Alberto Garzón renuncia a incorporarse a la consultora de José Blanco

El exministro de Consumo y hasta diciembre máximo responsable de Izquierda Unida, Alberto Garzón, ha anunciado este miércoles que renuncia a incorporarse a la consultora Acento, fundada por el socialista José Blanco y presidida por el exministro del PP Alfonso Alonso. “No quiero que mi decisión personal perjudique a mis antiguos compañeros”, afirma el antiguo dirigente de IU, que reconoce en una misiva publicada a primera hora de este miércoles en redes que la noticia, conocida la víspera, “despertó un enorme revuelo en el ecosistema de izquierdas,” incluyendo a las formaciones y los espacios políticos para las que ha “dedicado todas” sus “energías” durante los últimos 12 años. “La impresión general, según me confirmaron diferentes dirigentes políticos, era que se trataba de una decisión que afectaría negativamente a las expectativas electorales del espacio político”, justifica.

Ante la reacción que despertó la noticia de su fichaje, Garzón sí plantea algunas críticas. “Pienso que la izquierda tiene que reflexionar sobre cómo trata a los hombres y las mujeres que dedican su tiempo, su energía, y su vida, en resumidas cuentas —lo más preciado que tenemos— a los proyectos colectivos. Lo dije al abandonar la primera línea de la política, y lo pienso más si cabe un día como hoy: si algo he aprendido es que la política es una trituradora de personas”, afirma. “La izquierda en la que yo creo no debería reproducir esas prácticas que expulsan a más gente de la que integran. El debate siempre es bienvenido, pero a nadie se le escapa que esta polémica habría sido muy distinta si la izquierda no estuviera atravesada por múltiples batallas internas”, resume después de que, entre otros, el ex secretario general de Podemos, Pablo Iglesias, escribiera anoche un editorial muy duro en el medio que dirige, Diario Red, con su decisión de trabajar para la consultora.

“La izquierda en la que yo creo es menos prejuiciosa e inquisitorial, es más heterodoxa y humana y, sobre todo, tiene una concepción del Estado y de la política donde lo importante no es el lucimiento personal en términos de pureza izquierdista, sino tener más influencia en todos los espacios posibles”, añade.

“Ante esta incomprensión y antes de llegar a un punto en el que pueda hacer daño al espacio político por el que tanto he trabajado, anuncio con este mensaje que he renunciado a incorporarme a Acento tal y como tenía previsto”, afirma en un texto en el que expone que el trabajo que preveía hacer en la consultora “encajaba muy bien” con el propósito de asesorar profesionalmente en materias en las que tiene conocimientos “suficientes”. El exministro destaca que el CEO y el equipo se han portado “magníficamente bien” con él y que para ellos la situación resulta “particularmente injusta”.

“Siempre he antepuesto el interés colectivo sobre el interés personal, y considero que debe seguir siendo así”, prosigue hacia el final de la misiva un Garzón que reconoce “un punto de frustración” en sus palabras. “Admito que es así como me siento. Duele que tras tantos años dejándome la salud por un proyecto colectivo, y empleando tantas horas en agotadoras disputas internas, sienta que las dinámicas tóxicas que nunca compartí todavía me persigan, incluso ahora que estoy fuera de la política formal. Pero este es el estado político y emocional en el que se encuentra la izquierda”, cuestiona el exministro. “Siento si he contribuido de alguna u otra manera a alimentar el malestar colectivo. Desde mis inicios, mis decisiones y mis acciones han ido siempre en la dirección de proteger el espacio y el proyecto colectivos. Así seguirá siendo y es por ello esta renuncia”, concluye.