Teresa Helbig: “La verdad es que Madrid está que se sale”
La diseñadora de Barcelona ha abierto un ‘showroom’ en la capital española y tiene la mirada puesta en Los Ángeles
Una pintada en la pared de su atelier en Barcelona resume la esencia de los diseños de Teresa Helbig: “Una mujer Helbig nunca pasa desapercibida”. La diseñadora (Barcelona, 1963) tampoco ha pasado inadvertida en este tiempo de pandemia. A pesar de la dificultad que supuso cerrar el taller durante el confinamiento, las cosas para su firma marchan bien y ha creado la marca Petite Helbig, para niñas de 4 a 12 años; hace dos meses abrió un showroom en Madrid y para final de año tiene la vista puesta en Los Ángeles, que podría ser su mejor pasarela. Celebrará los 25 años de la marca con un desfile especial en septiembre en la Madrid Fashion Week, donde siempre presenta sus colecciones. Barcelona es su ciudad y donde tiene el taller, con 16 personas trabajando para crear unos vestidos de fiesta y de novia que han conquistado las alfombras rojas. Pero dice que Madrid está que se sale y allí tiene muchas clientas.
Pregunta. Desde su nacimiento Teresa Helbig apuesta por el trabajo artesanal, la atemporalidad y la sostenibilidad.
Respuesta. 25 años después grandes firmas internacionales están con este discurso, que es el que nosotros siempre hemos mantenido. Pocas producciones, poner en alza la artesanía, que las cosas perduren, que pasen de una generación a otra, que un vestido necesita su tiempo para que tenga alma. Siempre ha sido nuestra forma de pensar. Nos están empezando a dar la razón. Queríamos hacer lo que estamos haciendo y estamos donde queríamos estar. Vestir tiene que ser un acto relevante. Tiene una parte emocional, muy romántica. Eran un sinsentido las miles de colecciones sin saber el lugar de procedencia. Para nosotros es fundamental producir a nivel local.
P. ¿El resultado es un público muy fiel?
R. Llevar un Helbig realmente empodera a la mujer. Te da armas para afrontar cualquier momento. Es lo que nos dicen nuestras clientas. Vendemos seguridad.
P. ¿Y esa mujer es feminista?
R. Sí. Ya no nos entra en la cabeza que nadie no sea feminista.
P. Durante esta pandemia ha creado Petite Helbig.
R. Queremos acompañar a las futuras líderes del mundo. Tenemos mucha confianza en que el mundo va a cambiar, que vamos a hacer compras más responsables. Además, Petite Helbig nace en un momento terrible para todos. En los dos primeros días entré en shock, tuvimos que cerrar el taller. Pero también fue un momento de reflexión. Era algo que siempre me había hecho muchísima ilusión. Es una forma natural para nosotros. Tengo una hija de 8 años; en ese momento dijimos vamos a por ello. Ahora mismo es un embrión, pero de largo recorrido a nivel internacional.
P. Justo antes de la pandemia, fuisteis a Los Ángeles. ¿Cómo fue este salto?
R. Ya estábamos trabajando en Los Ángeles pero hicimos una exposición de nuestros vestidos y se vendieron mogollón. Los americanos dan mucho valor a la artesanía. Y cuando les contamos que se hacía todo aquí, en un taller del Eixample, todavía les ponía más. Entonces aprovechamos para reunirnos con prensa y representantes de celebrities y hubo un feedback estupendo. Ya habíamos vestido a mujeres que son muy Helbig, currantes, empoderadas… Halle Berry, Gwen Stefani, Zendaya… Volvimos de Los Ángeles entusiasmados, pero apareció la pandemia y tuvimos que pararlo. Pero queremos volver a final de año. Creo que esto nos ha puesto a todos en el sitio, no hay que hacer tantas colecciones. No necesitamos tanta ropa. Era muy salvaje. La forma de presentar la moda va a pegar un cambiazo.
P. Hollywood le ha fascinado desde pequeña.
R. Iba mucho al cine con mis padres, dos veces a la semana, que eran cuatro películas. Llegué a pensar que el mundo era otro y que Hollywood era lo más, esos apartamentos, los vestidos de gasa, las plumas…. Me creé mi película.
P. Y ahora su historia pasa por un showroom en Madrid.
R. Con Madrid ya trabajábamos. Teníamos una agencia de comunicación e íbamos una vez al mes. Pero nos ha parecido que es mucho más serio tener nuestro propio espacio. Ha sido una explosión, mucho más de lo que pensábamos. La verdad es que Madrid está que se sale, pero que se sale.
P. ¿Y Barcelona no se sale?
R. Barcelona está más tranquila, el perfil de gente es distinta. Es una ciudad maravillosa para vivir. Pero es cierto que Madrid es muy acogedora, maravillosamente acogedora. Y esa alegría y esa predisposición a vestirse. Se vive de otra forma. Tienen inquietudes distintas. Llevamos tiempo sin tantos eventos en Barcelona. Quizá todo esto nos hará reflexionar y ponernos las pilas para alcanzar el nivel de movimiento que merece y que debemos a esta ciudad.
P. ¿La pasarela catalana ha perdido empaque?
R. Quizá deberíamos pensar en tener una única pasarela que represente a todo el mundo, no entrar en competencias. Igual Barcelona está más posicionada en el tema de conciertos. Cada ciudad debería tener su discurso.
P. ¿Centraría la moda en Madrid?
R. No lo sé, ni soy quién. Pero la prensa especializada y las revistas de moda están más en Madrid.
P. ¿En qué pasarela internacional le gustaría desfilar?
R. Por supuesto nos encantaría estar en París. Pero ahora estamos muy enamorados de Los Ángeles.
P. ¿Finalmente la moda va a aceptar la diversidad?
R. Sí, por supuesto. Vestiremos a cualquier mujer que quiera vestir de Helbig. La moda debe aceptar la diversidad.
P. Un vestido Helbig es reconocible. ¿Cómo se llega a eso?
R. No sabría decir qué es lo que lo hace reconocible. Quizá es el nivel de artesanía, su singularidad, por su construcción de tejidos.
P. ¿Cuál es la mujer que representa más ese estilo conocido como la Helbig Gang?
R. Todas. No es una frase para quedar bien, realmente es así.
A la conquista de mujeres empoderadas
Teresa Helbig quiere vestir a mujeres empoderadas y poco a poco lo va consiguiendo. Entre las españolas que han lucido un Helbig están la reina Letizia, que vistió un modelo de estilo
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