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LA CRÓNICA
Análisis
Exposición didáctica de ideas, conjeturas o hipótesis, a partir de unos hechos de actualidad comprobados —no necesariamente del día— que se reflejan en el propio texto. Excluye los juicios de valor y se aproxima más al género de opinión, pero se diferencia de él en que no juzga ni pronostica, sino que sólo formula hipótesis, ofrece explicaciones argumentadas y pone en relación datos dispersos

Los socialistas se envuelven en la “dignidad” de pagar impuestos

El ala mayoritaria del Gobierno defiende que el salario mínimo “no es caridad, es retribución”. Los grupos a la izquierda tampoco ceden

Pedro Sánchez y Yolanda Díaz, en la sesión de control al Gobierno del 12 de febrero en el Congreso.
Pedro Sánchez y Yolanda Díaz, en la sesión de control al Gobierno del 12 de febrero en el Congreso.Pablo Monge
Anabel Díez

Desde que hace seis días estallara la crisis entre el ala socialista del Gobierno y sus coligados de Sumar, los argumentos toman nuevos derroteros, sobre todo en el PSOE. La tributación en el IRPF del salario mínimo interprofesional (SMI,) al superarse el mínimo exento con la nueva subida, motivo de la discordia, ha pasado a una nueva fase argumental. Los miembros socialistas del Gobierno y la cúpula del PSOE han decidido no solo no dar marcha atrás sino defender con ahínco esa tributación como indicativo de que la subida, por fin, permite a los perceptores incorporarse al grueso de los contribuyentes, señal inequívoca de la mejora sustancial de su situación. Nada de colocarse a la defensiva sino exhibir esa tributación como un logro. Así lo corroboran interlocutores gubernamentales y de la cúpula del PSOE. En las próximas horas, desde Sumar se rebatirá este argumento, así como en Podemos, ERC, EH Bildu, BNG y el PP. Este último no se mostró favorable a la subida del SMI, pero, al desencadenarse la discrepancia, se sumó a la gresca para calificar de un atropello más de Pedro Sánchez imponer la tributación al salario mínimo una vez superado el actual mínimo exento.

No es descartable ningún final sobre la controversia a partir de este ejercicio económico. Las partes enfrentadas dan por seguro que tendrá que haber negociación antes de que se debatan las proposiciones de ley presentadas en el Congreso por Sumar, Podemos y el PP. Toda la izquierda tiene posición y es contraria a la tributación. ERC y BNG registraron conjuntamente una proposición no de ley para evitar ese pago de impuestos. Todos juntos pueden aprobar una iniciativa contra los votos de los parlamentarios socialistas.

En este momento, la intención del ala socialista del Gobierno es defender la bondad de pagar impuestos y establecer la distinción entre “subsidios y retribuciones”, y, como derivada, entre “caridad y dignidad”, apuntan fuentes gubernamentales. Los socialistas quieren llevar el debate de la fiscalidad a la ideología y a los postulados clásicos socialdemócratas, que alejan de posiciones sobre fiscalidad más a la izquierda. A estas consideraciones de interlocutores de primera línea del Gobierno le puso este domingo voz sonora, con plena conciencia, el secretario de organización del PSOE, Santos Cerdán. No es fácil entender que “haya fuerzas de izquierda que estigmaticen los impuestos”, aseveró en la clausura del congreso de los socialistas vascos en San Sebastián, en el que se reeligió a Eneko Andueza como secretario general del Partido Socialista de Euskadi (PSE). No dejó dudas de que, al menos hasta ahora, nada hay de lo que arrepentirse sobre la nueva tributación. Esta sentencia lo dice todo: “Estoy orgulloso de que por primera vez en nuestro país, los trabajadores que cobren el SMI entren en los tramos de pagar el IRPF. Ese es el camino de la igualdad”, concluyó el número tres socialista.

Los sindicatos han acogido con enorme disgusto e incomodidad la controversia sobre una medida que estaba llamada a ser celebrada. Los partidos están atentos al lado que se colocan. El secretario general de CC OO, Unai Sordo, defiende “una ley para que nadie que cobre el salario mínimo interprofesional reciba menos del 60% neto de la media salarial en España”. No se llega a ese porcentaje. El líder de UGT, Pepe Álvarez, sin hacer sangre contra el ala socialista del Ejecutivo, “lamenta” que no se haya mantenido el mínimo exento con la nueva subida y urge a la coalición de gobierno a que negocie

Los socialistas afirman que no más del 20% de los perceptores del salario mínimo estarán incluidos entre los nuevos contribuyentes del IRPF, ya que el resto, normalmente personas con hijos a cargo, quedarán exentos. El pago será de unos 300 euros al año, de los 16.576 en lo que queda el nuevo salario. Pero las formaciones a la izquierda del PSOE no contemplan otro camino que actualizar el IRPF y que el nuevo SMI quede exento de tributar. Esa es la posición antes de una eventual negociación. Frente a la defensa de “la dignidad” de pagar a Hacienda y contribuir solidariamente al bienestar común, que harán los socialistas, se contrapone desde la izquierda el alto porcentaje que se aplicará, si no hay cambios, a la subida: un 43%.

No ha habido peor manera de abrir el pendiente debate fiscal en España, sin posibilidad de pacto con el PP y ahora tampoco por la izquierda, reconocen en ámbitos socialistas, que se afanan aún en tratar de poner el foco en la subida del SMI, un 61% en 7 años. En eso se quedó Sánchez el pasado fin de semana en los discursos en los congresos territoriales de su partido en el País Vasco y La Rioja. El jefe del Gobierno se mostró orgulloso, y las hizo suyas, del conjunto del “Gobierno progresista”, de las dos medidas impulsadas por el Ministerio de Trabajo, de la mano de la vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, de Sumar, en disputa con la vicepresidenta primera, María Jesús Montero y antes con el ministro de Economía. Carlos Cuerpo: “Este Gobierno va a poner en marcha la semana laboral de 37 horas y media y la subida este año, y el siguiente y el siguiente, del salario mínimo interprofesional”, manifestó Sánchez sin mencionar la tributación que sí defienden en su entorno como prueba “de la dignificación” de los perceptores del salario mínimo. A su izquierda, en cambio, seguirán argumentando que aún es demasiado bajo para que tribute.

Sánchez, sin embargo, centrará esta semana su atención, con el resto de los líderes de la Unión Europea, en la nueva etapa de zozobra en el que ha entrado el continente y el orden mundial, con sus ramificaciones nacionales.

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Sobre la firma

Anabel Díez
Es informadora política y parlamentaria en EL PAÍS desde hace tres décadas, con un paso previo en Radio El País. Es premio Carandell y Josefina Carabias a la cronista parlamentaria que otorgan el Senado y el Congreso, respectivamente. Es presidenta de Asociación de Periodistas Parlamentarios (APP).
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