¿Qué tiempo va a hacer esta Navidad (y el resto del invierno)?

Después de un nuevo otoño más cálido de lo normal, ¿qué le espera a España para el invierno que está llamando a las puertas? Para responder esta pregunta, lo primero de todo una aclaración: la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) emite una predicción estacional para el trimestre diciembre-enero-febrero, lo que coincidente aproximadamente con el invierno astronómico, porque este comienza el 21 de diciembre de 2024 a las 10.21 hora peninsular española, pero el meteorológico lo hizo ya el 1 de diciembre. Dicha predicción, dada a conocer este jueves, apunta a más de lo mismo: temperaturas superiores a lo normal en todo el país y con menos lluvias de lo habitual. “Parece ya un clásico, en todas las predicciones estacionales decimos lo mismo”, ha admitido con melancolía Rubén del Campo, portavoz de la Aemet, en la presentación del pronóstico. En toda Europa ocurrirá lo mismo: un invierno más cálido de lo normal.

Las predicciones estacionales proporcionan información probabilística en términos de precipitación y temperatura. Es decir, que se trata de tendencias generales y a grandes rasgos y no de eventos concretos, como olas de frío, temporales de lluvias o nevadas. La del invierno “muestra como escenario más probable el de temperaturas superiores a lo normal en toda España, con entre un 60 y un 70% de probabilidad, que es mayor en las zonas de costa: en el noroeste, en el tercio sur de la Península y en los dos archipiélagos”, ha explicado Del Campo. “Parece indicar que tendremos un invierno marcado por los anticiclones y cuando esto ocurre se producen inversiones térmicas, es decir, que hace más frío en el interior que en las zonas costeras”, contextualiza el experto.

¿Pero cuánto de cálido será el invierno? Parece que mucho, ya que “hay entre un 40 y un 70% de probabilidades que se sitúe entre el 20% de los más cálidos”. En las precipitaciones, hay más incertidumbre. “El escenario más probable en el grueso del país es el de un invierno con lluvias por debajo de lo habitual por el predominio de los anticiclones”, aunque esta variable está mucho menos clara. “Las probabilidades son de un 40 a un 50% de que así sea, por lo que la incertidumbre es muy elevada”, ha confesado Del Campo. Además, no hay una tendencia clara para el área mediterránea y Baleares.

Aunque aún falta mucho para la Navidad y los pronósticos no son fiables más allá de 10 días vista, sí se pueden apuntar ciertas pinceladas gracias a la predicción mensual. “Es pronto todavía, pero la semana que viene, del 16 al 22 de diciembre, la previa a la Navidad, parece que las temperaturas serán más altas de lo normal, salvo en puntos del norte y, en cuanto a lluvias, será menos lluviosa de lo habitual en el norte, este, puntos de Galicia y los archipiélagos. Tiene pinta de que predominará el anticiclón, con heladas nocturnas y pocas lluvias”, ha atisbado Del Campo.

La siguiente semana, la del 23 al 29, la de las celebraciones de Nochebuena y Navidad, “parece que estará en cuanto a temperaturas en torno a los valores normales, con frío, pero un frío normal de finales de diciembre, algo por debajo en los valles del Duero, el Tajo y el Miño, lo que podría indicar nieblas que podrían persistir”, ha indicado el experto. “Pinta también a tiempo anticiclónico y las lluvias refuerzan la tendencia de la semana anterior, parece que será también semana con pocas lluvias, aunque hay incertidumbre en el área mediterránea, que queda en blanco, lo que quiere decir que no hay una tendencia clara”, ha concluido el meteorólogo. En resumen: ni Navidades blancas de nieve ni tampoco con baños en el Cantábrico por las altas temperaturas como los últimos años.