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La nueva normalidad llega a la costa para Sant Joan

El Servei Català de Trànsit calcula medio millón de desplazamientos desde el área metropolitana, un flujo habitual en un puente antes de la pandemia

Las hogueras son uno de los reclamos en las costas catalanas para Sant Joan.
Las hogueras son uno de los reclamos en las costas catalanas para Sant Joan.Albert Garcia

Tarragona y Girona se preparan para el desembarco de visitantes en la nueva normalidad. El Servei Català de Trànsit calcula medio millón de desplazamientos desde el área metropolitana, un flujo habitual en un puente antes de la pandemia, que tiene el punto álgido previsto en la verbena de Sant Joan. Tarragona tiene lista el 50% de sus plazas hoteleras, a la espera de que a partir del lunes se permita el desplazamiento entre comunidades autónomas. La Costa Brava aguarda “con los brazos abiertos” a los residentes de otras regiones.

El desembarco en el litoral de Tarragona de los visitantes de otras regiones de Cataluña se prevé que tenga un impacto moderado, a la espera de que a partir del lunes haya luz verde a la libertad total de movimientos, para que los residentes en Aragón, País Vasco o Navarra se desplacen a apartamentos y cámpings de Salou, Cambrils o La Pineda. Según la Federación Empresarial de Hostelería y Turismo de Tarragona, el sector turístico sigue abonado a la prudencia y solo el 50% de la oferta hotelera estará disponible por Sant Joan. El parque temático Port Aventura ha anunciado su apertura el 8 de julio y se espera que sirva como reclamo.

La provincia de Tarragona lleva casi dos semanas en fase 3, un estadio que supuso un salto de pantalla al permitir los encuentros entre conocidos y familiares de las Terres de l’Ebre y Camp de Tarragona. Las dos regiones mantienen estrechos vínculos pero permanecían aisladas al formar parte de distintas regiones sanitarias. Desde la reunificación, la sensación de normalidad en las calles es casi total.

Evitar las aglomeraciones en la playa es uno de los retos de los municipios del litoral para garantizar que se respetan los protocolos anticontagio de higiene y distancia social. Se ha optado por distintas estrategias: desde drones que toman imágenes aéreas en La Pineda, a un programa informático que ha habilitado Salou y que activará un semáforo rojo en el paseo marítimo cuando detecte demasiada gente en la playa.

Para Sant Joan, varios ayuntamientos han optado por vetar el acceso a la arena. Es el caso de Tarragona, Altafulla, El Vendrell, Cunit Cubelles, Vilanova i la Geltrú y Sitges. En la Costa Brava, en cambio, las playas estarán abiertas aunque la mayoría de ordenanzas impiden que se hagan hogueras, aunque sí están permitidos los petardos. Calonge i Sant Antoni estudiaba este viernes cerrar un par de calas para evitar aglomeraciones. Los municipios gerundenses prevén también controlar el aforo ante la llegada de los turistas. Palafrugell dispondrá de una aplicación móvil que marcará los aforos de cada playa, en verde o en rojo, según la situación.

“Estamos deseando que lleguen, les queremos y les necesitamos”, asegura el gerente de la Unión de Empresarios de Hostelería y Turismo Costa Brava Centro, Martí Sabrià, sobre los desplazamientos previstos desde Barcelona. “Muchos no han dejado de venir en fin de semana, y desde que hemos abierto hemos tenido gente viernes, sábado y domingo, pero de esto nuestro sector turístico no puede vivir. Esperamos que vengan también de forma escalonada, entre semana”, añade.

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