La oposición exige a la Generalitat saber por qué ha cerrado la cultura
Los grupos parlamentarios aseguran que las medidas económicas adoptadas por el departamento de Àngels Ponsa para hacer frente a la pandemia son insuficientes
La consejera Àngels Ponsa compareció este lunes en la Comisión de Cultura del Parlament para explicar las medidas tomadas por el Departamento de Cultura para hacer frente a los efectos de la pandemia en el sector; una intervención que se produjo siete semanas después de su nombramiento y días después de que el Govern decretase el cierre de cines, teatros y salas de conciertos para disminuir los contagios, aunque permite la apertura de museos, archivos y galerías, reduciendo el aforo del 70% al 33%. Unas medidas que acaban con la excepcionalidad de la cultura que contemplaba su declaración como bien esencial del 22 de septiembre y que la había mantenido abierta frente a otros sectores, como el de la restauración, cerrados desde el 15 de octubre.
La consejera dijo que se había reunido desde el jueves con representantes de más de 20 entidades culturales a los que les había transmitido “su compromiso absoluto con la cultura”, y anunció que hoy el Govern aprobará cómo se distribuirán los 17,2 millones de ayudas dados a conocer el jueves, que se unen a las partidas anteriores y suman un total de 43 millones.
Ponsa recordó que la declaración de la cultura como bien esencial ha ayudado a que parte de los establecimientos culturales sigan abiertos. “Yo no tengo que demostrar lo que ha hecho el sector. La cultura lo ha hecho muy bien, pero si las autoridades sanitarias dicen que se ha de reducir la actividad, por mucha declaración que se haga hay que seguir sus recomendaciones”. Según ella, los equipamientos que continúan abiertos lo hacen “porque casi con microcirugía se ha podido ver qué tipo de centros se podían salvar y que excepcionalidades se podían tener en cuenta, porque la movilidad estaba controlada y los grupos eran reducidos”.
Ponsa repasó algunas de sus actuaciones, a corto y medio plazo “teniendo en cuenta que la legislatura acaba en febrero” y pidió al resto de los diputados que “hagan piña” para conseguir “un cambio de paradigma para que la cultura tenga una financiación adecuada y alcanzar el 2% del total del presupuesto de la Generalitat para los próximos años”.
La oposición le recriminó que el Govern no haya llevado a cabo un marco legislativo que permita desarrollar esa declaración. “¿De qué sirve sacar pecho con la declaración como bien esencial y luego cerrarla? Ustedes no creen que sea segura y por eso en su decreto del día 29 se puede leer que se adopta el cierre para evitar las ‘actividades de mayor riesgo de transmisión’, por lo que creen que las actividades culturales hay transmisión, cuando no ha habido ningún caso”, le lanzó el diputado de Ciudadanos, Hector Amelló.
Amelló le recordó que en 2012 se aprobó una moción de su partido en el que se reclamaba ese 2%, una ley de mecenazgo dentro de los márgenes que le permite la ley y un censo de artistas, además del bono cultural, cosas, que recordó no se habían abordado por los diferentes consejeros desde entonces.
Rafel Bruguera, del PSC, aseguró: “El sector no entiende que, siendo una actividad segura, sin brotes ni contagios, se haya cerrado y que en las nuevas medidas hayan sido los más perjudicados”. “Ha faltado pedagogía”, le dijo. Para él, los 43 millones son totalmente insuficiente “porque el cine ya ha perdido más con su cierre de las oleadas. Estas ayudas están muy lejos de las necesidades”.
A Ponsa le pidió Concepción Abellán, de Catalunya en Comú, concreción y se hagan ayudas directas a todos los afectados y que no se reúnan solo con las patronales y a las empresas culturales. También, que se lleven a cabo el pago de todas las actividades anuladas y que se reprogramen y que se acabe con la precariedad de los trabajadores de la cultura en Cataluña. Ponsa reconoció que “hay muchos trabajadores de la cultura que tienen contratos que en otros ámbitos no se permitirían”.
El 2% y el día de la marmota
Tras la petición de la consejera de apoyo a los diputados de la comisión de Cultura del Parlament para alcanzar un 2% de los presupuestos para Cultura, diputados como Rafel Bruguera, del PSC, recriminó “los reiterados incumplimientos de las resoluciones aprobadas, incluso entre los partidos del gobierno de ERC y Junts. Usted nos pide que le ayudemos a conseguir el 2%, pero eso ya se aprobó hace tiempo”, recordó.
Fue mucho más explícita la diputada Natalia Sánchez, de Unitat Popular que arrancó su primera intervención diciendo que todos los diputados comparten una sensación de “déjà vu y de día de la marmota”, con las intervenciones de las sucesivas consejeras de Cultura: Laura Borràs, Mariàngela Villalonga y ahora Ponsa.
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