Juicio a un falso ojeador de fútbol por abusar de menores: “Me daba masajes que me hacían sentir incómodo”
La Fiscalía pide 15 años de cárcel para un hombre que abordaba a adolescentes en la calle y prometía a sus padres que iba a ser su representante
“Muchos días lo veía sentado mirando cómo jugaba a fútbol detrás de mi casa. Un día se acercó para decirme que era bueno y que quería representarme, pero cuando comencé a hacer ejercicios de fisioterapia con él empezó a hacerme masajes con los que me sentía incómodo”, ha declarado este lunes una de las presuntas víctimas de Jordi F., un hombre que está siendo juzgado en la Audiencia de Barcelona por abusar sexualmente de tres menores de edad extranjeros de familias con pocos recursos. La Fiscalía pide 15 años de cárcel para el acusado, que permanece desde hace más de un año en prisión provisional. La defensa ha solicitado que el falso ojeador de fútbol declare este martes, en último lugar, cuando ya se hayan mostrado todas las pruebas.
Los hechos ocurrieron en 2015. Jordi F. abordó a los menores, que tenían entre 9 y 14 años, cuando jugaban a fútbol en la calle. El hombre alababa su forma de jugar y les pedía la dirección de casa. Unos días después, se presentaba en el domicilio y hacía a los padres una oferta deportiva. Según la Fiscalía, el acusado se ganaba el favor de los padres ofreciéndose a “representar deportivamente” a los chavales, según han coincidido en su declaración las tres víctimas, una de ellas ya mayor de edad. Tras afirmar que se haría cargo de las cuotas del club y de las revisiones médicas, el acusado los conducía a un local donde les daba masajes que, según la acusación, atentaron contra la libertad sexual de las menores. La defensa alega que tenía titulación de fisioterapeuta y era entrenador personal titulado por el Instituto Nacional de Educación Física de Cataluña (INEFC).
La primera víctima en declarar tenía 14 años cuando Jordi F. contactó con él por primera vez. Fue en Santa Perpètua de Mogoda (Barcelona), donde el investigado se presentó como entrenador y le prometió que lo convertiría en jugador profesional. Días después acudió al domicilio del menor para hablar con sus padres y así llevarlo a entrenar con el club Cinc Copes. Durante los dos años que duró la relación, le realizó masajes con las manos por las piernas hasta llegar a la altura de la cintura en el interior de un local de la calle de la Marina de Barcelona. “Cuando me llevaba a entrenar con el equipo decía que era mi padre. Y todos los fines de semana, después de los partidos, me llevaba al local para supuestamente ejercitarme muscularmente. Lo dejé pasar por un tiempo porque yo lo que quería era jugar a fútbol”, ha asegurado la víctima.
En el segundo caso, ocurrido en 2023, el menor no llegó a entrenar con ningún equipo, pero ha declarado que durante una semana sí hubo tocamientos en otro local de la localidad de La Llagosta (Barcelona). La tercera víctima también ha señalado que nunca entrenó con ningún club, y que el acusado se limitaba a llevarlo al local del mismo municipio para realizarle frotamientos en la zona lumbar, las piernas, la cabeza y la parte abdominal. El tercer testimonio ha remarcado que en ningún caso el investigado se propasó en sus acciones.
Los Mossos d’Esquadra comenzaron el operativo de seguimiento cuando recibieron el aviso del presidente de uno de los clubes, quien insistió en que la entidad no disponía de ojeadores. En el registro del 23 de agosto de 2023, los agentes encontraron bridas, correas de perro, cadenas metálicas, unos grilletes de plástico y manuales que contenían referencias a prácticas sexuales entre menores y mayores de edad. Durante el registro, según han relatado en el juicio investigadores de la policía científica, también se identificaron restos de semen en una de las esterillas en las que encontraron a uno de los menores tumbado. En la inspección del vehículo también localizaron autorizaciones paternas, folletos de inscripciones de equipos de fútbol, correas de perro y de animales pequeños, unos grilletes y una cámara fotográfica, en la que no consta ningún material de índole sexual.
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