Álvaro Prieto falleció por electrocución poco después de salir de la estación de Santa Justa, según la autopsia

Álvaro Prieto, el futbolista cordobés de 18 años cuyo cadáver fue hallado el lunes entre los vagones de un tren a las afueras de la estación sevillana de Santa Justa, falleció por electrocución, según la autopsia. El informe forense confirma las causas de una muerte que quedó grabada por las cámaras de seguridad de una gasolinera cercana, que captaron cómo el chico se subió al techo de ese convoy y recibió una descarga eléctrica al pasar por debajo de la catenaria. Desde allí cayó al hueco donde fue encontrado su cuerpo. La secuencia de esas imágenes permite aclarar algunas de las incógnitas que todavía rodean el trágico final del joven y que los investigadores esperan esclarecer con una reconstrucción de los hechos. Una de las primeras certezas, según han asegurado fuentes de la investigación, es que Prieto murió la misma mañana de su desaparición, poco minutos después de abandonar la estación.

“Todo sucede en solitario, es una situación desgraciada que lo lleva a una actitud, que cuesta trabajo entender en este momento, de introducirse en una zona restringida al público y llegar a la zona de talleres, donde se produjo la muerte”, ha señalado el delegado del Gobierno, Pedro Fernández, en declaraciones a Canal Sur Radio y la Cadena Ser. La grabación muestra que el joven falleció pasadas las 9.30, justo cuando las cámaras de la estación de Santa Justa lo captaron saliendo por la puerta que da a la avenida de Kansas City. “Murió entre ese momento y las 9.45″, señalan las fuentes de la investigación consultadas. En las imágenes de la gasolinera se aprecia cómo Prieto se aproxima a la zona de talleres por las vías en dirección Córdoba y se sube al techo del vagón. Justo en esa zona hay un arco de corriente de fluido eléctrico de 80 centímetros por debajo de la catenaria y es al entrar en contacto con ese fluido cuando “cae fulminado por el hueco de los dos vagones”, detallan las mismas fuentes.

“No es necesario tocar la catenaria para recibir una descarga eléctrica. A medio metro ya te puede electrocutar”, precisa Manuel Montenegro, secretario general de CGT de Andalucía y trabajador de Adif. “Además, como en esa vía de media distancia la corriente es continua, te atrae para la descarga”, abunda y precisa que este tipo de incidencias con las catenarias quedan registradas en las subestaciones eléctricas de Adif. La entidad, hasta el momento, no ha confirmado si ha quedado constancia de esa descarga y se remiten a que el caso está bajo investigación policial.

El momento del fallecimiento, de acuerdo con el minutaje de la nueva grabación con la que trabaja la policía, invalidaría el testimonio de la mujer que aseguró que lo había visto por Kansas City a las 10.30 y al que en un primer momento se le dio veracidad. “Del minutaje se deduce que todo sucedió de manera lineal y rápida. Sale de la estación y vuelve a colarse por las vías”, explican las fuentes consultadas, que sostienen que ese trayecto, entre la estación y donde se encuentra la zona de talleres, de apenas un kilómetro, puede recorrerse en ese intervalo de tiempo.

Es ese discurrir lineal y directo desde la salida de la estación hasta la zona de talleres lo que hace creer a los investigadores que Prieto accedió a las vías por las vallas que aseguran el perímetro y no por el puente —que era una hipótesis que se barajaba— por llevar mucho más tiempo. Las verjas no son excesivamente altas para un futbolista de complexión atlética y alto, como el joven cordobés, y además presentan varias aberturas en su recorrido. “Las instalaciones ferroviarias tienen idéntica protección que las aeronáuticas porque son esenciales. ¿Cómo ha podido acceder y deambular por las vías una persona sin ser detectado?”, se pregunta Montenegro. Desde Adif se reitera que no se hará ninguna aclaración mientras la investigación esté en curso.

