La Guardia Civil rastrea la zona del crimen a puñaladas del niño de 11 años de Mocejón (Toledo) para hallar a su autor

Por tierra, agua y aire. Las fuerzas y cuerpos de seguridad trabajan a destajo para encontrar al sospechoso que este domingo mató a puñaladas a un niño de 11 años que jugaba al fútbol con sus amigos en un polideportivo de Mocejón (Toledo, 5.000 habitantes). “Esperemos que se dé con el asesino y que todo el peso de la ley recaiga sobre él”, confió la delegada del Gobierno en Castilla-La Mancha, Milagros Tolón. “Dejemos trabajar a los que saben”, pidió, tras explicar que la Guardia Civil había asumido la investigación, pero que contaba con el apoyo de la Policía Nacional, que también está vigilando desde el aire, y que la unidad subacuática del Instituto Armado también rastrea la zona.

El suceso se produjo a las diez de la mañana de este domingo, cuando la víctima, un niño llamado Mateo, jugaba con otros dos menores en la instalación deportiva Ángel Tardío, ubicada en una colina a las afueras del pueblo, junto a una zona de chalés residenciales. En ese momento, un joven con el rostro cubierto accedió a las instalaciones, se dirigió hacia el grupo de menores y atacó al chico, sin que hasta el momento se haya concretado el móvil de la agresión. “Jugaba con su mejor amigo y otro chico cuando el asesino accedió a las instalaciones. Parece que se coló por un agujero que hay en el vallado de la parte trasera. Los dos amigos lograron huir, Mateo no lo consiguió”, explicó el domingo Asell Sánchez-Vicente, de 39 años, primo de la madre del menor fallecido y portavoz de la familia.

Tras el apuñalamiento, el autor huyó. En un primer momento, trascendió que se había marchado en un vehículo, pero fuentes consultadas lo descartan. El arma empleada para el ataque que acabó con la vida del niño no ha sido recuperada, según indican otras fuentes.

El polideportivo en el que ocurrieron los hechos es uno de los puntos clave de la investigación. Un amplio dispositivo, al que están llegando refuerzos de la Guardia Civil, está organizando las pesquisas desde allí. Un grupo de unos siete agentes se encuentra a mediodía en un espacio de campo abierto. El recinto tiene hasta cuatro aberturas en el vallado. Dos en la parte trasera, donde se encuentra una zona de merenderos y gimnasia, y los otros en dos esquinas. Colinda con una zona de naves industriales, artesanales con escombros y un gran secarral de matorrales que conduce a la salida del pueblo. El terreno queda rodeado por un canal artificial para el regadío de los cultivos que la Guardia Civil estuvo rastreando en la jornada de ayer. Las huellas de los agentes pueden observarse entre el barro que ha quedado incrustado en el fondo después de que decidieran cerrar el canal reducir el nivel del agua.

Nada más conocerse el suceso, la Guardia Civil desplegó la llamada Operación Jaula, que incluye los controles en carreteras y caminos en un perímetro alrededor del lugar del suceso. La asociación Justicia para la Guardia Civil (JUCIL) ha pedido que se reflexione sobre el modelo de seguridad de las zonas rurales, como en la que ha ocurrido la muerte de Mateo, para que se amplíe la cifra de efectivos y la zona de despliegue. “Aunque se activaron dos patrullas, una desde Seseña, a 39 kilómetros de distancia, y otra desde una localidad cercana, junto con el apoyo del Seprona desde Illescas, situado a casi 30 minutos, el tiempo de respuesta fue de 40 minutos. Este intervalo permitió al asesino huir, y hasta el momento, sigue sin ser capturado”, se lamenta el colectivo en un comunicado. “Estos tiempos de respuesta son inaceptables”, ha considerado Javier Montero, portavoz de la asociación.

La investigación está a cargo de la Unidad de Policía Judicial del Instituto Armado y del Grupo de Información de la Comandancia de Toledo. Los agentes comenzaron a tomar declaraciones a los testigos y requisaron los móviles de los tres menores que estaban en el lugar donde se produjo el apuñalamiento. El juzgado de instrucción número 3 de Toledo, a cargo del caso, ha decretado el secreto de las actuaciones.

La víctima es un niño muy conocido en esta pequeña localidad. Su familia regenta una panadería. Unas 300 personas se concentraron el domingo por la tarde en el Ayuntamiento para homenajear al menor asesinado en un acto cargado de tristeza y desolación. “Nadie puede llegar a entender este suceso”, afirmó el portavoz de la familia. “Queremos expresar nuestra enérgica condena y rechazo absoluto por el asesinato de Mateo, un niño bueno y cariñoso al que alguien ha decidido arrebatarle la vida con tan solo 11 años mientras jugaba al fútbol con sus amigos. Descansa en paz, querido Mateo, estarás siempre en nuestro recuerdo”. El Ayuntamiento de Mocejón decretó tres días de luto oficial. “Estamos consternados, sobre todo queremos transmitir nuestro apoyo a la familia y amigos del pequeño”, señaló la alcaldesa, Conchi Cedillo.