40 saharauis varados en el aeropuerto de Barajas tras negarles Interior el asilo
La abogada que les defiende dice que 29 de ellos están en huelga de hambre y que su vida corre peligro en Marruecos
En la sala de inadmitidos del aeropuerto Adolfo Suárez Barajas, en Madrid, permanecían este lunes al menos 40 ciudadanos de origen saharaui que han pedido asilo al Gobierno de España y les ha sido denegado. Veintinueve de ellos, según la abogada que defiende sus derechos, llevan dos días en huelga de hambre como forma de protesta. El Ministerio de Interior sostiene que son 10 los que han optado por esa medida de huelga, aunque fuentes de dicho departamento aseguran que solo cinco han rechazado la comida.
Los ciudadanos saharauis que permanecen en esa sala han llegado en diferentes vuelos desde finales de agosto, algunos de ellos hace solo dos días. Fatma El Galia, letrada que lleva la mayoría de esos casos y secretaria de la Asociación Profesional de Abogados Saharauis en España, defiende a las puertas de Barajas que “desde principios de septiembre no ha habido ninguna solicitud de asilo concedida”.
Fuentes de Interior mantienen que aunque los solicitantes de asilo aseguran ser saharauis, “no hay manera de constatarlo”. Esa versión la rechaza enfáticamente El Galia, quien explica que lo primero que hace su oficina es solicitarles el certificado de la Misión de las Naciones Unidas para el Referéndum del Sáhara Occidental (Minurso), “que es un certificado basado en el censo español, que tienen solamente los saharauis; el que no lo tenga no lo es”. La letrada asegura que en el momento en que ellos se reafirman como saharauis y rechazan la nacionalidad marroquí ―alegando que se trata de una imposición― “automáticamente se les abre solicitud de estatuto de apátrida”. Según explica, Interior no ha tenido en cuenta esa solicitud, pese a que cuentan informes favorables de ACNUR (la agencia de la ONU para los refugiados), que sí ha validado la documentación presentada por ellos.
La otra discrepancia entre Interior y los solicitantes de asilo afecta a su activismo por la causa saharaui en territorio ocupado por Marruecos, que la Oficina de Asilo y Refugio en ocasiones no encuentra probado. Según la letrada, todos los solicitantes cuentan con su expediente y las pruebas documentales ―fotografías, vídeos, sentencias, citaciones policiales― que demostrarían la persecución por parte de las autoridades marroquíes y el riesgo que corren en caso de ser devueltos, lo que ocurrirá si no se les concede el asilo.
El Galia cita por lo menos dos casos de referencia entre los que están en la sala de inadmitidos. Uno de los rechazados es Mohamed Aliaa, primo hermano de Hassana Aalia, a quien la Audiencia Nacional reconoció como asilado y que había sido condenado a cadena perpetua en Marruecos. El otro es el de la hija de Aicha El Talbe: a la madre se le reconoció el asilo político en Francia —junto con dos de sus hijos—, mientras a ella se le ha denegado en España, “aportando la misma documentación”. Es decir, explica la letrada, “Francia sí le ha dado credibilidad y le ha concedido el asilo, pero España, en cambio, se lo deniega cuando es la misma familia, la misma persecución, la misma peligrosidad si regresa a Marruecos”.
La situación en la sala de inadmitidos ―a la que está prohibido el acceso, salvo para los abogados de los solicitantes― es insalubre y alarmante, según la letrada saharaui. Según su información, en el interior hay una niña de un año y medio con una fuerte alergia a la que solo ha examinado un médico del aeropuerto que le ha recetado paracetamol. También un niño de un año que llegó hace tres días y una persona sorda que padece cáncer.
La secretaria general de Podemos, Ione Belarra, ha intentado este lunes entrar en la sala, pero se le ha impedido el acceso. “Me parece una vulneración gravísima de derechos humanos la que se está cometiendo aquí, y además es una gravísima vulneración democrática que se impida el ingreso a una representante de la soberanía popular, como nos lo está impidiendo el PSOE”, ha reclamado en la terminal 1 de Barajas. La diputada ha condenado lo que llama “hipocresía” del Gobierno de Pedro Sánchez, “que mandó un avión de las Fuerzas Armadas para traer a España a un ultraderechista de Venezuela y que, sin embargo, es incapaz de atender las solicitudes de asilo de activistas saharauis cuya vida corre peligro en Marruecos”.
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