El PSOE presentará mociones en toda España para que el PP se retrate en la condena de la violencia política
Los socialistas conminan “a no usar mensajes que solo promueven el odio hacia los adversarios políticos” y expresan su solidaridad tras el ataque a la sede popular en Huesca frente al silencio de Génova al acoso a sus cargos y casas del pueblo


El PSOE lleva casi dos años sufriendo el acoso ultra a cargos de todo su escalafón, desde concejales de pueblo al mismo presidente del Gobierno. El partido ha contabilizado más de 200 actos vandálicos contra sus casas del pueblo desde la investidura de Pedro Sánchez en noviembre de 2023, que se recrudecieron durante la tramitación de la ley de amnistía. El PP, por regla general, no ha condenado los ataques salvo algunas excepciones. Este jueves, el portavoz popular en la Asamblea de Madrid, Carlos Díaz-Pache, incluso se refirió a los insultos contra el presidente del Gobierno, con jóvenes llamándole “hijo de puta” en conciertos y fiestas, como el “hit del verano”. “Cuando alguien grita Pedro Sánchez, ya hay tres palabras que resuenan en todas nuestras cabezas”, dijo en una comparecencia en la que tildó a Sánchez como “el galgo de Paiporta”, la localidad de la dana que tuvo que abandonar escoltado en medio de graves incidentes. Rebeca Torró ha resuelto, en una de sus primeras decisiones como secretaria de Organización del PSOE, que el partido presente mociones en los Parlamentos autonómicos y ayuntamientos de toda España para que el PP se retrate.
“El creciente y preocupante auge de los discursos de odio, particularmente el ideológico, y la polarización asimétrica en la que el PSOE, sus militantes, dirigentes y sedes son objeto de hostigamiento y ataque desde lo verbal a lo físico debe ser contestado desde las instituciones y ante la ciudadanía. Todos los partidos deben comprometerse con el rechazo a este clima político y por el pluralismo y el respeto por las reglas, formas y valores de la democracia”, conmina en una carta a los secretarios de Organización del partido, a la que ha tenido acceso EL PAÍS. En ella anima a “impulsar el debate y posicionamiento” en el “correspondiente ámbito institucional” en una cuestión de “máxima actualidad e importancia en nombre de una mayor calidad democrática y mejor convivencia”. Otra prueba de la relevancia que Ferraz, y por extensión La Moncloa, le otorga es que la misiva también la firman la número dos del partido y del Gobierno, María Jesús Montero, el secretario de Política Institucional, Alfonso Rodríguez Gómez, Guillermo Fernández Vara (Política Autonómica), Juan Francisco Serrano (Política Municipal) y Javier Izquierdo (Estudios y Programas).
El PSOE no limita la moción a las agresiones que viene sufriendo. Los socialistas condenaron el ataque el 29 de agosto a la sede del PP en Huesca, contra la que se han lanzado dos pollos muertos, huevos y pintura roja. La dirección nacional del PP no hizo lo mismo dos días después, cuando la agrupación de Arenas de San Pedro (Ávila) amaneció con pintadas de simbología nazi y mensajes de odio contra inmigrantes, el colectivo LGTBI y el presidente del Gobierno. “Esto no es un zoo”, “Moros no”, “España para los españoles” o “Pedro Sánchez Hijo de Puta” eran algunas de las proclamas.
El modelo de moción enviado a las federaciones socialistas condena los ataques a partidos políticos sin distinción, incluyendo el ataque a sus sedes, el acoso físico y virtual y las agresiones físicas a sus cargos, “entre los que destacan el reciente de la sede del Partido Popular en Huesca y los sufridos por más de 200 sedes del Partido Socialista Obrero Español, alguno de ellos con explosivos caseros como el acaecido en su sede de Santander el pasado 25 de abril de 2025 o la agresión sufrida por el Presidente del Consejo Comarcal de El Bierzo, el 12 de abril de 2024″. Del mismo modo, en la moción se rechazan los ataques “de análoga naturaleza” dirigidos contra profesionales de los medios de comunicación, ONG, sindicatos, plataformas ciudadanas y contra cualquier ciudadano “que de manera libre y democrática quiere participar en los debates públicos”.
Los socialistas invitan en su escrito al resto de formaciones políticas “a no usar mensajes que solo promueven el odio hacia los adversarios políticos” e invitan a trabajar a todas las fuerzas políticas “para expulsar del debate político el insulto y el odio” para reforzar la convivencia y los valores democráticos que recoge la Constitución.
El PSOE denuncia además que los ataques “forman parte de una campaña orquestada con el fin de atacar las bases de la convivencia democrática”. En la moción se recalca que en muchas ocasiones el hostigamiento se ejerce desde el anonimato pero en otras son responsables “agitadores de ultraderecha que se hacen pasar por periodistas (a sueldo de pseudomedios de comunicación financiados con dinero público mediante publicidad institucional por algunas administraciones), capaces de reventar ruedas de prensa en el Congreso o no respetar la mínima intimidad de cualquier persona”. El PP, al igual que Vox, ha votado en contra del cambio de reglamento en el Parlamento con el que se pretende terminar con determinados comportamientos de agitadores de extrema derecha que interrumpen en las ruedas de prensa, acosan a diputados y señalan a periodistas. El Congreso prohibirá, entre otras medidas, las grabaciones realizadas “de manera engañosa” y que vulneren “la intimidad personal”.
“Los discursos agresivos y de odio son violencia verbal y el caldo de cultivo para la violencia física, pero hay otro comportamiento que no podemos pasar por alto: el silencio, que puede entenderse como complicidad, y la falta de condena que se convierten en una acción connivente, por cuanto los violentos no sienten ningún reproche moral por sus acciones”, razona el PSOE en el escrito. Su conclusión es que “todo forma parte de una estrategia para desmovilizar a parte de la ciudadanía a la hora de votar y, lo que es también gravísimo, disuadir a quienes quieren acercarse a la política, como consecuencia del estado de miedo que pretende generarse, lo que supone un grave atentado contra la democracia misma”.
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