Mapa | La España de los propietarios y la España de los inquilinos
Un mapa calle a calle con datos del censo permite encontrar las calles con más pisos arrendados o el barrio con más propietarios
El distrito de Ciutat Vella, en el centro de Barcelona, es un hervidero de turistas cada día, pero también el epicentro del alquiler en España: 25 de las 50 manzanas con más viviendas en alquiler de España se encuentran en este distrito, algunas con más de la mitad de pisos arrendados. En el extremo opuesto, en los nuevos barrios del sur de Zaragoza hay calles donde el 99% de los vecinos son dueños de su hogar.
En el siguiente mapa puede consultar cuántas viviendas hay en alquiler en cada sección censal, recintos donde viven alrededor de 1.500 habitantes que en ciudades grandes apenas ocupan un par de manzanas. En España hay cerca de tres millones de viviendas en régimen de alquiler, el 16% de las primeras viviendas, según los datos publicados en el último censo de hogares elaborado por el Instituto Nacional de Estadística.
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En el mapa se aprecia a simple vista que el alquiler es un fenómeno urbano. En los municipios de las áreas metropolitanas, los pisos en alquiler se elevan hasta el 18% del total; en los municipios rurales apenas llega al 10%. A continuación, puede consultar cuál es el porcentaje de viviendas en propiedad y en alquiler en las ciudades de más de 100.000 habitantes.
EL PAÍS ha visitado Ciutat Vella, en Barcelona, y los barrios de Valdespartera y Parque Venecia, en Zaragoza, para retratar la España de los alquileres y la España de los propietarios.
Zaragoza: los afortunados vecinos del barrio de ‘Friends’
La España de antes, la del pisito en propiedad para todo el mundo, tiene su máxima expresión en dos barrios nuevos del sur de Zaragoza, llamados Valdespartera y Parque Venecia. Aquí hay calles donde el 99% de vecinos es dueño de su hogar. Once de las 50 secciones censales con más propietarios se encuentran aquí. Se debe a que estos son pisos de protección oficial que fueron sorteados hace relativamente poco, en pleno apogeo de la gran burbuja inmobiliaria. La lotería la ganaron estos vecinos en sorteos parecidos al del Gordo de la Navidad, con bombos, notario y azafatas de falda roja. En lugar de dinero, te tocaba un piso de obra nueva a precios envidiables: por ejemplo, 93.000 euros por una vivienda de 59 metros cuadrados o 155.000 por 85 metros cuadrados. Ambas con garaje y trastero.
Decenas de miles de aragoneses estaban inscritos en una base de datos autonómica llamada como el sonido de los nudillos en la puerta, el registro del Toc Toc. Buena parte de los agraciados eran veinteañeros y treintañeros de familias humildes. Para muchos era la única opción de ser dueños de su propia vivienda en un momento de precios disparatados. La situación es semejante ahora, pero en aquellos años de locura sobraba dinero público para dar soluciones y la opción de vivienda social preferida era la propiedad, el modelo de siempre.
Así que se construyeron barrios enteros de VPO en compraventa, como Valdespartera (9.867 viviendas de ese modelo, el 97% de las previstas). Hoy viven aquí unas 20.000 personas que se parecen mucho unas a otras. Los jóvenes agraciados ya rondan los 40 años y suelen tener su parejita de hijos. Apenas se ven adolescentes o personas mayores. Algunos en Zaragoza los conocen como el barrio de Friends, aunque ellos ya estén un poco más creciditos y con críos. Un grupo de Facebook llamado Madres de Valdespartera tiene casi 3.800 seguidores. Es como los WhatsApp de madres del cole, pero a lo grande.
Valdespartera es una pequeña ciudad que se mueve al unísono. A las 17.15 acaban las extraescolares y llega un tsunami a los columpios. A las 18.30 la ola se retira a casa y el parque infantil vuelve a quedar desierto. Es la hora de los deberes, la ducha y la cena. Algunos padres temen el momento en que toda esta legión de peques llegue a la adolescencia al mismo tiempo. “Es una cosa que hablamos a menudo”, dice una madre de 41 años, Sara Blasco. “Va a oler a feromona”.
