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La fiesta mayor de Sant Feliu de Llobregat acaba con incidentes violentos a pesar del refuerzo policial

Un grupo se enfrenta a los Mossos, rompe un escaparate y varias lunas de coche dos semanas después de los altercados en la fiesta de Molins de Rei

El País
Dispositivo de seguridad con motivo de la fiesta mayor.
Dispositivo de seguridad con motivo de la fiesta mayor.Mossos d'Esquadra

La fiesta mayor de Sant Feliu de Llobregat (Barcelona) acabó la madrugada de este domingo con altercados a pesar del refuerzo de la presencia policial en este tipo de celebraciones. Dos semanas antes, las fiestas de Molins de Rei también finalizaron con enfrentamientos con los Mossos, saqueos de tiendas y quema de contenedores. La policía catalana anunció entonces una mayor presencia policial en este tipo de actos, que tampoco ha podido evitar nuevos episodios violentos en las calles catalanas.

Los disturbios en Sant Feliu de Llobregat han empezado cerca de las cuatro y media de la madrugada, al acabar los conciertos programados con las fiestas locales del municipio. Un grupo de jóvenes han comenzado a lanzar botellas y otros objetos a la policía, que se encontraba en la zona de conciertos procurando por la seguridad del acto.

En un primer momento, los agentes han logrado dispersar a los alborotadores, a quienes los Mossos han logrado perseguir con drones. Pero posteriormente, esas personas han roto los escaparates de una tienda de productos electrónicos de la calle de Sant Llorenç, además de los vidrios de cinco vehículos estacionados en la zona.

La escena es muy similar a la que se produjo al finalizar las celebraciones en Molins de Rei, el primer fin de semana de octubre, en unos días en los que se vivieron también otros episodios violentos no relacionados entre sí. La jefatura de la policía catalana mantuvo una reunión para abordar el problema, y acordaron destinar más policías, incluidos los antidisturbios de la Brimo, para garantizar la seguridad en este tipo de celebraciones.

El jefe de los Mossos, el comisario Eduard Sallent, defendió en una entrevista en TV3 que esos episodios incrementan la “percepción de inseguridad” pero que en realidad las cifras hablan de “cierta normalidad” delincuencial, de regreso a las estadísticas previas a la pandemia. Los datos del año 2023 se acercan a las cifras delincuenciales de 2019, cuando Cataluña acabó con las peores estadísticas de la última década.

Los altercados y enfrentamientos con en Sant Feliu de Llobregat han acabado sin detenidos. Los Mossos han abierto una investigación para identificar a los autores y saber si tienen relación con los que provocaron también daños hace 15 días en Molins de Rei. Entonces, la policía catalana acabó a arrestando en total a cuatro personas.

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