El PP remonta y reduce a solo un punto la distancia con el PSOE tras las europeas, según el CIS
Los socialistas pierden casi cuatro puntos en un mes, Sumar detiene su caída y la agrupación de electores de Alvise Pérez logra el 1,5% de los votos
El PSOE seguiría siendo el partido más votado en unas elecciones generales, pero el principal partido del Gobierno acusa un severo desgaste en solo un mes, y reduce la distancia que en mayo tenía de cinco puntos por encima del PP a tan solo un punto, según el último barómetro del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS). Los socialistas se mantienen como primera fuerza con una estimación de voto del 31,7%, muy por debajo del 35,5% que el instituto que dirige José Félix Tezanos les otorgaba el mes pasado. El PP, que venció en las elecciones europeas con un apoyo del 34,2%, con cuatro puntos de diferencia sobre el PSOE, obtendría un 30,7%, tres décimas más que en el anterior estudio demoscópico.
Se Acabó La Fiesta, la agrupación de electores del agitador ultra Alvise Pérez, que fue la gran sorpresa de los comicios al Parlamento Europeo, en los que se estrenó con 800.000 votos y tres eurodiputados, irrumpe con un apoyo del 1,5%. Pero habría que ver con qué representación en el Congreso se traduciría: las europeas, al ser de circunscripción única, no penalizaron la dispersión geográfica del reparto de votos a la candidatura de Alvise Pérez. Otro cantar sería en unas legislativas y autonómicas.
La pujanza de Alvise a su derecha no penaliza a Vox, que se afianza en la tercera plaza con el 12,1% de los votos, según el último barómetro del CIS, que se realizó entre el 31 de mayo y el 6 de junio, es decir en la recta final de la campaña de las europeas. El partido de Santiago Abascal experimenta una subida progresiva, de casi dos puntos en comparación a los datos de mayo (10,2%).
Sumar, el socio minoritario de la coalición de Gobierno, detiene su descenso pese a estar inmerso en una profunda crisis por el resultado de las europeas, que llevó a Yolanda Díaz a dejar su dirección tras la debacle del 9-J. Con una estimación de voto del 8,8%, Sumar recupera ocho décimas respecto a mayo, pero sigue 3,5 puntos por debajo de su resultado en el 23-J sin que se haya completado un año de las últimas elecciones legislativas. Podemos, que en mayo obtenía un respaldo del 2,2%, el suelo que por el momento le pronostica el CIS tras su escisión de Sumar, escala 1,4 puntos (3,6%), su puntuación más elevada desde que rompió con la plataforma de Díaz.
El pulso de ERC y Junts por la hegemonía en el independentismo catalán se resuelve ligeramente a favor de los republicanos, con una estimación de voto del 1,8%, dos décimas más que los neoconvergentes. Las elecciones catalanas del 12-M dejaron un escenario diferente y muy favorable para el partido de Carles Puigdemont, que creció y quedó segundo, frente al hundimiento de ERC, que provocó la dimisión de Pere Aragonès como president de la Generalitat. EH Bildu (1,1%) también gana a los puntos su duelo con el PNV (0,9%), que acaba de revalidar el pacto de gobierno con el PSE en Euskadi.
Sánchez, el líder mejor valorado
Ninguno de los líderes de los grandes partidos aprueba. Pedro Sánchez se mantiene como el mejor valorado con una nota de 4,30 puntos sobre 10 posibles (4,39 en mayo). La siguiente es Yolanda Díaz, vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo, con una nota media de 4,11 puntos, inferior al 4,19 del sondeo previo y que coincide con la crisis en el espacio a la izquierda del PSOE que pretende liderar. Alberto Núñez Feijóo también empeora y obtiene una nota media de 3,87 puntos, frente al 4,01 del barómetro anterior. Santiago Abascal repite como el líder peor valorado de los principales partidos con un promedio de 2,81, unas centésimas peor que hace un mes (2,84).
Los partidarios de que Sánchez sea el presidente del Gobierno (27,4%) doblan a los que se decantan por Feijóo (13,6%). Siguiendo con la comparación entre los responsables de los dos grandes partidos, el secretario general del PSOE le inspira a su vez mucha o bastante confianza al 30,3% de los ciudadanos -igual que en mayo- y poca o ninguna al 67,6%. Los números del líder de la oposición son peores: solo transmite confianza al 21,9% -22,2% hace un mes- y poca o ninguna al 76% según el CIS.
Los “problemas políticos en general” repiten como la principal preocupación de los españoles, según el 23% de los encuestados, una prueba más de la crispación y polarización que campa en la política española. El siguiente motivo de inquietud es la vivienda (21,2%), por delante del paro (19,6%). Los problemas de índole económica ya no son el primer quebradero de cabeza como sucedía en abril y caen de la primera a la cuarta plaza (17,8%). El “mal comportamiento de los políticos”, con un 14,2%, y que ya fue en el barómetro de marzo la tercera preocupación, desciende hasta el séptimo puesto. La independencia de Cataluña solo le quita el sueño al 0,6% de españoles y la Monarquía solo es un problema para el 0,3% según el barómetro del CIS, cuya publicación ha coincidido con la semana del décimo aniversario de la proclamación de Felipe VI como jefe del Estado.
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