Por dónde entró Prieto es una de las teorías que tratará de confirmarse en la reconstrucción de los hechos que pretende realizar la policía y para la que las fuentes consultadas no confirman si se están utilizando imágenes de las numerosas cámaras que rodean la zona de talleres o si solo se están apoyando en las ofrecidas por la de la gasolinera. También se tendrá que confirmar la tesis que se baraja de que se subió al techo del tren —de más de cuatro metros de altura y sin salientes donde apoyarse― a través del hueco de los vagones.

Justo el espacio de los talleres de Renfe es el que tenía previsto investigar la policía el día en que accidentalmente los reporteros de RTVE grabaron el cuerpo del joven encajado entre dos vagones. Las imágenes de la cámara de seguridad de la gasolinera llegaron a manos de los investigadores el domingo al rededor de las seis de la tarde, pero no se analizaron entonces. Dos horas después, se inició la batida en una zona cercana, a unos 200 metros, con la ayuda de los perros de la Unidad Militar de Emergencia (UME). Fuentes de la investigación han explicado a este diario que el hecho de que el convoy se moviera fue lo que permitió localizar el cuerpo del joven. El tren de media distancia en el que fue encontrado el cadáver llevaba parado y sin uso en a desde el 24 de agosto, sin que hiciera ningún trayecto hasta que el lunes se puso en marcha para permitir el paso a otra máquina para su reparación. Si no se hubiera desplazado, quizás su cuerpo aún no se habría localizado porque, según ha explicado el delegado del Gobierno, hasta allí solo se podría haber accedido desde arriba.

Recarga del móvil

La obsesión de Prieto la mañana del 12 de octubre, en la que se le perdió la pista, era coger un tren que lo llevará de vuelta a Córdoba desde Sevilla, donde se había desplazado el día anterior para salir de fiesta con amigos. Fernández ha corroborado las versiones que habían dado algunos de los trabajadores de la estación preguntados cuando su búsqueda estaba activa: “Se le ofreció la posibilidad de cargar el móvil, pero no accedió, no sabemos la razón ni el motivo”.

Un informe del Centro de Servicios de Renfe en la estación de trenes de Santa Justa, citado por Europa Press, detalla cómo el 12 de octubre sus trabajadoras le ofrecieron hasta en dos ocasiones la opción de cargar su móvil y también ayuda para localizar el billete del tren que debía coger a las 7.55. Cuando se constató que lo había perdido se le ofrecieron otras opciones: “Fue a pagar con el móvil y se dio cuenta de que no tenía batería. Se le dijo que si tenía cargador lo podía enchufar en cualquier enchufe de la estación pero se marchó de la zona de las taquillas”, dice el documento, que también confirma que en todo momento “la conversación discurre con normalidad”.

Esta mañana en la estación de Santa Justa los anuncios de llegada y salidas de trenes resonaban más nítidos de lo habitual. El bullicio habitual de la zona de espera estaba amortiguado por una sensación de abatimiento. “Pensar que aquí es donde todo se le torció al pobre chiquillo”, explica una viajera, en la cola para el tren de las 9.43 a Córdoba. Los trabajadores de Renfe y los miembros de seguridad declinan hablar. “Nos sabe mal que parezca que aquí no se le quiso ayudar”, comenta la dependienta de uno de los establecimientos del recinto.

En Córdoba, las facultades de la Universidad donde estudiaba Prieto han convocado un minuto de silencio a las 11.00 y el Ayuntamiento, al mediodía. Además, el Consistorio cordobés ha decretado un día de luto oficial y una concentración. Sus familiares ya han confirmado que su deseo es enterrarlo en un funeral íntimo.

La familia de Prieto ha emitido un comunicado en el que agradece “la profesionalidad y la calidad humana” de la Brigada de Homicidios y Desapariciones de la Policía Nacional y del resto de profesionales que han participado en las tareas de búsqueda del joven, así como a su club, la Universidad de Córdoba, Ayuntamiento de esa ciudad y Junta de Andalucía. En la nota también agradecen las muestras de cariño y apoyo —“nos hemos sentido respaldados”—, advierten de que no van a hacer ningún comentario sobre las circunstancias del fallecimiento de su hijo y piden respeto y comprensión.