Feijóo evita hablar del pacto con Vox, pero niega haber renunciado a su ideario: “No he capitulado de nada”
El presidente gallego asegura en su visita a las Fallas de Valencia que “a veces es mejor perder un gobierno que ganarlo desde el populismo”
El presidente de la Xunta de Galicia y candidato a la presidencia del PP, Alberto Núñez Feijóo, ha asegurado este viernes en Valencia que no ha capitulado de su ideario moderado, a pesar de haber dado el visto bueno al acuerdo de gobierno entre su partido y la extrema derecha de Vox en Castilla y León. En su primer baño de masas como candidato, al asistir a uno de los multitudinarios espectáculos pirotécnicos de las Fallas de la capital valenciana, Feijóo ha evitado ante los medios de comunicación referirse expresamente al partido que preside Santiago Abascal.
El virtual sucesor de Pablo Casado ha aceptado dos preguntas de los medios de comunicación, tras un acto de partido, y ha respondido a la crítica del presidente del PP europeo, Donald Tusk, que calificó el pacto del PP en Castilla y León con la ultraderecha como “una capitulación”. “Es evidente que no he capitulado de nada, entre otras cosas porque todavía no soy presidente de mi partido. No llevo aún 24 horas de candidato. Y si usted quiere comentar o pulsar lo que dice el Partido Popular Europeo, lo han expresado de forma clara distintas personalidades del partido. Al Partido Popular Europeo le gusta la estabilidad institucional, le gusta que los partidos de Estado puedan pactar entre sí y, lamentablemente, el PSOE no tiene interés en mantenerse como un partido de Estado. Prueba de ello es que está gobernando con partidos que ni siquiera creen en el Estado. Por tanto, comprendo la decepción de mis colegas del Partido Popular Europeo”.
De este modo, Feijóo ha vuelto a responsabilizar a los socialistas del pacto en Castilla y León entre el dirigente popular Alfonso Fernández Mañueco y Vox, en virtud del cual el partido de extrema derecha entrará por primera vez en un Gobierno en España. Ha incidido en la idea de que el PSOE debería haber facilitado la elección de Mañueco como presidente para evitar un acuerdo como el alcanzado. No obstante, en ningún momento ha mencionado a Vox, ni en presencia de los medios de comunicación ni en los 28 minutos de discurso que ha ofrecido ante una audiencia entregada de militantes del PP, que lo han recibido al grito de presidente.
El presidente gallego ha presentado la “gestión, la estabilidad y las mayorías” como los tres ejes que vertebran su discurso y su trayectoria política. Se ha mostrado alejado de los políticos “de los tuits” y orgulloso de representar a un partido “del régimen del 78″. Y ha proseguido en tono más firme y serio: “Nunca seremos un partido populista. Ese partido populista que nace de forma inmediata al calor de la indignación, que su beneficio es conseguir el mayor descrédito institucional para crecer. No lo seremos porque somos un partido de gobierno. A veces es mejor perder un gobierno que ganarlo desde el populismo. Por eso, hagamos la política que sale de la cabeza y no de las tripas. Pensemos muy bien antes de decir lo que debemos decir y después hacer lo que hemos dicho”. Alguien entre el público ha recordado a Mariano Rajoy con esta última frase, un tanto enrevesada. También ha llamado la atención su lapsus inicial cuando ha mencionado su satisfacción de iniciar su periplo como candidato por la Costa Dorada, emplazada en la provincia de Tarragona.
Antes de este acto de aclamación, Feijóo ha sido interpelado en el Ayuntamiento de Valencia por una periodista, que le ha preguntado por su estreno como candidato con una mascletà y con un pacto de Gobierno con Vox. “No, no, se estrenan los castellanoleoneses”, ha respondido con rapidez sobre esta última cuestión.
El político gallego ya se pronunció el jueves sobre el pacto de su partido con la extrema derecha: “Mañueco acaba de evitar un adelanto electoral”, despachó el dirigente. El presidente de la Xunta cargó la “responsabilidad” de la decisión en el presidente castellanoleonés, Alfonso Fernández Mañueco y, aunque admite una comunicación fluida en los últimos días con su compañero de partido, aseguró que se está enterando por los medios de comunicación del número de consejerías que dirigirá Vox.
