El inicio de la actuación de la Urbana: una queja por la basura apilada del sin techo
El hombre huyó de la pareja de agentes que acudió a identificarle tras una llamada al 092
El episodio que acabó con un sin techo tiroteado en Barcelona el sábado empezó por una llamada al 092 de la Guardia Urbana. Una vecina de la zona donde habitualmente duerme Marjan, de 43 años, se quejó de que tenía basura esparcida por el suelo, y que a pesar de que le había pedido que la tirase, no le hacía caso, según fuentes del caso. Ese fue el motivo por el que una patrulla llegó al lugar a identificarlo. El hombre huyó, y finalmente un cabo de la Guardia Urbana le disparó en dos ocasiones alegando que se abalanzaba sobre él con un cuchillo.
Marjan no estaba intimidando con un cuchillo a gente en la calle el sábado pasado, cuando acabó con un disparo en abdomen, que le ha llevado a la Unidad de Cuidados Intensivos del hospital de Sant Pau, donde se ha debatido entre la vida y la muerte. La versión corrió inicialmente por las redes sociales. El origen de la intervención policial fue la queja de una vecina del barrio, cansada de verlo siempre esparciendo restos de basura en la zona, mezclada con sus pertenencias. La mujer, indican fuentes del caso, decidió llamar al teléfono de emergencias para ver si así conseguía que tirase parte de las bolsas de basura que acumulaba delante del edificio donde dormía desde hacía varios meses Marjan.
Tras el aviso, una patrulla de la Guardia Urbana se desplazó hasta el lugar e intentó identificar al hombre, originario de Hungría, que supuestamente dificultaba la entrada al inmueble. En ese momento, empezó la persecución que acabó con Marjan herido de bala.
Esa primera patrulla de la Guardia Urbana, indican fuentes del caso, llegó a las seis y media de la tarde, se acercó a él pero Marjan decidió irse, subiendo por el paseo de Sant Joan hacia la plaza de Tetuán. Los policías le siguieron al trote, indicaron el mismo sábado diversos testigos, sin que ninguno de ellos viese con claridad que el hombre portaba un cuchillo con el que les amenazase.
Los agentes, sin embargo, identificaron que Marjan llevaba en la mano derecha, envuelto con una especie de bolsa blanca, un cuchillo. Luego, el arma fue definida por el concejal de Seguridad, Albert Batlle, como de “grandes dimensiones”. Fuentes de la investigación aseguran que desde la empuñadura hasta el final de la hoja, el cuchillo mide 20 centímetros.
Según la versión de los policías, Marjan se giró en su huida en varias ocasiones, les amenazó con el cuchillo y luego siguió escapando a paso ligero. Pero al llegar a la plaza de Tetuán, una furgoneta de los antiguos antidisturbios de la Guardia Urbana, ahora denominados Unidad de Refuerzo de Emergencia y Proximidad (UREP), le impidió seguir.
Marjan se giró y continuó por la acera contraria por la que había subido por el paseo de Sant Joan. Ahora ya le seguían varios policías: la patrulla inicial, otra patrulla que se había sumado, más la furgoneta de la UREP que estaba en la zona. Las imágenes difundidas de lo sucedido muestran la escena final, en la que el hombre sigue huyendo, una furgoneta le corta el paso hasta verse acorralado y se gira hacia la única salida que tiene, repleta de policías, se dirige hacia uno de los agentes, que es el cabo y jefe de la furgoneta de la UREP, y este le dispara en dos ocasiones.
Varios testigos aseguraron que el agente gritó en varias ocasiones “tira el arma”, pero ninguno de ellos la vio. Marjan llevaba atado el cuchillo en la muñeca, según fuentes de la Guardia Urbana, y no se lo quitaron hasta el final de la intervención, según su relato. La policía local de Barcelona hizo entrega del arma a los Mossos, que se han hecho cargo de la investigación.
Las dudas del concejal de Seguridad
El concejal de Seguridad, Albert Batlle, no se atrevió a afirmar este miércoles que Marjan se “abalanzó” sobre los agentes de las Guardia Urbana con un cuchillo, como explicó el sábado, una hora y media después de lo sucedido. Ayer alegó que era la información que tenía en aquel momento, pero que deberá ser la investigación de los Mossos, ya judicializada, la que aclare si realmente ocurrió así. El cabo que disparó al sin techo sigue en activo, pero apartado de la calle.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.