Daniel Esteve, de cobrador de morosos a agitador del miedo en la Bonanova
El líder de Desokupa, detenido en dos ocasiones por los Mossos pero nunca condenado, ha espoleado protestas contra Colau. Destaca por su agilidad verbal y conocer la ley al detalle
Daniel Esteve, de 53 años y jefe de Desokupa, sabe lo que es estar detenido. Los Mossos lo investigaron y arrestaron en dos ocasiones hace más de una década. En aquel entonces, estaba en morososbcn.com, un negocio de cobro de deudas. La web era ya toda una declaración de intenciones: “Cobros expeditivos, sin factura y dinero B”. En ambas ocasiones quedó en nada porque actuaba al límite de la ley, explican fuentes policiales. Y porque en la segunda detención, en 2008, los GEI —los grupos especiales de intervención de los Mossos— reventaron el testículo con una granada aturdidora al trabajador que viajaba con él en un Porsche Cayenne. “Eso lo diluyó todo”, añaden.
El carismático líder de Desokupa, una empresa entre los desahucios extrajudiciales y la marca de moda de la extrema derecha, ha resurgido con las elecciones municipales. Convertido en un youtuber de éxito, Esteve ha espoleado un conflicto artificial en el barrio de la Bonanova de Barcelona, con unos okupas que llevan más de siete años en dos casas propiedad de la Sareb, conocido como el banco malo. “Sabe ver dónde está la oportunidad de negocio”, apuntan otras fuentes policiales. El pasado 11 de mayo, acaparó toda la atención por convocar una protesta ante La Ruïna y el Kubo, los dos inmuebles en cuestión, que acabó sin incidentes, en una ciudad donde las ocupaciones cayeron el año pasado un 18%, aunque sigue estando a la cabeza de España.
Esteve empezó en los años 90 en el mundo de la seguridad del ocio nocturno. Allí, indican esas mismas fuentes, nacieron las primeras oportunidades del negocio de cobro de deudas. Con dos o tres personas —”iba con uno de los que salían en el anuncio de Zumosol, al que llamaban El zumo, y decía que era ruso para dar más miedo”— usaban formas “expeditivas” para lograr ese dinero. “Llamaba, quedaba de buen rollo con la persona, y luego aparecía con dos o tres más”, recuerdan fuentes policiales. “Yo te lo digo por las buenas, porque quiero ahorrarte problemas. Esta gente, a lo mejor, llama a unos colombianos”, reproducen las fuentes, a modo de ejemplo, algunas de las conversaciones que mantenía. “Llamadas intimidatorias, pero con cuidado”, resumen.
Diversas fuentes coinciden en que la clave, de manera muy similar a lo que ocurre ahora con Desokupa, era la “performance”. Uno de los deudores que denunció a Esteve contó que colocaron plásticos en el suelo, sacaron tenazas y sierras, como si fueran a cortarles. Aunque luego no les hiciesen nada, el efecto era inmediato: “Los acojonaba. Y cuanto más intimidas, cuanto más miedo das, menos daño tienes que hacer para conseguir lo que quieres”, describen las mismas fuentes. También recuerdan a otro trabajador que cuando se quitaba la camiseta tenía una esvástica tatuada en el pecho. En las redes sociales de morososbcn.com colgaron un vídeo de hace 25 años de Esteve, boxeando en el Palau Sant Jordi a nudillo contra Dani el Bolo, otra persona del mundo del ocio nocturno de Barcelona. Esteve lo deja KO y lo patea ya en el suelo. Desde el público vuelan sillas contra Esteve, mientras celebra la victoria.
Los Mossos investigaron a los integrantes de morososbcn.com por organización criminal, lesiones, amenazas… Sin que lograsen probarlo nunca. Esteve siempre alegó que la policía iba a por él por cuestiones personales. Tras los dos traspiés con la policía catalana, en 2015 Esteve se abrió paso en un nicho de mercado derivado también del mundo de la seguridad: la desocupación de viviendas. En diversas entrevistas ha contado que ayudó a un amigo al que le habían ocupado el piso, y le fueron saliendo nuevos clientes.
Un informe de los Mossos detalla la evolución de la compañía Desokupa. “Primero se identificaban como empresa de seguridad privada y representantes legales de la propiedad”, explica el documento. Tras la denuncia por intrusismo, pasaron a identificarse como controladores de accesos y en la actualidad se definen como “mediadores, abogados y/o representantes legales de la propiedad”. La policía catalana ha abierto diligencias en 28 ocasiones contra ellos, por amenazas, coacciones, daños, lesiones… Delitos muy complicados de demostrar en los juzgados, sin que hasta el momento haya constancia de condenas contra la compañía.
Esteve es un hombre de negocios, aseguran fuentes policiales, que lo desvinculan de los Boixos Nois, Los Casuals y otros grupúsculos de ideología neonazi que crecieron también en los años noventa al calor de la seguridad privada y las gradas del Barça. “Él nunca se doblegó ante esa gente”, aseguran. Aunque repite que no es de ningún partido político, en sus redes Esteve ha dado apoyo a candidatos de la extrema derecha de Vox en diversas ocasiones. Su cabeza de lista en Barcelona, Gonzalo Oro Pulido, fue el único político que acudió a la protesta convocada en la Bonanova del pasado 11 de mayo.
Las elecciones municipales en Barcelona han sido también un revulsivo para la empresa Desokupa, registrada bajo el nombre Conciencia y Respeto 1970, que cerró 2021 con unas pérdidas por valor de 180.000 euros, según consta en sus cuentas, frente a los 240.000 de beneficios de 2020. Volcado en las redes sociales, donde suma más de medio millón de seguidores, Esteve también ha montado un canal de Youtube y ha anunciado acciones de merchandising, como repartir un millar de camisetas con su marca.
Su actividad en Twitter, YouTube o Instagram durante las últimas semanas ha sido frenética. Sentado delante del ordenador, en el coche o a las puertas de la Ciudad de la Justicia, con alocuciones de más de tres minutos en tono jocoso y populista, Esteve arremete contra los okupas, contra la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, contra la mayoría de partidos de izquierdas y contra cualquiera que le critique. “Vamos a hacer historia”, repite, en sus videos, donde ha anunciado una nueva convocatoria de protestas para esta semana en Barcelona. Fuentes policiales recuerdan que a pesar de sus buenos augurios en las redes, en la Bonanova, Desokupa apenas juntó medio millar de personas.
Puedes seguir a EL PAÍS Catalunya en Facebook y Twitter, o apuntarte aquí para recibir nuestra newsletter semanal
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.
Sobre la firma
Más información
Archivado En
- Cataluña
- Okupas
- Mossos d'Esquadra
- Seguridad privada
- Investigación policial
- Ada Colau
- Elecciones municipales 2023
- Intimidación
- Vivienda
- Empresas
- Desahucios
- Desalojos
- Ocupados
- Barcelona
- Vox
- Sareb
- Viviendas vacías
- Delitos
- Delitos económicos
- Amenazas
- Ultraderecha
- Campañas en contra
- Campañas publicitarias
- Desokupa
- Daniel Esteve