El barrio no está preparado porque, aunque se ha construido un instituto, no se ha hecho el polideportivo planificado. El presidente de la asociación vecinal es un miembro de Podemos, Adolfo Lahoz, que lamenta el “abandono” de las autoridades, que parecieran pensar, dice, que los vecinos se tienen que conformar por haber recibido vivienda asequible.
El supuesto chollo tenía otras trampas. Las constructoras hicieron algunas chapuzas para sacar el máximo beneficio. Cuando con los años llegaron las reclamaciones judiciales, las empresas habían desaparecido, arrastradas por la crisis, y las comunidades de vecinos tuvieron que apechugar con las derramas.
El Ayuntamiento sí abrió en 2012 un pequeño mercado de abastos que es otra de las señales de la España de antes. Venden sus productos charcuteros, fruteros o pescaderos. Ni un solo comercio está orientado al turismo.
Pero el modelo de barrio es muy de ahora: calles anchas, dependencia del coche y pocos locales comerciales. Es lo que se ha dado en conocer como la España de las piscinas, aunque en esta zona hay pocas urbanizaciones con una. La vida en el sur de Zaragoza gira para muchos en torno a un inmenso centro comercial, Puerto Venecia, que se vende como “el primer shopping resort de España”, con una oferta que incluye “365 días de planazos”.
Las calles de récord, donde el 98,97% vive en propiedad, se encuentran muy cerca de ese centro comercial, en el barrio aún en expansión de Parque Venecia, donde viven alrededor de 8.000 habitantes. Aquí el 40% de las 4.103 viviendas previstas tiene protección.
Uno de los beneficiarios fue Víctor Delgado, que era chófer de un autobús municipal cuando le tocó su piso por 150.000 euros. Aunque su vivienda aún está protegida, no descarta irse con su mujer y dos hijos a un piso mayor, vendiendo la suya al precio tasado. Por eso, hace unos días se informaron de una nueva promoción en Parque Venecia con precio libre. Quedaron estupefactos. “¡Valen 326.000 euros y son más pequeños que el mío!”, le dice al presidente de la asociación vecinal, José Antonio Andrés, un pequeño empresario de informática, que agradece la fortuna que tuvieron: “Fue una gran oportunidad para conseguir vivienda digna con buenas condiciones”.
Es una suerte lejos del alcance de la juventud actual. Uno de los urbanistas del Ayuntamiento, Ramón Betrán, dice que aquel enorme impulso a la VPO de compraventa por parte de las autoridades autonómicas es impensable ahora. Por toda España parece haber calado la idea de que una política más sensata es crear un parque de vivienda de alquiler social permanente, como en el norte de Europa, dice Betrán.
Cuando estos pisos del sur de Zaragoza se desclasifiquen, un fenómeno que ya ha comenzado, y puedan ser traspasados, dejarán de tener la utilidad pública para la que fueron ideados: “Fue una política que dio una solución a aquella generación, pero no ha podido dar una respuesta a la siguiente”.
Barcelona, epicentro del alquiler en España
Barcelona tiene las mayores bolsas de pisos de alquiler de España. El 31% de las viviendas principales (donde hay alguien empadronado) de la ciudad lo son, según el censo del INE de 2021. De las 50 secciones censales del país con mayores porcentajes de alquiler, 30 están en la capital catalana y 25 de ellas en el distrito de Ciutat Vella, el más céntrico y el que mayor presión turística soporta. Justamente se trata del distrito de Barcelona donde los vecinos destinan más porcentaje de su salario a pagar el alquiler: un 63,4%.
Los datos socioeconómicos de todas las 30 secciones censales con más alquiler cuentan varias caras de la ciudad. Como que salvo en un caso, son zonas de con rentas por debajo de la media (16.750 euros netos por persona y año, según el Atlas de rentas del INE de 2020). La situación es especialmente dura en el barrio Raval y su zona centro y sur, donde hay 10 de las secciones con más alquiler. Es un densísimo barrio: 47.000 vecinos en poco más de un kilómetro cuadrado, las calles siempre llenas de gente. Un 51,9% de población migrante procedente sobre todo de Pakistán, Bangladesh y Filipinas. 1.832 edificios de viviendas, de los que 906 son anteriores a 1900. Pisos de 64 metros cuadrados de media. Noches difíciles por el calor en verano. Y áreas muy degradadas, donde las rentas más bajas no llegan ni a la mitad de la media de la ciudad (hay varias secciones censales con rentas inferiores a 8.000 euros por persona y año).
