El impacto de la sexta ola de covid en Cataluña: “No hay policías para Nochevieja, caemos como moscas”

Toque de queda, ocio nocturno cerrado y amenaza de botellones masivos. Y por si fuera poco, centenares de agentes fuera de servicio por coronavirus. Los cuerpos policiales catalanes viven esta sexta ola con especial inquietud. Tanto el departamento de Interior de la Generalitat como el Ayuntamiento de Barcelona han cerrado filas y llevan en secreto el número de mossos, guardias urbanos y bomberos enfermos tras haber contraído la covid. Ambas administraciones saben que la cifra de contagiados lleva días creciendo a las puertas de la Nochevieja cuando todo amenaza con una verdadera tormenta perfecta: botellones y fiestas clandestinas junto con bajas médicas y agentes de vacaciones. Varios sindicatos policiales ya han hecho saltar todas las alarmas. “Estamos cayendo como moscas contagiados por covid y, aunque lo nieguen las administraciones, el operativo de fin de año está muy comprometido. Cuando no había covid ya era insuficiente el número de efectivos. Este año con el ocio nocturno cerrado y con toque de queda la gente saldrá y se encontrará que por mucho que hayan habilitado horas extras para policías no habrá suficientes efectivos”, lamenta el portavoz del sindicato CSIF en la Guardia Urbana, Eugenio Zambrano.

El número de Mossos con covid es, por el momento, una incógnita para los sindicatos de la policía catalana. “Hemos reclamado al departamento que nos dé una cifra porque sabemos que hay muchísimas unidades afectadas. Hay algunas que tienen dos tercios de la plantilla en casa con covid. Aun así, esa cifra no nos la han dado”, advierte Albert Palacio del Sindicato USPAC. Palacio denuncia, además, que las desinfecciones de las comisarías son insuficientes: “La señora de la limpieza pasa la fregona en las zonas infectadas. No le han dado ningún material y se pone en riesgo”. USPAC prevé problemas: “El calendario policial va de 1 de febrero al 31 de enero. En ese plazo de tiempo cada agente tiene que realizar 1.680 horas sin contar vacaciones. Con los botellones, las fiestas mayores, los toques de queda… los mandos reclamaron mucha presencia policial y eso hace que lleguemos a diciembre con la bolsa de horas vacía. Ahora lo que pasa es que sin efectivos la Generalitat habilita un paquete de horas porque si no se quedan sin agentes”, advierte. Palacio ya cree que habrá comisarías que no podrán realizar patrullas. “Lo que acabará pasando es que se ampliarán las regiones policiales por falta de efectivos. Pongo un ejemplo, si Mollet se queda sin agentes de seguridad ciudadana una patrulla de Granollers tendrá que desplazarse hasta allí y en Granollers se quedarán con un vehículo y dos agentes menos”, denuncia.

Los sindicatos de la Guardia Urbana, a diferencia de los Mossos, sí que han conseguido los datos de infectados. El pasado lunes había 176 agentes de baja (la plantilla es de 3.200) por covid y 23 confinados. Desde que se declaró la pandemia nunca se había llegado, en un único día, a esta cifra de infectados por coronavirus. Jordi Rodríguez Lima, del sindicato Sapol, admite que el virus está erosionando al cuerpo. “La administración no lo reconocerá nunca pero nuestra capacidad de servicio quedará afectada justo en el momento en que habrá centenares de personas preparando encuentros y botellones. Además, la ciudadanía cada vez se enfrenta antes a nosotros y más después de ver que todas aquellas sanciones por vulnerar el confinamiento durante el estado de alarma no han servido para nada”, denuncia Lima.

Toni Castejon del sindicato de Mossos SAP—FEPOL recordaba ayer que su organización sindical ha solicitado que se hagan test de antígenos a los agentes en las puertas de comisaría. “Interior ni se ha dignado a contestar a nuestra solicitud”, denuncia.