Feijóo ha hecho su primera parada en el Ayuntamiento de Valencia, ataviado con el típico pañuelo fallero anudado al cuello. Estaba invitado al balcón municipal para presenciar la estruendosa mascletà de las dos de la tarde que se dispara durante la fiesta de Fallas. Por ese mismo balcón del Consistorio en el que reinó durante 25 años Rita Barberá pasaron en su día José María Aznar o Mariano Rajoy. “Creo que es la mejor forma de empezar en una ciudad tan alegre como Valencia”, ha comentado el político gallego en la sede municipal, acompañado por el presidente del PP valenciano, Carlos Mazón; la portavoz parlamentaria, María José Catalá; el expresidente de la Generalitat valenciana (el último que tuvo el PP) Alberto Fabra, los presidentes provinciales del partido, y el eurodiputado y presidente del comité organizador del próximo congreso del PP, Esteban González Pons.
Encuentro con Ximo Puig
Ya en el balcón, Feijóo se ha asomado a la barandilla, luego se ha fotografiado con una fallera y acto seguido se ha dirigido al salón contiguo a la alcaldía de Valencia, que preside Joan Ribó, de Compromís. Allí ha esperado al inicio del espectáculo pirotécnico y ha departido con el presidente de la Generalitat valenciana, Ximo Puig, invitado también al balcón, y con el propio Ribó. Ha sido una charla distendida en la que, según fuentes de Presidencia, “han hablado de las Fallas y de la recuperación económica”. Ha sido un momento cordial, reiteran. Después, las carcasas han empezado a explotar y no ha habido espacio más que para el ruido. Tras seis minutos de mascletà, el presidente gallego ha salido raudo a la siguiente parada que le había preparado el partido.
Antes de su encuentro con Feijóo en el Ayuntamiento, el presidente de la Generalitat valenciana se ha referido a la entrada de Vox en el futuro Ejecutivo castellanoleonés como “una noticia muy negativa”. Puig ha lamentado que “el inicio del mandato” del próximo presidente del PP “sea adosarse a la ultraderecha” y ha insistido en que confía en que haya “una rectificación” porque Vox es “un peligro real” para “el Estado de las autonomías” y “para la convivencia”. Por ello, ha señalado que la entrada de Vox en Castilla y León es “la peor noticia que se podía recibir para iniciar el proceso de renovación” del PP y ha mostrado su confianza en que “el camino sea distinto”.
Tras su paso por Valencia, Feijóo ha celebrado un mitin en Murcia, cuyo presidente, Fernando López Miras, fue uno de los últimos barones del PP en solicitar la celebración de un congreso extraordinario del partido para elevar al dirigente gallego a la presidencia del partido. No lo hizo hasta el 22 de febrero, cinco días después de estallar la crisis en la dirección del partido. En el acto, el presidente gallego ha llamado a recuperar “la centralidad” del PP para “garantizar que en España gobiernen las mayorías”, pero aquellas “que salen de las urnas” y que son “las listas más votadas”. “Los que nos dan lecciones de pactos no nos dejan gobernar aunque ganemos contundentemente las elecciones”, ha criticado, y ha subrayado que no permitirá tampoco “lecciones de pactos a quienes han incumplido todos los pactos”.
A los nuevos políticos también les ha mandado un mensaje: “Creo en la política en la que hay gestión. No creo en los políticos que llegan a aprender, porque tienen un alto riesgo. No creo en un gobierno que no haya gestionado servicios públicos o empresas públicas importantes, y que su principal activo sea haber sido concejal, no digo que no pueda salir bien, pero es muy peligroso”, ha advertido.
Sobre su proyecto político, ha dicho que se basará en “superar la frivolidad de la política” para alejarla del “reality show” y sustiuirla por “una política seria, solvente, sólida y sensata”, y lejos de “irresponsabilidades” como las que, en su opinión, sufrió la Región de Murcia hace justo un año, en plena tercera ola del coronavirus, cuando PSOE y Ciudadanos plantearon una moción de censura que, finalmente, no llegó a materializarse. “En el momento de mayor preocupación de la política seria, vimos como se estaba desestabilizando con golpes de mano a varias bandas al gobierno de Región de Murcia. Por eso es muy importante recordar quiénes son para saber con quiénes nos enfrentamos”, ha subrayado, sin citar a ninguno de los dos partidos.
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