Desde una de las potentes asociaciones que intentan paliar los déficits de esta zona, la Red Vecinal del Raval, Carmela Turró, señala que “en el barrio se mezclan dos realidades opuestas: la pobreza mezclada con la gentrificación”. “Hay zonas degradadas con fincas antiguas y casos de sobreocupación por necesidad; y las más próximas a la Rambla, con pisos turísticos. Hay personas mayores con rentas antiguas, migrantes en situación precaria y extranjeros adinerados… además de pisos propiedad de fondos de inversión que están vacíos después de desahucios y algunos se convierten en narcopisos”.
No hay una sola razón que explique por qué Barcelona es el epicentro del alquiler en España, pero la experta y presidenta del Observatorio Metropolitano de la Vivienda, Carme Trilla, apunta la principal: “El alquiler es un fenómeno urbano, en el campo la gente tiene su casa; pero en Barcelona distritos enteros como el Eixample eran de alquiler. También Ciutat Vella venía del alquiler. La de Barcelona es una historia de alquiler: el promotor se quedaba el piso del principal y alquilaba el resto del edificio”. “En los años 60 del siglo pasado, más del 70% de los pisos eran de alquiler”, sigue Trilla contando la herencia del ladrillo de la ciudad. “Pero la Ley de Arrendamientos Urbanos, la LAU, congeló el alquiler y se perdió mucho, además de que lo que se construyó en los 60, 70 y 80 del siglo pasado ya no fue para arrendar. Pero siguió teniendo peso. A comienzos de los 2000 se bajó por debajo del 30%, y ahora se ha recuperado hasta el 38%”, remata Trilla citando un dato que difiere del porcentaje del censo del INE, porque sale de la base de datos del Instituto Catalán del Suelo, donde se depositan las fianzas de los contratos de alquiler.
En Barcelona se encuentra también la sección censal top de España, con todos los pisos de alquiler. Ubicada en torno al Hipercor de la Meridiana, el centro comercial del atentado de ETA en 1987, donde el 100% del millar de viviendas de sus bloques (color ladrillo, toldos verdes, 14 plantas) son de alquiler, de la empresa Cevasa. El censo del INE de 2011 cifraba en 97,7% las viviendas de alquiler; y el de 2021, con la manzana dividida en dos, lo reduce a entre un 65% y un 61%. “Tiene que ser un error”, aseguran fuentes de la empresa, “porque todos los pisos del complejo son de alquiler, nadie podría venderlos porque los títulos pertenecen a Cevasa”. La diferencia en el caso de estas secciones, explica el INE a este periódico, se debe a que solo se han categorizado el 10% de las viviendas a través de registros administrativos (la media para el resto de España es del 75%). El resto se ha imputado a partir de las frecuencias externas de la “Encuesta de Características Esenciales de Población y viviendas”.
Metodología
Los datos representados en el mapa proceden del fichero de indicadores para secciones censales del Censo de Población y Viviendas de 2021 del Instituto Nacional de Estadística (INE). Para el cálculo del porcentaje se han considerado las variables de viviendas en alquiler y propiedad sobre el total de viviendas principales de la sección.
La variación que aparece al lado de ambos porcentajes en el mapa se ha calculado comparando estas cifras con las que arroja el Censo de Población y Viviendas del año 2011, elaborado también por el INE. Para el cálculo de las viviendas en propiedad hemos agregado las variables de vivienda en propiedad completamente pagada, con pagos pendientes y obtenida por herencia.
En el caso de algunas secciones censales no se ha podido realizar este cálculo, porque la sección actual no existía en 2011 o porque no fuera comparable con la de entonces. Solo hemos considerado como comparables aquellas secciones con el mismo identificador que compartan al menos el 90% de la superficie.