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La falta de obras para combatir la sequía dilata las negociaciones de los presupuestos catalanes

Los socialistas reprochan al Govern haber licitado solo 100 millones de los 700 que destinaron en el acuerdo de las cuentas de 2023

En la imagen el Rio Besos a la altura de la depuradora de Montcada i Reixac.
En la imagen el Rio Besos a la altura de la depuradora de Montcada i Reixac.MASSIMILIANO MINOCRIMassimiliano
Àngels Piñol

El Govern asegura que está intensificando las negociaciones de los presupuestos para este 2024 pero las conversaciones se están dilatando, entre otras cosas por el atraso en las obras para combatir la sequía. Esquerra avisa de que un aumento de gasto de casi 2.000 millones de inversiones está en el aire mientras los socialistas sostienen que no piensan avanzar en abordar las cuentas de 2024 mientras no reciban una justificación de lo que ha sucedido en las de 2023. Con la emergencia por sequía decretada, las obras van a un ritmo muy lento, denuncian los socialistas. El PSC asegura que de los 700 millones pactados entonces en los presupuestos para invertir en el ciclo de agua regenerada o desaladoras, por ejemplo, solo se han encarrilado, al haberse ya licitado, los 100 millones de la potabilizadora de Cardedeu.

El bloqueo del proyecto del Hard Rock está dificultando el consenso entre republicanos y socialistas, que aguardan a que el Govern emita un informe medioambiental favorable sobre el complejo. Los comunes ya avisan de que no votarán unos presupuestos si dan luz verde a un proyecto que creen que debería acabar en la “papelera de la historia”. Con todo, socialistas y republicanos se necesitan mutuamente para validar las cuentas de forma recíproca en el Congreso y en el Parlament y es probable que vuelva a consumarse otro acuerdo. De hecho, este viernes el ministro de Transportes, Óscar Puente, ha anunciado que el Gobierno y la Generalitat han acordado el texto del convenio de la Ronda Norte, el tramo de la B-40 entre Terrassa y Sabadell (Barcelona), tras inaugurar el tramo entre Viladecavalls y Olesa de Montserrat.

La B-40, la comisión de estudio sobre la ampliación del aeropuerto y el Hard Rock son los tres ejes sobre los que pivotó el acuerdo presupuestario de hace un año. El polémico parque es el que queda ahora pendiente aunque fuentes socialistas insisten en que no es este mi mucho menos el único escollo y apuntan a que los incumplimientos son diversos. Citan tareas programadas en el Metro; el proyecto de institutos o la contratación de 75 técnicos para agilizar los proyectos eólicos. Las obras para combatir la sequía fueron en cualquier caso el lazo de la alianza firmada en 2023 y el PSC asegura que no han avanzado. De los 700 millones que acordaron, solo se han licitado 100 correspondientes a la potabilizadora de Cardedéu, según la radiografía de los socialistas. Son 121 millones según el Govern. “No está la obra hecha pero al menos están licitados”, afirman fuentes socialistas.

El incumplimiento paradigmático, para el PSC, es el de la planta potabilizara del río Besòs, que podría producir entre 20 o 30 hectómetros cúbicos al año con un presupuesto de 260 millones. Su caudal se considera básico para abastecer al área metropolitana. Los socialistas añaden más incumplimientos: la no inversión de cinco millones para agua regenerada; la no licitación de la desaladora de Tordera (tendrá un presupuesto final de 273 millones), que debía haberse hecho en julio pasado y la inversión de 15 millones para infraestructuras y ayudas a comunidades de regantes para mejoras de regadío cuando debían haber sido 22.

“Son incumplimientos flagrantes”, sostiene la diputada socialista Sílvia Paneque. En una comisión sobre la sequía en el Parlament, celebrada el día 6, Salvador Vergés (Junts) también acusó al Govern de falta de diligencia en la inversión en infraestructuras como la potabilizadora del Besòs y los seis meses de retraso para ampliar la desaladora de La Tordera. El consejero de Acció Climàtica, David Mascort, afirmó el pasado febrero al diario Ara que habían licitado en la potabilizadora de Cardedéu y que habían hecho lo propio en la primera parte de la de Abrera. Pero según sus cálculos, entre la licitación de la obra, adjudicarla y empezar la obra se precisan unos tres años. Su previsión es que sea en el horizonte entre 2027 y 2030 cuando Cataluña produzca el agua suficiente que consume la ciudadanía.

Con la amnistía todavía en el limbo, que no ha despejado la negociación, queda la duda de si la negociación acelerará si finalmente se aprueba la ley. El Govern se ha conjurado a aprobar las cuentas y el president Aragonès ha pedido responsabilidad a todos los grupos. Junts está convencido de que ERC acabará pactando con el PSC al sostener que las dos formaciones acabarán haciendo un “cambio de cromos”, afirman fuentes de esa formación. Las elecciones previstas para 2025 provocarán seguramente que el nuevo Govern tenga que trabajar con los presupuestos de 2024, si se aprueban, prorrogados.

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