dirigentes creen en la necesidad de pactar con Compromís una lista conjunta que les permita sumar el mayor número de votos posibles. Si esto se diera, la presencia de Oltra en las listas arrastraría un buen resultado.

Lo cierto es que la suma de PSOE, Compromís y Podemos ensanchó su ventaja en los sondeos del principio de la legislatura, pero en las más recientes, la suma de PP y Vox acortan distancias a la carrera. En la provincia de Alicante, la derecha se ha hecho fuerte. El PP llegó a temer el sorpasso de Vox allí, si bien ahora las expectativas del partido ultra se han reducido y han aumentado las de los populares, que gobiernan en la capital alicantina y en la Diputación.

Todo pasa, en gran medida, por Valencia y su área metropolitana, que concentran 1,5 millones de los cinco millones de habitantes de la Comunidad Valenciana. Según apuntan todos los indicios, el actual alcalde de Valencia, Joan Ribó, volverá a presentarse y lo anunciará este martes, pese a sus reticencias iniciales. A sus 75 años, es el mejor cartel posible para Compromís. La vicealcaldesa socialista, Sandra Gómez, de 37, ha dado un paso al frente, pero su candidatura suscita algunas dudas entre las filas socialistas.

Entre el PP y los otros partidos de la derecha, el futuro de Oltra no es crucial, pero sí importante. Los populares han fijado en Oltra buena parte de sus críticas y, en el caso de que salga indemne del caso, sería un punto que jugaría en su contra. Los populares, no obstante, contarán con el impulso del renovado liderazgo de Alberto Núñez Feijóo, con la inercia del voto en clave nacional y con la mayor parte del saco de los apoyos logrados en 2019 por Ciudadanos. Todo ello podría contrarrestar el menor conocimiento de su candidato, Carlos Mazón, actual presidente de la Diputación de Alicante.