‘Arco del Postigo’: cómo ser ‘influencer’ de la Semana Santa de Sevilla y vivir de ello

Hace ocho años, Carlos González Álvarez (Sevilla, 27 años) utilizaba su cuenta personal en Twitter “como un almacén de fotos cofrades”. “Era un uso de lo más ingenuo, pero me servía para volver a verlas sin que ocuparan espacio en el móvil”, cuenta a EL PAÍS. Poco tiempo atrás, siendo todavía un adolescente, se había mudado a Ceuta, de donde es originaria su familia. Aunque iba y venía con relativa frecuencia, su pasión por la Semana Santa sevillana empezó a tener otro sentido: “Me sorprendió que gente a la que no conocía empezara a reaccionar con aquellas imágenes. Entonces pensé en abrir un perfil para compartir solo ese tipo de contenido”.

El nombre lo tenía claro “desde chiquitito”, cuando vio un paso de la cofradía del Baratillo por el Arco del Postigo, uno de las tres únicos accesos que se conservan de las antiguas murallas de Sevilla, junto con la Puerta de la Macarena y la Puerta de Córdoba.

Y Arco del Postigo es el nombre del perfil en redes que más lejos ha llevado un momento cofrade. Lo ha hecho gracias al vídeo de un ensayo de costaleros con el palio sevillano más pesado, el de la Concepción. “Nunca he vivido algo parecido con otras plataformas. Este clip ha llegado a todos los países de Latinoamérica y me han escrito desde casi todos (más de 3.000 comentarios y 213.000 me gustas solo en este video con más de ocho millones de reproducciones). De alguna forma, este impacto recompensa una labor que hubiera seguido haciendo con o sin estos resultados, aunque afortunadamente hoy puedo decir que es mi trabajo”, añade González, de formación autodidacta.

Aunque TikTok es la única plataforma que le remunera, el trabajo al que se refiere el influencer combina su creatividad online con la venta al público cara a cara en la tienda Inciensos de Sevilla: “Me contactaron por mis contenidos. Ahora aplico mis estrategias en sus perfiles y estamos creciendo muy rápido, pero además despacho en la tienda de la calle Águilas y acudimos a todas las ferias”, apunta.

Inciensos de Sevilla es un comercio súper especializado que sirve a más de 200 hermandades de toda España, vende a particulares y roza los 40.000 seguidores en distintas redes, ahora gestionadas por González. Su tienda en el centro de la capital hispalense se ha convertido en el punto de distribución de los carteles y estampitas que, desde hace años, Arco del Postigo crea para promocionarse. “Este año he impreso 7.000 pósters y han volado. Es emocionante ver cómo la gente hace cola para llevárselo y forma parte del bagaje de este tiempo en el que he aprendido tanto de cómo dinamizar públicos, con concursos, regalos, pero también con la presencia física, con estos afiches y con la presencia en celebraciones y ferias de toda Andalucía”.

El sueño de vivir de las redes en un nicho tan específico como la Semana Santa le ha permitido volver a vivir a Sevilla. “La fórmula”, según cuenta, “ha sido reaprender cada vez que me estancaba”. Tras unos primeros años de gran crecimiento en Twitter, dio el salto a Instagram donde dobló su audiencia; no obstante, está siendo TikTok la que, en pocos meses, “más público y más diverso me está sumando”.

El gran salto

Un salto que intuyó al ver a sus hermanos pequeños “todo el día ahí dentro”. “Porque si hay algo decisivo cuando tienes una temática tan concreta en redes es posicionarte en sus inicios”, indica. Una vez más, sus fotos y vídeos se han adaptado a un lenguaje distinto al de las otras redes. Su influencia, en suma, no ha dejado de crecer y se acumulan las invitaciones de cofradías dentro y fuera de Andalucía para promocionarse a partir de sus perfiles.

Lo que empezó de forma más o menos ingenua hoy le ha convertido en un profesional en torno a su mayor afición: “Sigo formándome con todo tipo de cursos online para temas de vídeo, foto, posicionamiento, pero tampoco dejo de leer para obtener cada vez más vocabulario, más bagaje de conocimientos respecto a la Semana Santa. Hay cierta autoexigencia, pero es un tema que me apasiona y nunca me cansa saber más”.