Sánchez evita dar una señal clara de apoyo a Espadas para que siga al frente del PSOE andaluz
“Querido Juan, gracias por la hospitalidad. Esta tierra volverá a ser socialista”, dice el líder de la formación socialista
El PSOE de Andalucía activará a partir de este lunes el reloj para la convocatoria de su 15º congreso regional que se celebrará el 22 y 23 de febrero en Armilla (Granada), tal y como ha confirmado este mismo domingo su secretario general, Juan Espadas. En ese cónclave, en principio, está todo abierto para que se dé un doble escenario: una formidable batalla en primarias o un acuerdo entre las partes con un candidato de consenso, sin Espadas. El dirigente andaluz está muy cuestionado internamente y aunque dijo la noche del sábado, un tanto retador, que “hay Espadas para rato”, no se sabe qué significa eso, si es para mucho o para poco. En la federación más numerosa del PSOE hay mucho ruido, pero ¿hay nueces? Los de Espadas aseguran de manera rotunda que no.
Los críticos, sin embargo, dan por hecho que plantearán una alternativa cuando se convoquen las primarias. ¿Quién? El nombre que lanzan muchos en el PSOE es el de Juanfra Serrano (36 años, Bédmar, Jaén), el número dos del secretario de Organización del PSOE, alguien muy identificado con Ferraz, aunque en la dirección federal han dejado claro que no van a imponer nada, que deben ser los socialistas andaluces los que hagan su apuesta. De cuajar ese nombre supondría apostar por el relevo generacional y comenzar, otra vez, la tarea de reconstrucción del PSOE andaluz, muy debilitado desde que perdió la Junta a finales de 2018, pero, sobre todo, desde que perdió el poder municipal. Hace falta mucho pico y pala en las más de 800 agrupaciones locales del PSOE de Andalucía, sostienen muchos dirigentes, que describen unas casas del pueblo moribundas. Los socialistas andaluces no gobiernan en ninguna de las ocho capitales y tan solo en dos de las diputaciones (Sevilla y Jaén).
En el PSOE andaluz se aguardaba a una señal inequívoca de Pedro Sánchez en el discurso de clausura del cónclave federal que ha presidido Espadas Una especie de pulgar arriba o abajo que indicara el camino a seguir. Nada de eso ha ocurrido, como pronosticaban sin pestañear los más cercanos al presidente del Gobierno. “Querido Juan, gracias por la hospitalidad. Esta tierra volverá a ser socialista”. Eso fue todo. No dijo ni con quién ni cuándo. Una frase que para el secretario general andaluz no es indicativa de nada. “Sánchez es respetuoso con los procesos del partido. No va por ahí señalando candidatos a primarias, serán los militantes andaluces”, ha indicado tras el discurso del secretario general, para confirmar que se presentará como candidato a la reelección.
Espadas no ha salido fortalecido del 41º Congreso Federal, más bien, lo contrario. Su larguísimo discurso en la apertura del cónclave desconcertó a muchos delegados de norte a sur y de este a oeste de España sobre su sentido de la oportunidad; y las dubitativas declaraciones al alimón de los secretarios generales de Sevilla, Javier Fernández de los Ríos, y de Jaén, Paco Reyes, sobre si lo apoyaban avivaron los rescoldos del fuego. Ambos dirigentes evitaron dar un apoyo expreso en favor de la continuidad del actual secretario general. “Rescoldo” fue la palabra que usó el dirigente andaluz la noche del sábado para anunciar que daría este domingo una rueda de prensa para apagarlo.
Las declaraciones de dos de los dirigentes con más peso e influencia en la formación andaluza afectaron personalmente a Espadas y obligaron a Fernández de los Ríos, principal apoyo del exalcalde de Sevilla, a pronunciarse a primera hora de la mañana a su favor: “Evidentemente Juan Espadas cuenta con todo mi apoyo para las decisiones que tenga que tomar, ha dado el paso adelante y mi compromiso personal y político lo ha tenido y evidentemente lo tiene”. También destacó su solvencia: “Me parece un hombre con una fuerza importante, creo que ha liderado, el partido lo está liderando en un momento en Andalucía especialmente complicado y para mí eso pesa muchísimo en la importancia que tiene Juan Espadas en el PSOE de Andalucía”.
Más debilitado tras el Congreso Federal
Espadas se ha mostrado satisfecho con la presencia de andaluces en la ejecutiva federal, en la que repiten cinco de las seis personas que estaban, Entre ellos, la vicesecretaria general, María Jesús Montero; el secretario de Política Institucional y Formación, Alfonso Rodríguez Gómez de Celis; el secretario de Acción Electoral, Curro Salazar; y el Adjunto Organización, Juanfra Serrano. Todos ellos siguen ahí por una decisión de Sánchez y no tanto por su lugar de militancia. La cordobesa Ana Romero continúa al frente de Agricultura, por el empeño de la secretaria general del PSOE de Córdoba, Rafi Crespín; mientras que se incorporan a la secretaría de Municipios del Litoral Anabel Mateos y en una vocalía Jorge Gallardo, alcalde de Cártama (Málaga). Espadas sí ha tenido más margen en la lista al comité federal, el máximo órgano de decisión entre congresos, en la que hay 21 andaluces, ningún crítico y de la que ha salido el secretario general de Cádiz, Juan Carlos Ruix-Boix, que apuesta por una alternativa.
El gaditano es uno de los secretarios provinciales que sí ha manifestado públicamente su apuesta por una candidatura alternativa a Espadas para tratar de revitalizar el partido. Otros, como la cordobesa Crespín, también han hablado de la necesidad de renovación, pero sin concretar otras preferencias. La mayoría de los dirigentes provinciales consultados —tanto críticos como partidarios de Espadas― sí tienen claras dos cosas, que el cuestionamiento constante del actual líder es insostenible a medio y corto plazo y no hace sino desgastar a la formación, y que lo ideal, para evitar fracturar más al partido, es evitar unas nuevas primarias.
En esa línea, y más, después de constatar que Sánchez —que incluso ha dado las gracias a Emiliano García-Page por su gestión en la dana―, no se ha referido a Espadas en clave andaluza durante su discurso, fuentes cercanas a algunos secretarios provinciales consideran que lo más coherente sería que el propio secretario general tomara la iniciativa de retirarse o que fuera Ferraz quien le invitara a ello. A la hora de buscar una alternativa, el sector crítico obvia el hándicap que podría suponer un nuevo secretario general sin representación parlamentaria para dar la réplica al presidente de la Junta, Juan Manuel Moreno -como ya pasó con el propio Espadas-. Entienden que la Cámara andaluza no ha servido en este tiempo para reforzar el liderazgo del actual dirigente, y que en un escenario en el que las elecciones autonómicas podrían adelantarse a finales de 2025, es más importante tener una alternativa consolidada cuanto antes.
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