Zapatero defenderá la abolición de la prostitución en el congreso federal del PSOE en Valencia
El expresidente de Gobierno lamenta no haber cumplido su “deseo” durante su mandato de aprobar una ley abolicionista que arrincone y sancione al cliente
El expresidente de Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, defenderá la promulgación de una ley para la abolición de la prostitución en el próximo congreso federal del PSOE que se celebrará en Valencia entre el 15 y 17 de octubre. Lo anunció este jueves en el acto organizado por los socialistas valencianos con motivo del Día Internacional contra la Explotación Sexual y la Trata de Personas, que llevaba por título Una sociedad igualitaria y digna, libre de prostitución. “El 40 Congreso del PSOE debe ser el congreso definitivo en el que se diga claramente que debemos abolir la prostitución. El partido socialista será el que lanzó el grito, el que dio el paso”, afirmó el exdirigente durante la charla que mantuvo con la consejera de Justicia, Gabriela Bravo, y la directora general de Cultura, Carmen Amoraga.
Zapatero admitió que “aprobar una ley abolicionista” fue su “deseo no cumplido” durante su presidencia de Gobierno entre 2004 y 2011. “Solo hay una explicación de la supervivencia de la prostitución y es el patriarcado, el poder más omnímodo que ha conocido nuestra especie. La historia de la humanidad es la historia de la dominación de los hombres hacia las mujeres”, afirmó el dirigente, que apoyó con su presencia y sus palabras las propuestas abolicionistas promovidas por Bravo. Apostó por una ley que “irrumpa y mueva conciencias”, como sucedió con otras normas aprobadas durante su mandado, como la de violencia de género o la del matrimonio gay. E instó a sancionar y “arrinconar” al cliente y consumidor de prostitución.
Los aplausos más intensos del público, reunido en la sede de Adeit de Valencia y formado por cargos y militantes socialistas, encabezados por el presidente valenciano, Ximo Puig, se produjeron cuando Zapatero definió al feminismo como el movimiento “más transformador” de los siglos XX y XXI, desde el punto de vista político, cultural y sociológico. O cuando señaló que la única coincidencia entre Marx y el liberalismo es que “se desentendían de la mujer”. Concluyó que hay que abolir la prostitución como se hizo con la esclavitud.
España es el tercer país del mundo consumidor de prostitución (por detrás de Puerto Rico y Tailandia) y el primero de Europa, recordó Bravo en una de sus intervenciones. Alrededor de 8.500 personas al día son consumidores de prostitución en la Comunidad Valenciana. La consejera ha creado un foro en su departamento para trabajar por la abolición. “El gran reto de la realidad de la prostitución es que es invisible, arranca de la discriminación y la pobreza. Abordar las políticas abolicionistas exige entender que la prostitución es siempre una forma de violencia de género”, sostuvo.
Sanciones como en Francia o Suecia
“Debemos entender y explicar que la prostitución es una forma de violencia y un atentado contra la dignidad de las mujeres El primer paso es introducir este concepto en nuestra leyes para proteger a las mujeres”, manifestó. Bravo incidió en los ejemplos de las leyes en Francia o Suecia que sancionan al cliente y abogan por la prohibición de un negocio que mueve 4.000 millones de euros al año en España. “Los intereses económicos que mueven la explotación constituyen un obstáculo para avanzar que no podemos tolerar”, agregó. También mencionó que no comparte las tesis de un sector del feminismo que aboga por regularizar el trabajo de la prostitución para dar derechos a las mujeres. La abolición debe ir acompañada de políticas de inserción, agregó.
La también escritora Carmen Amoraga, que ejerció de moderadora, hizo hincapié en la banalización de la prostitución por parte de la sociedad. “Dicen que hay que respetar a la mujer que prefiere prostituirse; también que la prostitución es el oficio más antiguo del mundo. Eso desculpabiliza al putero y banaliza el problema”, apuntó. Y advirtió del éxito de series como Sky rojo o de películas como Pretty woman, protagonizada por una prostituta redimida por un hombre, que banalizan la prostitución. “Cómo puede una sociedad ser igualitaria y libre si, según los datos, casi 9.000 hombres pagarán mañana por utilizar el cuerpo de una mujer?”, se preguntó.
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