Daniela Requena: “Mi transición trans ha sido un camino de rosas”
La periodista y activista aceptó entrar en la ejecutiva de los socialistas valencianos porque así sus discursos “tendrían más fuerza”, respaldados por un partido
Daniela Requena no parece abrumada por la gran atención mediática que ha provocado el anuncio de su fichaje por la política. La activista trans ha logrado reunir a más de 820.000 seguidores en TikTok, gracias a sus explicaciones directas y sinceras sobre su transición sexual y sobre su vida cotidiana, y más de 54.000 en Instagram, gracias a su imagen, a las fotografías que exhiben “el orgullo” que siente por su cuerpo. En las redes es conocida por el nombre de Daniela Sirena.
Los mundos de la comunicación y las redes sociales no son desconocidos para esta periodista valenciana de 30 años que ha trabajado en varios programas de televisión como Cuore o Espejo público y que, desde este domingo, forma parte de la ejecutiva del PSPV-PSOE de la provincia de Valencia, con el cometido de defender los derechos LGTBI.
”Honestamente, nunca me había planteado entrar en la política”, explica con un hablar decidido y rápido, entre llamada y llamada de teléfono. “Mi experiencia laboral se centra en el entretenimiento y en la crónica social. Hace unos meses, me llegó la propuesta del partido, que decía tener una especie de deuda con el colectivo trans. Respondí que, a priori, no lo tenía nada claro, que necesitaba pensármelo. Y pensé que podría trasladar a la política lo que ya hacía en las redes sociales, de forma que mis discursos tendrían más fuerza y serían más reales si me respalda un partido. Así que acepté: la vida es evolucionar y estoy muy contenta”.
Aceptó la propuesta que le hizo Carlos Fernández Bielsa, de 40 años, nuevo secretario general del PSPV-PSOE de la provincia de Valencia y alcalde de Mislata. Requena se declara de izquierdas y militante socialista y sus vídeos en TikTok no dejan de tener una dimensión política y reivindicativa: “Sí, tal vez, sin darme cuenta y sin pretenderlo, estaba haciendo política a través de las redes sociales. Es una suma de motivos lo que me ha llevado a esta situación”.
¿Y considera que la propuesta de entrar en la política obedece al gran número de seguidores que tiene en las redes? “Me pregunta si se me consideraba útil, si se busca aprovecharse de mi imagen. Bueno, los intereses que me han hecho llegar no son esos, precisamente. En cualquier caso, me quedo con las muchas posibilidades de dar visibilidad al colectivo y de trabajar por él. Al margen de esos supuestos intereses ocultos”, sostiene en un lenguaje directo y coloquial, salpicado de algún apunte irónico, que apenas se diferencia del empleado en sus populares vídeos.
La periodista apunta que los seguidores la hacen partícipe de “muchísimos problemas”. “A veces digo en plan cómico que me siento como la madre Teresa de Calcuta, porque muchos recurren a mí en busca de ayuda: qué tipo de hormona he de tomar, qué cirugía es recomendable y otras muchas cuestiones”, explica.
Ella no ha sufrido tanto como otras personas trans. “Lo tengo que decir desde el principio: siempre, siempre, siempre he tenido el apoyo de mi familia”, asegura. “Mi historia no es dramática, como muchas, y creo que está bien poder contarlo así, ¿no?”
“Con el apoyo familiar y social, mi transición trans ha sido un camino de rosas, por eso es tan importante visibilizarlo y contarlo. Si no, la gente solo se queda con la copla dramática”, insiste Requena.
Desde la niñez supo que vivía en un cuerpo que no sentía como el suyo. “Con cinco años no tenía ni la madurez, ni la información suficiente, por supuesto, y tampoco mis padres, porque estamos hablando de hace 25 años”, recuerda. “Mis padres veían a un niño mariquita que se ponía trapos en la cabeza y jugaba con barbies. Pero yo no era homosexual, sino transexual, como otros muchos. Hoy, ya es más fácil interpretar los indicios, claro”.
Aunque nació en Valencia, ciudad donde vive ahora, estudió periodismo en la Universidad Complutense de Madrid, debido a la elevadísima nota que se exigía en la facultad de Valencia y a la alternativa más onerosa de la universidad privada. “La verdad es que fue muy bien salir de Valencia y volar a Madrid, porque, además de atesorar experiencias brutales, conocí a las personas indicadas que me aconsejaron y me llevaron al camino de la transición con 20 años”, explica. “Valencia es una ciudad más pequeña que Madrid, en la que hay más diversidad, más gente”.
A propósito de la polémica en el mundo del feminismo sobre el papel de las mujeres trans, Requena incide en que lo importante es defender los derechos de las mujeres y que ella es una más. “Sobre la polémica referida a que un hombre se puede inventar que es trans y cambiar de sexo, esto es un poco artificial. Creo que puede ocurrir en algún caso aislado y ya está. Hay comparaciones odiosas: no todos los hombres son maltratadores, por supuesto. Generalizar no es positivo. Tenemos que apoyarnos entre nosotras y defendernos”.
Ampollas
Algunas de sus fotografías de su Instagram también han levantado alguna ampolla en las redes sociales entre las mujeres: “Yo creo que una parte minoritaria del feminismo no está de acuerdo con lo que yo represento y consideran que soy una chica presumida, coqueta y físicamente mona, y que estoy sexualizando a la mujer en su representación. No estoy de acuerdo. En mi mundo y en mi cabeza tienen cabida todo tipo de mujeres. No entiendo por qué no me tengo que sentir orgullosa de mi cuerpo. Soy dueña y señora de mi cuerpo”.
Tampoco está de acuerdo con la opinión de que una posible sobreexposición de la problemática de las personas trans y del colectivo LGTBI en general, a modo de ultracorrección, haya causado una reacción furibunda en determinados sectores de la sociedad, capitalizados en buena medida por la ultraderecha de Vox. “Primero, las personas trans no somos tan minoritarias como la gente cree. Segundo: hay muchas personas que viven en un cuerpo que no les pertenece. Y, sobre todo, hay que normalizar, y si no se visualiza, no se normaliza. Somos todos iguales, seamos como seamos”.
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