Trabajar a 33 grados y sin aire en la sucursal 35 de Correos en Barcelona: “Es insoportable”

La sucursal 35 de Correos de Barcelona, en la calle Calàbria 235, ha colgado el cartel de “cerrado por incidencias técnicas”. Este miércoles los trabajadores paralizaron su actividad laboral después de que los delegados de prevención de riesgos laborales de UGT, CC OO y CGT de Cataluña interpusieran una denuncia por el “exceso de temperaturas” en el centro. “Es insoportable trabajar a 33 grados y sin aire acondicionado”, denuncia una repartidora que, aunque no trabaja en esa sucursal, sabe por lo que están pasando sus compañeros. Los sindicatos sostienen que llevan con estas condiciones de trabajo desde hace un año y medio, cuando las obras del local se paralizaron, dejándolos sin aire acondicionado. Únicamente tenían la climatización antigua, que no funcionaba bien. De momento, los trabajadores de la sucursal 35 han sido trasladados a una oficina cercana, en la Calle Còrsega 109, donde los clientes podrán recoger sus paquetes. Para otros trámites, han recomendado acudir a oficinas cercanas como la de Plaza Letamendi 5-7, Passeig de Sant Antoni 16, y Calle Comte Salvatierra 5.

Fuentes de Correos han defendido que se trata de una “avería en el sistema de climatización” que se detectó a finales de julio, y que están “a la espera de que la empresa proveedora facilite la pieza de repuesto necesaria para subsanarla”. Sin embargo, David Vicente, secretario de acción sindical de CGT Correos Barcelona, asegura que llevan así desde hace un año y medio, cuando las obras de mejora de la infraestructura del local se pararon. “Una trabajadora me llamó para denunciar la situación. El dos de agosto a las 8.30h de la mañana fuimos y pudimos comprobar que estaban a 33 grados y un 60% de humedad. Y todavía no habían abierto al público”, explica el secretario de acción sindical. Hasta que UGT, CC OO y CGT interpusieron la denuncia por el “exceso de temperaturas”, los empleados trabajaban en un rincón del local, donde se encontraba el sistema de climatización viejo. Pero este no servía para refrescar toda la sucursal 35 y, muy a menudo, los trabajadores tenían que dejar lo que estaban haciendo para tomar el poco aire que había en el exterior. “Hay seis empleados, dos de ellos de riesgo. Una compañera a tiempo parcial que está embarazada y otro con problemas de cardiopatía”, afirma David Vicente.

Durante toda la mañana del jueves, decenas de personas han intentado acceder a la oficina de Correos de la calle Calàbria. “Yo tenía que entregar hoy un paquete de Wallapop”, dice una ciudadana. Como ella, la mayoría no sabía que esta sucursal permanecerá cerrada temporalmente por exceso de temperatura en el interior. “En Calàbria están en muy malas condiciones. Si la empresa no es capaz de cuidar a sus empleados, tendrán que parar de trabajar hasta que se solucione”, defiende otra repartidora de la oficina de la calle Còrsega. Desde la CGT han pedido explicaciones al Comité de Seguridad y Salud de Barcelona, pero solo les han dicho que tienen que hacer una nueva petición para realizar obras y no les han dado ninguna fecha de término concreta. Por su parte, Correos ha dicho que “hasta que se pueda reparar la avería, se han instalado sistemas de refrigeración portátiles”.

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Guía para combatir los golpes de calor

Los seis trabajadores de la sucursal 35 están a la espera de que Inspección de Trabajo ratifique el cierre y determine las medidas necesarias que debe tomar la dirección para su reapertura; reprochan haber “obviado todas las recomendaciones en materia de prevención ante la ola de calor”. Por ahora, seguirán trabajando en la oficina de la Calle Còrsega 109, a tan solo dos calles del anterior local, donde solo está la opción de recogida de paquetes.

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