El único investigado por el asesinato de Helena Jubany en 2001 queda libre pero no podrá salir de España
Xavier Jiménez declara como autor de los anónimos con droga que la bibliotecaria recibió días antes del crimen
Xavier Jiménez, el único investigado por la muerte, hace 21 años, de Helena Jubany, ha quedado este viernes en libertad provisional tras declarar ante el juez. El presunto autor de los anónimos con droga que la víctima recibió antes de ser asesinada ha tenido que entregar su pasaporte, no podrá salir de España y deberá presentarse una vez al mes ante el juzgado. La familia de la víctima había solicitado su ingreso en prisión provisional, pero el juez considera que Jiménez -investigado en esta causa desde el pasado diciembre, al límite de la prescripción del homicidio- tiene suficiente “arraigo laboral y familiar” y que no hay indicios de que vaya a darse a la fuga.
La bibliotecaria Helena Jubany fue asesinada la madrugada del 2 de diciembre de 2001. Diversas personas la lanzaron desde la azotea de un edificio de Sabadell, inconsciente y semidesnuda. Tenía 27 años. Hasta la fecha no se ha podido determinar la autoría del homicidio. Este crimen por resolver ha capturado especialmente el interés de los catalanes: ha sido analizado en el popular programa Crims, de TV3, y ha sido objeto de un libro (Qui va matar l’Helena Jubany?) obra de Yago García Zamora. La familia de la víctima lucha desde entonces para que se haga justicia. De la mano del abogado Benet Salellas, ha pugnado para mantener vivo el caso y ha logrado que, a última hora, un juez de Sabadell aceptase citar como investigado a Xavier Jiménez. Es su única esperanza de reparar, en parte, el daño.
En su comparecencia ante el juez, Jiménez no ha contestado al fiscal ni al abogado de la familia Jubany. Se ha limitado a responder a su abogado. Ha admitido que existía una relación previa con la bibliotecaria que incluía “diversos encuentros y comunicaciones” y que intentó, sin éxito, quedar con ella a solas, por lo que se produjo un “alejamiento” entre ambos. El hombre ha negado ser el autor de los anónimos y ha dicho que la noche del 30 de noviembre de 2001 la pasó en casa de su padre.
¿Cuáles son los indicios contra Jiménez? El Cuerpo Nacional de Policía (CNP), que ha investigado este caso, considera que es el autor de la mayoría de los anónimos que Jubany recibió en los días previos a su muerte. La pericial caligráfica conduce a su conclusión, pero también el contenido, ya que demuestra que quien los envió conocía el domicilio de la víctima (en Sabadell) y también sus gustos. Tenía que ser una persona del vínculo de la bibliotecaria, y Xavier había intentado tener una relación con ella y ambos habían coincidido durante una etapa en la Unió Excursionista de Sabadell (UES). En su declaración, Jiménez ha negado ser el autor de los anónimos.
En la autopsia practicada al cadáver de Jubany, se hallaron restos de benzodiazepina, el mismo somnífero que contenían la horchata y el zumo de naranja que fueron enviados a Jubany junto con los escritos anónimos.
En el auto que deja en libertad a Jiménez con medidas cautelares, el juez detalla los indicios. Dice que hay una “conexión formal, material y espacial” entre Jiménez y los anónimos, y entre éstos y las “circunstancias de la muerte” de Jubany. El magistrado recuerda que el zumo de melocotón que acompañaba al segundo anónimo “estaba adulterado con benzodiacepinas”, lo que “sumió a Jubany” en un “estado de somnolencia”. La misma sustancia, pero en mayores cantidades, se encontró en el cadáver, lo que la había dejado en estado de coma antes de morir.
La familia sigue su lucha. El abogado Salellas ha pedido al juez nuevas diligencias. La más destacada, que se analice la ropa que perteneció a Helena Jubany para comprobar si ahora, 21 años después y gracias a las más modernas técnicas en recogida de muestras de ADN, es posible detectar restos biológicos de otras personas; por ejemplo, del investigado Jiménez. El juez se pronunciará sobre esta petición en los próximos días.
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